Una mayoría de ourensanos que ayer acudieron al Pazo, y concretamente entre los cobistas mayores de edad que ronde los 20 años, seguro no habrán visto nunca al Club Ourense Baloncesto competir al máximo nivel, entre los mejores. Es ahora, en un competido partido ante el Básquet Coruña, cuando surge la oportunidad de saber lo que es competir, ganar ya sería la bomba, y no tan lejos estuvo la sorpresa, con un Pazo a tope.
Si eres uno de ellos, eres afortunado porque todavía eres joven y has disfrutado de una gran tarde de baloncesto. Y si no, también, porque has vivido una gran época de tu equipo. Y no es algo menor esto de los recuerdos cuando un poderoso Básquet Coruña, arbitraje mediante, tiene un arranque de partido avasallador de la mano de Burrueta, poniendo tierra de por medio en el marcador.
Pero “why not?” (¿Por qué no?). Y bien sonoro en el vestuario. Podía repetirse lo de Estudiantes. Porque “uno lo puede tener todo, pero hay algo que nunca podrá comprar... un dinosaurio”, que decía Homer Simpson.
Y ese superorden fue el COB, con una segunda parte más que meritoria, brillante, con una defensa de clínic. Pero, como bien dice mi compañero de grada, Angel “Irixo”, “es hasta donde se puede llegar”. Enfrente estaba el líder, candidato número uno al ascenso directo a la Liga ACB y que solo muy al final, con un triple “aliviador” de Barrueta, pudo desahogarse el técnico herculino Diego Epifanio, resoplando cara a la grada y ajustándose la corbata consciente de la tensión.
Una segunda parte con unas fases de ánimo, entusiasmo, en la medida que se ajustaba el marcador, que no dejan espacio al análisis racional. Y es que el esfuerzo, empeño ourensano, y aquí incluimos a la grada, tienen más que ver con la Biblia que con la crónica deportiva, donde los pronósticos eran del todo favorables al Coruña. El conjunto ourensano fue capaz de hacer todo aquello que, seguro, se había repetido, colectivamente, durante los entrenamientos y donde, parafraseando al “Boss” en sus halagos los tres grandes, Sinatra, Elvis y Dylan, Turner puso la voz, Radic puso el cuerpo y Kacinas puso el cerebro.
Y de manera más concreta, personalmente pienso que al baloncesto se juega como lo hace el alero lituano.
En resumen, fue un gran espectáculo, pero hasta ahí se pudo llegar: a meter el miedo en el cuerpo al mejor y más largo equipo de la Liga.
“Why not?” con este COB tan intenso y meritorio
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07.04.2024
Una mayoría de ourensanos que ayer acudieron al Pazo, y concretamente entre los cobistas mayores de edad que ronde los 20 años, seguro no habrán visto nunca al Club Ourense Baloncesto competir al máximo nivel, entre los mejores. Es ahora, en un competido partido ante el Básquet Coruña, cuando surge la oportunidad de saber lo que es competir, ganar ya sería la bomba, y no tan lejos estuvo la sorpresa, con un Pazo a tope.
Si eres uno de ellos, eres afortunado porque todavía eres joven y has disfrutado de una gran tarde de baloncesto. Y si no, también, porque has vivido una gran época de tu........
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