Lo que Vini nos pide
El dolor sincero y profundo reflejado en un torrente de lágrimas corriendo por las mejillas de un joven jugador de fútbol que no ha cumplido veinte años y que vive asediado por los rugidos de hinchas sin corazón, maltratadores y racistas, ha servido para despertar la conciencia de un país puerilmente convencido de que el racismo es cosa de otros. Al menos, hasta que ha llegado Vini para ilustrarnos y advertirnos con lágrima en los ojos, de que esa hipótesis tan extendida tiene muy poco de cierta y que, como botón francamente ilustrativo, está él mismo.........
© La Región
visit website