Y si alguien nos pregunta si eres blanca… diremos que no sólo blanca sino inmaculada. Las preguntas caprichosas se las come el mar. Siempre supuse que la boca más grande la tiene el mar. Con ella come y come y vomita sobre la arena de la playa los peces llenos de escamas y el agua salada.

Suspira también el mar porque no descansa, duda y duda, va y viene, se fatiga, y nos entra el estremecimiento, madre bebé, Inmaculada. Aún en el vientre de tu madre te mueves y saltas porque oyes desde ahí el magníficat, oyes cómo lo cantan esas otras mujeres desde los conventos, las ferias y las plazas.

Incluso no nacida ya eres portadora de un folículo primordial. Ya eres portadora germinal del óvulo que conformará al Cristo. Portas ya la realización biológica de nuestro Salvador. Inmaculada eres ya en tu concepción pues el más santo no tardará y vendrá en punto. Señora aún niña recién concebida. Concebida desde hace tanto tiempo, en el fulgor de la luz de la que serás madre, cuando sea mañana.

Madre serás y en tu vientre gigante portarás la bondad, al creador de las nubes de la mañana, al creador de las nubes de la noche, de la lluvia que nos cae sobre los ojos cuando miramos al cielo y no te vemos, aunque te suponemos amanecida y alborada.

Y luego se apretujarán, nubes son, y lloverán un niño precioso…y gritarán los montes, los collados, los caminos que surcan los prados y los arroyuelos de agua dulce en el que beberemos todos, la humanidad al completo, porque tenemos sed de tu hijo. Mucha sed y si tú no vienes se nos secará la lengua como un estropajo viejo.

Cómo no vas a ser… serás impecable, mujer mártir. Compañera predilecta de los más desarrapados, de los doloridos por la enfermedad del alma, de las otras enfermedades que nos rompen y nos atrapan.

Quisiera rimar en asonante y consonante pero sólo tengo unas pocas palabras, sólo estas vocales y consonantes, esas que pronunciarás con toda el alma: fiat, hágase, amén señor de los pájaros del mundo, y del sorprendente canto de la avutarda.

Veo cómo una fila infinita de mujeres llamándote guapa. Y tú las cubres con tu manto y las defiendes de que sean despreciadas, convertidas en indefensas y las ves y aprietas los pies al suelo y te plantas. Defensora y torre de marfil, como digo, pero señora que quiere a todos iguales y a las mujeres y a las niñas y a los hijos que esperan venir como el tuyo, también mañana.

Aunque te aviso, tu chico será por poco tiempo un niño y se perderá en el templo. Y los guardias lo llevarán preso y lo colgarán como si estuviese loco. Loco de amor por nosotros, por todos, por los esclavos de tantas cosas y alguien dirá de él: hoy ha muerto un hombre…y llorarás al canto del gallo por la mañana.

Déjame encender la llama trémula. Vemos este día 8, cómo pasas blanca, riachuelo dulce, amada por tantos, tan honrada, rezada, venerada. Tan mujer, buena, reina de todos, los que te quieren tanto y de aquellos que juran que no te aman. Pero sí te quieren madre acequia. Susurro de agua. Memento de mujer negra y blanca.

Madre acequia. Bebita aún no nacida e inmaculada.

QOSHE - Acequia - Plácido Blanco Bembibre
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Acequia

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03.12.2023

Y si alguien nos pregunta si eres blanca… diremos que no sólo blanca sino inmaculada. Las preguntas caprichosas se las come el mar. Siempre supuse que la boca más grande la tiene el mar. Con ella come y come y vomita sobre la arena de la playa los peces llenos de escamas y el agua salada.

Suspira también el mar porque no descansa, duda y duda, va y viene, se fatiga, y nos entra el estremecimiento, madre bebé, Inmaculada. Aún en el vientre de tu madre te mueves y saltas porque oyes desde ahí el magníficat, oyes cómo lo cantan esas otras mujeres desde los conventos, las ferias y las plazas.

Incluso no nacida ya eres portadora de un folículo primordial. Ya eres portadora germinal del óvulo que conformará al Cristo. Portas ya la realización biológica de nuestro........

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