Los recuerdos son caprichosos, son ellos los que nos eligen a nosotros y no al revés. Eso sentí al escuchar en directo a José Luis Ábalos anunciando su desembarco en el Grupo Mixto del Congreso. Mientras regalaba un sonoro portazo al partido en el que llegó a ser muy poderoso y a sabiendas de que estaba quemando su último cartucho, intentó que no se quebrara su voz al atizar al PSOE con la frase más memorable de su meditado discurso: «Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra, y estoy solo». ¡Madre del amor hermoso!, dije para mis adentros, y al pronto se me apareció Gary Cooper en Solo ante el peligro. En la gran película de Fred Zinnemann, Cooper interpreta a Will Kane, sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, en el día en que el malvado Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que él había llevado ante la justicia llegaría al pueblo para vengarse en el tren de mediodía. El tic-tac del reloj marca la trama de la película igual que marca los tiempos del exministro Ábalos.

En mis recuerdos adolescentes, Gary Cooper era un héroe indiscutible, incluso para las monjas de mi colegio poco dadas al cinematógrafo. Recuerdo la foto del actor en uno de nuestros libros. El caso es que, tras la lapidaria frase de Ábalos, Cooper vino a mí en la escena final del filme, ese desgarrado momento en el que el valeroso sheriff, que había sido abandonado por todo el pueblo a su suerte, ha fulminado a Frank Miller y su banda. Cooper/Kane coge su estrella de representante de la ley y la tira al suelo dejando claro su desprecio.

Gary Cooper ganó el óscar al mejor actor, no creo que Ábalos llegue a tanto. Además a esta fecha el exministro más que a un héroe parece un villano en un tiempo político en el que abunda más la ruindad que la épica. Él no es un novato y sabe que está al final de la escapada. El tal Koldo, ideal para una nueva película de Torrente, parece que empezó de chófer del ministro pero él lo situó en consejos de administración de empresas públicas. No acabo de entender cómo se selecciona a tan reputados asesores cuyos exiguos currículos no dan pistas de la materia sobre la que aconsejan.

Ábalos se equivoca creyendo que el honor se defiende por los platós. Sabe, mejor que muchos, que el hecho de que ahora algunos lo jaleen no le llena de razones sino que muestra su débil posición y la ansiedad por derribar al gobierno de quienes le animan a hablar y a extender la basura aunque tengan su casa llena. El PSOE ha hecho lo que debía y Ábalos lo sabe, igual que sabe que asumir responsabilidades es duro pero necesario. El tiempo lo pondrá en el pedestal del héroe o en la hoguera del villano. La corrupción es una tentación a la que muchos sucumben pero combatir la propia y denunciar la ajena es la única forma de fortalecer nuestro sistema.

QOSHE - Solo ante el peligro - María Antonia San Felipe
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Solo ante el peligro

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02.03.2024

Los recuerdos son caprichosos, son ellos los que nos eligen a nosotros y no al revés. Eso sentí al escuchar en directo a José Luis Ábalos anunciando su desembarco en el Grupo Mixto del Congreso. Mientras regalaba un sonoro portazo al partido en el que llegó a ser muy poderoso y a sabiendas de que estaba quemando su último cartucho, intentó que no se quebrara su voz al atizar al PSOE con la frase más memorable de su meditado discurso: «Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra, y estoy solo». ¡Madre del amor hermoso!, dije para mis adentros, y al pronto se me apareció Gary Cooper en Solo ante el peligro. En la gran película de Fred Zinnemann, Cooper interpreta a Will Kane,........

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