La semana pasada la administración de Alejandro Eder tuvo su primera baja. Su asesor de despacho, Juan Camilo Castilla, renunció luego de que se conocieran denuncias en su contra por presunto abuso sexual. Lo que parecía una apuesta sagaz por tender puentes con el gobierno, terminó en señalamientos que salpicaron la imagen de su Alcaldía.

Juan Camilo Castilla es un joven abogado, proveniente del progresismo. Su respaldo a la campaña presidencial de Petro le permitió escalar posiciones y mostrarse como enlace entre lo local y lo nacional. Pero las denuncias en su contra truncaron su posición.

El caso no golpeó considerablemente a la administración de Eder, pero es un aviso de los daños colaterales que le pueden acarrear sus alianzas de campaña. También de que busca tener un puente fluído en Casa de Nariño.

La coyuntura política del año pasado daba ventaja en las elecciones locales a los candidatos más cercanos a la derecha. Con ese panorama, Eder se acercó a ese sector político y tomó distancia del gobierno nacional, aliándose con sus opositores. Sin embargo, fiel a su perfil conciliador, no cerró la puerta a los alternativos.

Castilla aterrizó en su campaña con las banderas del progresismo. Comenzó en la política como líder estudiantil hace 10 años y se vinculó al Polo Democrático, donde renunció años después por diferencias ideológicas. Sin embargo, siempre se mantuvo cerca de la política.

Durante la campaña presidencial de 2018, se movilizó a favor de la candidatura de Gustavo Petro con un “parche” político que agrupaba a varios jóvenes activistas interesados en política, bajo la chapa “Nos unimos o Nos Hundimos”. Cuatro años después, volvió a apoyar a Petro y tras su victoria pasó a ser asesor de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y de la Central de Inversiones, adjunta al Ministerio de Hacienda.

El primer café entre Castilla y Eder fue a finales de 2022. “En esa conversación nos caímos bien. Me pareció un tipo con el que se podía hablar, no como lo pintaban en la izquierda”, dijo Castilla. El tinto fue la antesala para la alianza que se dio a principios de 2023, cuando Castilla ya tenía en su solapa la insignia del gobierno nacional.

“Para nosotros en su momento nos parecía interesante que un bloque de izquierda se hubiera interesado en Alejandro”, dijo uno de los asesores que recomendó a Castilla, quien pidió la reserva de su nombre por no ser vocero oficial. “Desde marzo o abril deciden hacer parte de la campaña. No fueron parte de la organización, pero sí se la jugaron por Alejandro”, añadió.

Castilla niega su participación en la campaña de Eder porque para ese momento era servidor público y no podía participar en política. “Lo único que hice fue votar por una Cali reconciliada porque era la mejor protesta, pero no tuve incidencia”, afirmó.

Sin embargo, otro líder de la campaña de “Revivamos Cali” ratificó su participación y dijo que si bien Castilla no apareció públicamente, su equipo político estuvo en la campaña de Eder a través de Paola D’Haro, excandidata a la Asamblea del partido En Marcha.

“Eder quería reactivar la presencia institucional de Cali en la capital. Me había confiado promover una gestión de la ciudad ante el gobierno nacional, ante el legislativo y demás”, explicó Castilla. Su primer objetivo era la promoción de la Casa Valle en Bogotá, una especie de embajada que impulsó Henry Eder, el padre del alcalde, cuando le correspondió la Alcaldía a finales de los 80.

La cercanía de Castilla con el gobierno, según informaron tres fuentes de diferentes orígenes políticos, se debía a su cercanía con Sebastián Caballero, de la Colombia Humana. Caballero fue el gerente regional de la campaña de Petro en el Valle y actualmente es el vicepresidente jurídico de la SAE. Sin embargo, Castilla también lo negó. Para aliados de alto perfil, como el senador Wilson Arias, el abogado no tenía las credenciales para tocar las puertas de Palacio.

“Me sorprendería que pudiera tener ese nivel de influencia”, dijo el senador del Polo Democrático, quien conoció a Castilla en su paso por ese partido. “Es posible que algunos quieran presentar como suyos lo que es una apertura de Gustavo Petro al entendimiento con algunos mandatarios regionales”, agregó.

Los objetivos con la Casa Valle ahora están quietos, tras conocerse varias denuncias contra Castilla por presunto abuso sexual.

Dos mujeres, en dos casos separados, interpusieron denuncias penales contra Juan Camilo Castilla por el mismo presunto delito: acceso carnal abusivo o acto sexual abusivo con incapacidad de resistir. Ambas decidieron hablar con La Silla Vacía, después de que se hicieran públicas sus denuncias sin su consentimiento. Las denuncias fueron interpuestas en la Fiscalía entre 2018 y 2019 y siguen activas. A petición suya, La Silla Vacía no publica sus nombres y los detalles de cada caso para proteger su intimidad.

“Mi temor es que lo pongan en otro lado donde no llame la atención. Él representa un peligro para las mujeres que lo rodean, hemos notado una sistematicidad en su actuación”, dijo una de ellas. “Para que las mujeres estemos seguras y se nos garantice la participación en espacios políticos, Castilla no puede ocupar cargos públicos”, agregó.

“El hecho de que tenga cada vez más poder, hace que tenga más capacidad de hacerle daño a otras mujeres y a otras personas”, afirmó la otra mujer. También le hizo un cuestionamiento a la Alcaldía de Cali y al gobierno nacional: “¿Por qué una persona con dos denuncias ante la Fiscalía tiene acceso a cargos públicos? Sus filtros tienen que ser más rigurosos”.

A pesar de que las denuncias no eran públicas, tampoco eran secretas entre los sectores de izquierda de Cali. La Silla conoció el testimonio de una persona que encaró públicamente a Castilla durante un evento en la sede de campaña de Francia Márquez en 2022. “Yo lo perseguí por toda la sede y le dije a todas las personas que me encontré que él era un violador, pero nadie hizo nada”.

Las dos mujeres hicieron un llamado a la Fiscalía para que le dé celeridad a sus procesos, que cinco años después tienen un avance mínimo. También se refirieron a los periodistas que cubrieron sus casos: “Nos quitaron nuestra capacidad de agencia hablando por nosotras sin autorización. Es una revictimización entregarle los micrófonos al victimario”, dijeron.

La Silla le preguntó a la Alcaldía de Cali si sabían de las denuncias penales en contra de Castilla y respondió que “se revisaron los antecedentes penales, disciplinarios y fiscales, en los cuales no registro inhabilidades que le impidieran ser nombrado”.

“Quiero creer que es una falla en verificar qué hay detrás de cada personaje que van a nombrar”, dijo Ghina Castrillón, analista política de la Fundación Paz y Reconciliación, quien escribió una columna sobre el caso. “De no ser así, si sabían de esos cuestionamientos, en términos legales no podían contratarlo, pero en términos políticos eso llevaría a pensar que no les importa”, agregó.

Al ser consultado por La Silla, Castilla dijo que ya se había puesto a disposición de las autoridades y no se refirió a las denuncias en su contra.

Castilla también ha sido objeto de otras acusaciones durante la última semana. El periodista Camilo Chará, quien alterna sus labores periodísticas con su proselitismo político, publicó una serie de hilos en X en los que lo acusa de ejercer una “toma burocrática” de la SAE y promover una campaña negra en contra del excandidato Roberto “El Chontico” Ortiz.

Los cuestionamientos se fundamentan en que al menos siete exempleados de la firma Coem Abogados, fundada por Castilla, fueron contratados recientemente por la SAE, donde el mismo Castilla también fue contratista. Entre ellos está Luis Mejía Motato, amigo personal de Castilla y ahora gerente regional de la entidad. La empresa también contrató en los dos años anteriores con dicha firma por sumas superiores a los $200 millones.

En este gobierno, la SAE pasó de ser una empresa meramente administrativa a ser una de las entidades más representativas, bajo el liderazgo de Daniel Rojas Medellín. En Cali tiene una relevancia mayor, pues según cifras de 2022, es la ciudad donde la entidad administra más predios, por encima de Bogotá y Medellín.

Por otro lado, hay versiones que acusan a Castilla de estar detrás de una campaña negra en contra de Roberto Ortiz. Camilo Chará, quien ha trabajado de la mano con “El Chontico”, publicó un audio de un chat que habría tenido con Castilla en 2022, en la que se escucha la voz del abogado jactarse de haber hecho una campaña en contra de Ortiz en 2019 y ofrecer un “pacto de no agresión” para 2023.

“Si el acuerdo es plata (…) yo les garantizo que mi parche no les va a tirar, ni en redes ni por fuera de redes, no tendríamos acciones en contra de vos ni del Chonto”, se escucha en el audio. Tras la publicación, el excandidato anunció acciones legales.

Adelantaré todas las acciones que me permita la ley en contra del señor @JCastillaO, ex asesor del @AlcaldiaDeCali @alejoeder por presuntamente organizar la guerra sucia en mi contra en las pasadas elecciones.

Haré todo lo que esté a mi alcance para defender mi honra, buen… pic.twitter.com/38mcnd02cA

“Me ofreció desprestigiar a Alejandro Eder, como lo hizo conmigo para favorecer a Jorge Iván Ospina en 2019. Como no pudo, al parecer se fue a otra campaña a atacarme a mí”, dijo Ortiz en sus redes sociales. “El premio que recibió por su sicariato moral fue un nombramiento”, agregó.

Después de su derrota, “El Chontico” firmó la paz con Eder y le mostró su apoyo como concejal, a pesar de estar en la curul que da el estatuto de oposición. Por un momento volvió a su antagonismo, pero le dijo a La Silla que seguirá apoyando al alcalde.

Para los aliados de Eder, las acusaciones pueden responder a intereses políticos de Ortiz.

“Es un juego del equipo de Roberto Ortiz por demostrar que puede hacer daño”, dijo Michel Maya, uno de los líderes de la campaña de Eder. “Lo que están tratando es que el alcalde tenga otro tipo de gestos con él”, agregó.

El protagonista, Castilla, se defendió y dijo que nunca tuvo esa conversación y que su voz pudo ser utilizada para construir el audio. También se refirió a su poder en la SAE.

“La historia se contó de manera tendenciosa. Nada de lo que salió está oculto, mucho menos alguna conducta ilegal, o una irregularidad. No tenía ordenación del gasto y la vinculación de personas jamás pasó por mis manos”, afirmó.

A pesar del revés en su estrategia para acercarse al gobierno nacional, Eder mantiene en firme sus intenciones. Cali podría ser la consentida del gobierno entre las grandes capitales, donde Petro no logró poner de alcalde a ninguno de sus candidatos.

A diferencia de Álex Char en Barranquilla, Federico Gutiérrez en Medellín y Jaime Beltrán en Bucaramanga, Eder ha sido cauto y no se ha puesto la marca de opositor del gobierno. Además, tiene posiciones menos conservadoras que sus pares, en aspectos como el proceso de paz con las Farc —del cual participó—, el consumo de drogas y la justicia restaurativa.

Los unen varios intereses. Cali respaldó ampliamente a Petro en 2022 y Francia Márquez tiene un interés particular por la ciudad donde vivió. Eder, por su parte, busca financiación para grandes proyectos como el Tren de Cercanías, y posicionar a Cali a nivel internacional, como espera hacerlo si el gobierno le da la sede de la COP 16, el evento más importante que ha logrado traer a Colombia.

Eder también tiene buena relación con varias de las cabezas del gobierno: el minInterior Luis Fernando Velasco, el minTransporte William Camargo y el general de la Policía, William Salamanca. Durante las últimas dos semanas, Eder se reunió con cuatro ministros, con la vicepresidenta y el director de la SAE.

En su afán por acercarse al gobierno nacional, Eder selló una alianza infructuosa. Su objetivo sigue intacto y ya está dando resultados, pero el éxito dependerá en buena medida de quien sea su próximo designado para impulsar dicha misión.

QOSHE - Asesor denunciado por violación mostró que Eder busca acercarse a Petro - Julio César Caicedo Cano
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Asesor denunciado por violación mostró que Eder busca acercarse a Petro

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09.02.2024

La semana pasada la administración de Alejandro Eder tuvo su primera baja. Su asesor de despacho, Juan Camilo Castilla, renunció luego de que se conocieran denuncias en su contra por presunto abuso sexual. Lo que parecía una apuesta sagaz por tender puentes con el gobierno, terminó en señalamientos que salpicaron la imagen de su Alcaldía.

Juan Camilo Castilla es un joven abogado, proveniente del progresismo. Su respaldo a la campaña presidencial de Petro le permitió escalar posiciones y mostrarse como enlace entre lo local y lo nacional. Pero las denuncias en su contra truncaron su posición.

El caso no golpeó considerablemente a la administración de Eder, pero es un aviso de los daños colaterales que le pueden acarrear sus alianzas de campaña. También de que busca tener un puente fluído en Casa de Nariño.

La coyuntura política del año pasado daba ventaja en las elecciones locales a los candidatos más cercanos a la derecha. Con ese panorama, Eder se acercó a ese sector político y tomó distancia del gobierno nacional, aliándose con sus opositores. Sin embargo, fiel a su perfil conciliador, no cerró la puerta a los alternativos.

Castilla aterrizó en su campaña con las banderas del progresismo. Comenzó en la política como líder estudiantil hace 10 años y se vinculó al Polo Democrático, donde renunció años después por diferencias ideológicas. Sin embargo, siempre se mantuvo cerca de la política.

Durante la campaña presidencial de 2018, se movilizó a favor de la candidatura de Gustavo Petro con un “parche” político que agrupaba a varios jóvenes activistas interesados en política, bajo la chapa “Nos unimos o Nos Hundimos”. Cuatro años después, volvió a apoyar a Petro y tras su victoria pasó a ser asesor de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y de la Central de Inversiones, adjunta al Ministerio de Hacienda.

El primer café entre Castilla y Eder fue a finales de 2022. “En esa conversación nos caímos bien. Me pareció un tipo con el que se podía hablar, no como lo pintaban en la izquierda”, dijo Castilla. El tinto fue la antesala para la alianza que se dio a principios de 2023, cuando Castilla ya tenía en su solapa la insignia del gobierno nacional.

“Para nosotros en su momento nos parecía interesante que un bloque de izquierda se hubiera interesado en Alejandro”, dijo uno de los asesores que recomendó a Castilla, quien pidió la reserva de su nombre por no ser vocero oficial. “Desde marzo o abril deciden hacer parte de la campaña. No fueron parte de la organización, pero sí se la jugaron por Alejandro”, añadió.

Castilla niega su participación en la campaña de Eder porque para ese momento era servidor público y no podía participar en política. “Lo único que hice fue votar por una Cali reconciliada porque era la mejor protesta, pero no tuve incidencia”, afirmó.

Sin embargo, otro líder de la campaña de “Revivamos Cali” ratificó su participación y dijo que si bien Castilla no apareció públicamente, su equipo político estuvo en la campaña de Eder a través de Paola D’Haro,........

© La Silla Vacía


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