El presidente Gustavo Petro le lanzó un nuevo pulso a la Federación Nacional de Cafeteros, el gremio tradicional de la industria cafetera.

“Está en grave riesgo la administración del Fondo Nacional del Café en manos de la Federación Nacional de Cafeteros”, dijo en un evento del gobierno con cafeteros disidentes de la Federación, un día antes del Comité Nacional de Cafeteros, el órgano que reúne a la junta directiva de la Federación con el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y los ministros de Hacienda, Comercio y Agricultura. A pesar de los ánimos caldeados, hoy la reunión con los ministros terminó con acuerdos para paliar la crisis que vive la industria.

El conflicto fabricado por Petro ha puesto en un segundo plano las soluciones que requieren los productores de café, sumidos en una crisis por el alto costo de los insumos agrícolas, las sucesivas temporadas de lluvias y sequías, los problemas para contener las plagas en los cultivos y el bajo precio del dólar, que le resta ganancias a las exportaciones.

Pese al pulso abierto, los ministros han hecho control de daños.“Nos aseguraron que el gobierno no tiene como objetivo crear una organización paralela que reemplace a la Federación”, le dijo a La Silla un líder cafetero, presente en la reunión, quien pidió la reserva de su nombre. Ahí, el mismo gobierno enfrió los temores que generó el presidente, quien al final deja planteado otro debate ideológico sobre el rol del sector privado, mientras su ministros pactan con la Federación.

“Esperamos continuar trabajando con el gobierno nacional a pesar del concepto que el presidente pueda tener de nuestra institución”, dice Germán Bahamón, gerente de la Federación.

La del café no es una industria cualquiera. Colombia es el tercer productor mundial luego de Brasil y Vietnam. El grano y sus derivados son los principales productos no mineros que exporta el país. Sin embargo, la industria arrastra serios problemas para mejorar su productividad y aumentar sus exportaciones. En 2023, las exportaciones de café disminuyeron un 29,4%, y desde hace décadas es una industria estancada.

En el Caribe, durante una nueva jornada de su “gobierno con el pueblo”, Petro señaló a la Federación de ser “el ejemplo del robo del café por parte de la oligarquía”. Luego el presidente convocó a las bases cafeteras a una asamblea nacional que organizó esta semana el Ministerio de Agricultura en Bogotá, y a la que ni la Federación ni otras organizaciones representativas del sector fueron.

Pero a puerta cerrada, la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, le ha bajado el tono al pulso planteado por Petro. En una conversación con cafeteros del Quindío, antes de la asamblea en Bogotá, Mojica dijo que “con todo el mundo que he hablado (…) quieren más a la Federación que al Ejército Nacional”, según se escucha en un audio al que tuvo acceso La Silla. “Es una institución, pero como todo sistema de participación siempre hay gente excluida, gente que no se siente reflejada en las decisiones”, agregó.

Pero el tono conciliador de Mojica palideció con la nueva arremetida de Petro. Mientras la reforma a la salud era enterrada en el Senado, el presidente apareció en la asamblea de cafeteros del gobierno para cuestionar el rol de la Federación.

La principal crítica de Petro es que la Federación siga manejando el Fondo Nacional del Café, una bolsa de plata pública que la Federación recibe de los parafiscales que pagan los caficultores por cada libra de café exportado y que luego reinvierte en el sector. En 2023, el Fondo tuvo presupuestado ingresos corrientes por 4,8 billones de pesos, un monto similar al de una ciudad como Barranquilla. “Tenemos derecho sobre ese dinero. Pero se ha creado la tesis de que hay otros derechos adquiridos por parte de privados”, dijo Petro ante la asamblea.

El reclamo por la plata del Fondo no es nuevo. Estuvo en el centro de la discusión de la elección del gerente de la Fedecafeteros en 2023, cuando Petro fracasó en su intento de poner una ficha de su cuerda, un golpe auspiciado por su propio exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Ocampo, ya de salida del gobierno, no avaló la terna con su candidato y pavimentó el camino para que los cafeteros eligieran al ingeniero huilense Germán Bahamón, crítico de Petro.

Dentro de la Federación les llama la atención el contraste entre el tono de Petro y sus ministros. “El presidente tiene un mensaje y los ministros otro. Los ministros han sido cordiales, pero el presidente sale con otras propuestas en sus alocuciones”, dice Ruber Bustos, quien representa al Huila en el Comité Directivo de la Federación.

“Las palabras del presidente no nos dejan de preocupar”, dice Bustos frente a la propuesta de Petro de tomar la administración del Fondo, que depende de un contrato con el Estado que se renueva cada 10 años. En 2026 se cumplen 10 años de la última renovación de ese contrato, durante el gobierno Santos, por lo que el actual gobierno puede tener incidencia en un eventual cambio de manos en su gestión. “Estamos tranquilos porque hemos cumplido a cabalidad sus cláusulas”.

La ministra Mojica ha intentado construir una relación cordial y fluida con la Federación, pero se ha visto limitada por la confrontación que Petro promueve. “Está condicionada por la pelea que tiene el presidente. Petro siempre ha querido ganarse a las bases cafeteras para enfrentarlas a las élites de la organización”, dice un exfuncionario de minAgro, quien pertenece al entorno de la ministra y pidió la reserva de su nombre.

La asamblea nacional de cafeteros, organizada por el ministerio y liderada por Mojica, materializó ese deseo del presidente.

El miércoles, Petro llegó al evento para dar un discurso frente a las bases cafeteras reunidas en Bogotá. El presidente se concentró en cuestionar lo que entiende es una “cooptación” del Estado por parte de los intereses privados, haciendo eco de los recursos públicos de la salud administrados por las EPS, e incluyendo la plata que maneja la Federación a través del Fondo Nacional del Café.

Petro también cuestionó la capacidad de la Federación para mejorar la productividad de la industria del café. “Éramos el cuarto país, bajamos al 5 y seguimos bajando en la competencia en el mundo. Esto no fue por culpa del campesino, sino de la representación que destruyó el mundo cafetero en Colombia, privatizaron todo. Es la misma historia que en las EPS”, dijo ante un auditorio lleno.

Lo escuchaba un público alineado con su gobierno y de extracción popular, quienes suelen colmar sus principales apariciones públicas.

Lucio Secué, por ejemplo, es un indígena nasa, oriundo de Toribío, Cauca, que llegó a la asamblea en representación de la cooperativa cafetera que lidera. Secué cuenta que está asociado con 250 productores que, además de café, siembran yuca, plátano, y arracacha para vender en la cabecera municipal. “Estamos empezando a exportar café y aguacate haas, pero necesitamos mejores procesos para mejorar nuestras cosechas”, dice.

Secué, como muchos de los asistentes al evento, es un crítico de la Federación Nacional de Cafeteros. “Ha sido cooptado por los grandes monopolios a nivel nacional. Suelen privilegiar a los grandes productores. En ocasiones nos han dado apoyo técnico, o de formación, pero es una organización en la que no nos sentimos representados”, dice.

El líder indígena reconoce los nuevos canales de comunicación que tiene con el gobierno. “En anteriores gobiernos no éramos escuchados como lo estamos siendo ahora. No nos bajaban de guerrilleros. Este gobierno ha bajado esa tensión”, dice.

Buena parte del establecimiento económico salió esta semana en defensa de la Federación, por lo que consideran un intento de golpear su institucionalidad y reemplazarla por otra menos independiente al gobierno. Exministros como Ocampo, Mauricio Cárdenas y Andrés Valencia lo hicieron públicamente.

“El gobierno tiene a la mano una institución que tiene 96 años, con toda su capacidad y conocimiento acumulado. Está bien que escuche y convoque a otros sectores, pero quienes tienen propuestas más concretas para sacar a la industria del café adelante están en la Federación”, dice Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), uno de los gremios que se pronunció, como también lo hizo la Andi.

Esta tarde, el gobierno, en representación de los ministros y el director del DNP, llegó a unos acuerdos con la junta de la Federación. “En los años que he estado en estas reuniones nunca estuve en un comité tan movido. Estuvo lleno de preguntas y argumentos. Hablamos con franqueza”, le dijo a La Silla uno de los líderes cafeteros presentes.

El principal compromiso de los representantes del gobierno fue el de no impulsar la creación de una organización paralela que reemplace a la Federación, uno de los temores que viene rondando a la institución por el enfrentamiento con Petro. Sin embargo, según el líder cafetero presente, no hablaron de la renovación del contrato para administrar el Fondo Nacional del Café.

También autorizaron la activación del Fondo de Estabilización de Precios del Café, una bolsa que tiene 365 mil millones de pesos para contrarrestar la volatilidad del precio internacional del café, que se cotiza en la Bolsa de Nueva York. Según la Federación, esa bolsa está compuesta por 193 mil millones que puso el gobierno Duque y 172 mil millones de ahorros de los cafeteros.

El objetivo de la junta de la Federación era comprometer al gobierno a inyectarle más recursos al fondo, pero no lo consiguieron. “Dejaron la puerta abierta para seguir conversando, pero no se comprometieron con recursos concretos para el fondo”, dice la fuente presente en la reunión.

Con estos acuerdos, que incluyen otros recursos para subsidios a los productores, finaliza una semana turbulenta entre el gobierno y los cafeteros. La pelea promete tener más capítulos por el objetivo del presidente de transformar radicalmente la relación con los privados al interior del Estado. También por las tensiones de ministros que actúan complaciendo sus ideas, pero sin darle un portazo al consenso.

QOSHE - La polémica de Petro con los cafeteros la apagan sus ministros - Edgar Quintero Herrera
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La polémica de Petro con los cafeteros la apagan sus ministros

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06.04.2024

El presidente Gustavo Petro le lanzó un nuevo pulso a la Federación Nacional de Cafeteros, el gremio tradicional de la industria cafetera.

“Está en grave riesgo la administración del Fondo Nacional del Café en manos de la Federación Nacional de Cafeteros”, dijo en un evento del gobierno con cafeteros disidentes de la Federación, un día antes del Comité Nacional de Cafeteros, el órgano que reúne a la junta directiva de la Federación con el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y los ministros de Hacienda, Comercio y Agricultura. A pesar de los ánimos caldeados, hoy la reunión con los ministros terminó con acuerdos para paliar la crisis que vive la industria.

El conflicto fabricado por Petro ha puesto en un segundo plano las soluciones que requieren los productores de café, sumidos en una crisis por el alto costo de los insumos agrícolas, las sucesivas temporadas de lluvias y sequías, los problemas para contener las plagas en los cultivos y el bajo precio del dólar, que le resta ganancias a las exportaciones.

Pese al pulso abierto, los ministros han hecho control de daños.“Nos aseguraron que el gobierno no tiene como objetivo crear una organización paralela que reemplace a la Federación”, le dijo a La Silla un líder cafetero, presente en la reunión, quien pidió la reserva de su nombre. Ahí, el mismo gobierno enfrió los temores que generó el presidente, quien al final deja planteado otro debate ideológico sobre el rol del sector privado, mientras su ministros pactan con la Federación.

“Esperamos continuar trabajando con el gobierno nacional a pesar del concepto que el presidente pueda tener de nuestra institución”, dice Germán Bahamón, gerente de la Federación.

La del café no es una industria cualquiera. Colombia es el tercer productor mundial luego de Brasil y Vietnam. El grano y sus derivados son los principales productos no mineros que exporta el país. Sin embargo, la industria arrastra serios problemas para mejorar su productividad y aumentar sus exportaciones. En 2023, las exportaciones de café disminuyeron un 29,4%, y desde hace décadas es una industria estancada.

En el Caribe, durante una nueva jornada de su “gobierno con el pueblo”, Petro señaló a la Federación de ser “el ejemplo del robo del café por parte de la oligarquía”. Luego el presidente convocó a las bases cafeteras a una asamblea nacional que organizó esta semana el Ministerio de Agricultura en Bogotá, y a la que ni la Federación ni otras organizaciones representativas del sector fueron.

Pero a........

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