Un correo que podría tener consecuencias duraderas fue la antesala de la más reciente disputa política en Medellín. El emisario: Aníbal Gaviria, el gobernador de Antioquia. Los destinatarios: los nueve miembros de la junta que toma las decisiones en el Metro de Medellín, la empresa de transporte masivo que es insignia en la región. El mensaje: posponer una sesión en la que el equipo del exalcalde Daniel Quintero y el gobierno de Gustavo Petro buscaban jugarse su última carta tras la derrota en estas regionales: tumbar a Tomás Elejalde, el gerente que lleva ocho años en cabeza de la compañía de transporte.

“Buenos días”, escribió el gobernador en una misiva a la que La Silla tuvo acceso. “Entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre estaré en comisión de servicios en el exterior. Por lo tanto, como presidente de la junta y teniendo en cuenta que sería la última del año, propongo reprogramar la sesión para el 13 o el 20 de diciembre, según la disponibilidad de los miembros”, sostuvo el mandatario, que es el presidente de la junta.

Pero el anuncio no cayó bien en el piso 12 de la Alpujarra. Y menos que el gobernador se ausentara para cumplir agenda en México justo la semana del 29 de noviembre, día para el que estaba programada la reunión. “Esa junta estaba agendada desde principio de año. Fue una jugadita de Aníbal porque sabe que no tiene mayorías”, le dijo a La Silla una fuente del primer círculo de Quintero, que pidió la reserva para no enredar el proceso.

Luego vino el contraataque, también en forma de correspondencia.

En respuesta a Gaviria, el alcalde encargado de la ciudad, Óscar Hurtado, y el director de Planeación, Alejandro Muñoz, enviaron una nueva citación. Los dos miembros de junta agendaron una sesión extraordinaria para el 7 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el piso 12 de la Alpujarra. Entre los puntos a tratar, que deben cantarse previamente, se leen: “remoción del gerente general y sus suplentes” y “actualización del manual de funciones y requisitos”.

El derrotero, sumado al tono beligerante de Gaviria, hizo que la tormenta cuajara. “Como lo advertí, aquí está la comprobación de las intenciones que buscan saciar ambiciones y alimentar revanchismos a costa de la tradición de manejo técnico y transparente del Metro”, dijo Gaviria, quien capotea este pulso a través de X (antes Twitter), porque está en un congreso en Guadalajara. Allí lo acompaña Claudia García, directora de Planeación del departamento e integrante de la junta.

Y Federico Gutiérrez, el alcalde electo de la ciudad, tampoco guardó silencio. En un tono cordial, distinto al que acudió durante la campaña, le pidió a Petro echar para atrás el remezón. “Presidente, le pido en nombre de la gente de Medellín y de Antioquia que no cometa este grave error. No tiene sentido que a casi un mes de que tomemos posesión el gobernador electo y yo, se dé un golpe de Estado en el Metro”.

En su mensaje, el alcalde entrante reconoció que no tiene cómo frenar la salida de Elejalde. Y es que tener un gerente contrario podría enredar su gestión, además de mantener vivo a Quintero. El Metro tiene a su cargo proyectos neurálgicos en la región, como el metro de la 80, además de inversiones millonarias y asesorías en megaproyectos internacionales, como el tren de Quito, en Ecuador.

Pero el enredo tiene explicación. El organismo directivo de la empresa de transporte tiene nueve sillas: cinco del gobierno nacional, dos de la Alcaldía de Medellín (Hurtado y Muñoz) y dos de la Gobernación de Antioquia (Gaviria y García). Esa cuenta estuvo en contra de los intereses de Quintero durante buena parte de su administración, pero justo el 26 de septiembre pasado hubo un cambia que agitó las aguas y que Gaviria calificó entonces como “una toma hostil”, orquestada por Quintero y Petro.

A excepción de Ferney Camacho, director de Infraestructura del Ministerio de Transporte (designado por esa cartera), y de Luis Alexander López Ruiz, subdirector de Financiamiento Interno de la Nación (designado por el Ministerio de Hacienda), tres de los cinco nombres delegados por Presidencia cambiaron.

En reemplazo, y con rótulo de independientes pero filtrados por Petro, asumieron Juan Carlos Tafur, presidente de Mela’s Craft Beer, un emprendimiento de cerveza artesanal; Sebastián Hinestroza Arango, representante del Consorcio Megavias Antioquia 2021 y empresario del sector de la construcción; y Mary Luz Escobar Rivera, administradora pública y consultora en asuntos de innovación, emprendimiento y competitividad.

“Desde ese momento”, dice un trabajador de la oficina directiva del Metro que pidió la reserva, “se supo que ellos tendrían mayorías para remover al gerente”. Y aunque la fuente afirma que el directivo ha estado más ocupado que preocupado, también agrega: “Quintero siempre quiso remover a Elejalde. Pero la junta era diferente, hasta hace poquito, que cambió con la llegada de los contratistas”.

La fuente da en el clavo, porque la independencia de los miembros de junta que recién llegaron está en tela de juicio y además los nombramientos muestran una evidente articulación entre Quintero y Petro.

El Colombiano reveló que Tafur tiene un contrato activo con la Secretaría Privada de la Alcaldía, mientras que Hinestroza es representante de una firma que ha contratado miles de millones con la administración. Escobar, por su parte, asumió como parte de la junta de Ruta N en 2022 y además fue representante de una firma que contrató en el pasado con INNpulsa, entidad por donde pasó Quintero como directivo.

Otro oficinista del Metro, que también pide la reserva, dice que allí los pelos están de punta. Resulta que Elejalde ajusta casi 30 años en la compañía: llegó desde Alemania, donde estudió su pregrado en ingeniería, y desde entonces no le ha perdido la pista a ningún proceso en la entidad. Allí se convirtió en gerente en 2016, y desde entonces se ha mantenido en el cargo, “siendo siempre muy técnico”, dice la fuente. Esta precisión refuerza el malestar de la jugada, porque un convenio de 2008 entre la Alcaldía, la Gobernación y el Metro regla sobre la autonomía del gobierno corporativo en la entidad.

El documento reza: “El cambio de gerente debe responder a razones objetivas, de acuerdo con los resultados de su gestión, y después de hacer una evaluación objetiva”. Hasta el momento, dicha medición se desconoce. Y entre las propuestas de la junta extraordinaria se cuenta el ajuste de los requisitos para el cargo, que exige una experiencia mínima de diez años en puestos directivos del sector transporte.

“El tema nos tomó por sorpresa. Se han dado muchísimos cambios de gobierno, pero se ha respetado la autonomía administrativa de la empresa para dar continuidad a los procesos. Y el presupuesto para 2024 no es menor: hablamos de $4 billones, con unos contratos complejos desde lo técnico y con un impacto social que también es delicado”, le dice a La Silla Elejalde, el actual gerente. Y agrega: “Estamos administrando una empresa después de la pandemia, y eso financieramente es supremamente delicado”.

—Pero cómo era la relación con Quintero, ¿tensa?

—Era una relación positiva, de total respeto a la institucionalidad —dice Elejalde—. Sin embargo, hay una situación que es más administrativa que relacional. Y eso pudo afectar.

El gerente en funciones revive un pulso que enredó a la Alcaldía de Quintero con el Metro. Resulta que el sistema demandó a la administración porque esta tiene una deuda de $80 mil millones con el Fondo de Estabilización Tarifaria, que cofinancia la operación de algunas líneas de Metroplús y de parte de los buses públicos de la ciudad. “Instaurar la demanda era nuestra obligación, no lo podíamos obviar. Y esa demanda se debe reactivar, porque no se cumplió con un acuerdo de pago que vencía en octubre”, sostiene Elejalde.

—¿Entonces esto es una represalia del exalcalde?

—Es usted quien saca esa conclusión —dice el gerente—.

Lo cierto, agrega después, es que los delegados de los ministerios de Transporte (Camacho) y Hacienda (López) están preocupados por la situación. “Hemos trabajado en armonía con esos ministerios, porque el Metro también depende de los recursos de la Nación. Y aunque hay miembros de la junta alineados con Quintero, esa no es necesariamente la dirección que el gobierno nacional quiere para el Metro”.

Para reemplazar a Elejalde suenan Hinestroza, hoy en la junta; Carlos Mario Montoya, exsecretario de Gestión y Control Territorial de esta Alcaldía; Esteban Restrepo, excandidato a la Gobernación; y Sergio López, otro exfuncionario de la entraña de Quintero, que ya tuvo asiento en la junta porque fue director de Planeación.

“Hay una alineación para lograr mayorías. Petro tiene mayoría simple, y con la Alcaldía sería absoluta. El golpe no se había dado porque estábamos en Ley de Garantías, pero se estaba cocinando desde hace rato”, le dice a La Silla uno de los barajados para relevar a Elejalde, que pide la reserva para no entorpecer un posible nombramiento. “Lo de la toma hostil es un cuentazo. A Claudia Restrepo, rectora de Eafit, la nombraron sin tener la experiencia suficiente en el sector. Tienen rabo de paja”, asevera la fuente.

Lo cierto es que la movida es del total interés del presidente Petro. Y aunque una fuente del Ministerio de Transporte, que pidió la reserva por no ser portavoz, le dijo a La Silla que el tema no se ha tocado en el despacho del ministro William Camargo en las últimas semanas, “el asunto es delicado y es probable que se haya cuadrado con Presidencia. Porque el ministro no tocó el tema con Aníbal Gaviria la última vez que estuvo en Antioquia”.

Mientras hay humo blanco, Elejalde, con el respaldo público de concejales, los electos Gutiérrez (en la Alcaldía) y Andrés Julián Rendón (en la Gobernación), además de la bancada antioqueña en el Congreso y el sindicato del Metro, espera que no cuaje el “golpe de Estado” con el que buscan ajustar cuentas Quintero y Petro.

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La carta tapada de Petro y Quintero para la derecha en Antioquia

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01.12.2023

Un correo que podría tener consecuencias duraderas fue la antesala de la más reciente disputa política en Medellín. El emisario: Aníbal Gaviria, el gobernador de Antioquia. Los destinatarios: los nueve miembros de la junta que toma las decisiones en el Metro de Medellín, la empresa de transporte masivo que es insignia en la región. El mensaje: posponer una sesión en la que el equipo del exalcalde Daniel Quintero y el gobierno de Gustavo Petro buscaban jugarse su última carta tras la derrota en estas regionales: tumbar a Tomás Elejalde, el gerente que lleva ocho años en cabeza de la compañía de transporte.

“Buenos días”, escribió el gobernador en una misiva a la que La Silla tuvo acceso. “Entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre estaré en comisión de servicios en el exterior. Por lo tanto, como presidente de la junta y teniendo en cuenta que sería la última del año, propongo reprogramar la sesión para el 13 o el 20 de diciembre, según la disponibilidad de los miembros”, sostuvo el mandatario, que es el presidente de la junta.

Pero el anuncio no cayó bien en el piso 12 de la Alpujarra. Y menos que el gobernador se ausentara para cumplir agenda en México justo la semana del 29 de noviembre, día para el que estaba programada la reunión. “Esa junta estaba agendada desde principio de año. Fue una jugadita de Aníbal porque sabe que no tiene mayorías”, le dijo a La Silla una fuente del primer círculo de Quintero, que pidió la reserva para no enredar el proceso.

Luego vino el contraataque, también en forma de correspondencia.

En respuesta a Gaviria, el alcalde encargado de la ciudad, Óscar Hurtado, y el director de Planeación, Alejandro Muñoz, enviaron una nueva citación. Los dos miembros de junta agendaron una sesión extraordinaria para el 7 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el piso 12 de la Alpujarra. Entre los puntos a tratar, que deben cantarse previamente, se leen: “remoción del gerente general y sus suplentes” y “actualización del manual de funciones y requisitos”.

El derrotero, sumado al tono beligerante de Gaviria, hizo que la tormenta cuajara. “Como lo advertí, aquí está la comprobación de las intenciones que buscan saciar ambiciones y alimentar revanchismos a costa de la tradición de manejo técnico y transparente del Metro”, dijo Gaviria, quien capotea este pulso a través de X (antes Twitter), porque está en un congreso en Guadalajara. Allí lo acompaña Claudia García, directora de Planeación del departamento e integrante de la junta.........

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