El Tren de Cercanías es el primer proyecto de gran envergadura en el Valle en varias décadas. Sus rieles no solo unen a Jamundí con Cali. También conectan las principales apuestas políticas del alcalde Alejandro Eder y la gobernadora Dilian Toro, que hoy renovaron su compromiso en un acto simbólico.

El Tren de Cercanías del Valle ya fue radicado para aval técnico en el Ministerio de Transporte, y si todo sale como está planeado, entraría a licitación el segundo semestre de 2024. Su construcción representa una oportunidad de integración metropolitana, pero también una transformación histórica de la que ambos mandatarios quieren ser protagonistas.

El camino del tren se cruza necesariamente por el visto bueno del gobierno de Gustavo Petro, que gana una palanca política importante en el Valle, con dos políticos de proyección nacional.

Por eso su carga no será solo de pasajeros. Se trata de un proyecto que simboliza la recuperación de la confianza de los caleños y vallunos, tras años de división que terminaron explotando con el paro nacional. Esto le da incentivos grandes para avanzar, pero, según críticos, el entusiasmo colectivo podría dejar por fuera discusiones importantes, sobre todo a la hora de gastar casi 6 billones de pesos.

El Valle es una región con tradición ferroviaria. Es la tierra el Ferrocarril del Pacífico, donde se erigieron grandes talleres que hoy están convertidos en centros comerciales, museos y bodegas. Desde que rodó por última vez un tren por Cali el corredor férreo está esperando un nuevo inquilino.

Hace seis años, comenzó a tomar forma la opción de un tren de cercanías. El proyecto estuvo liderado por Propacífico, una fundación privada creada precisamente por Alejandro Eder para impulsar proyectos de impacto regional. Durante la gobernación de Toro y la alcaldía de Maurice Armitage comenzaron los estudios de prefactibilidad.

“Ese era un sueño que teníamos los vallecaucanos y del que hace muchos años empezó a hablar, por eso yo llegué con la idea de que empezáramos el proyecto del tren de cercanías”, le dijo a La Silla Dilian Toro, la exgobernadora que repetirá administración a partir del año entrante. “Con Propacífico y con la Alcaldía logramos hacer esa prefactibilidad porque conseguimos unos recursos de la embajada francesa”, afirmó.

Según la prefactibilidad, la mejor alternativa para la región era un Tren Tram o Tren Tranvía, pensado para una demanda menor a la de un Metro y que pueda integrarse fácilmente a la ciudad. El macroproyecto pasará por Palmira, Yumbo, Cali y Jamundí. Sin embargo, el tramo priorizado será el de Cali-Jamundí.

“Era de todos los tramos el que tenía más demanda. Demanda actual, gente que hoy todos los días transita de Cali a Jamundí”, explicó Maria Isabel Ulloa, directora de Propacífico. “Jamundí ha crecido un 200 por ciento su población. Los caleños se han ido para allá, los más pobres, porque en Cali no hay donde hacer vivienda de interés social”, explicó.

En los últimos cuatro años se surtió la segunda etapa del proyecto, la factibilidad. Ese paso era necesario para el aval técnico del Ministerio de Transporte, que está en trámite desde octubre. La radicación y las elecciones, fueron un nuevo envión para el proyecto.

El trazado aprovechará el corredor férreo existente, con un recorrido a nivel de 23,6 kilómetros. Serán 21 estaciones desde la Central, cerca a la Terminal de Cali, hasta Jamundí, entre el parque principal y el sector de la Ladrillera. Los 18 trenes dobles tendrán una capacidad de mil pasajeros cada uno y pasarán cada seis minutos por 21 estaciones, 18 de ellas en Cali. Tendrá una inversión de $5,4 billones, contando con la variación del dólar.

“Esto no solo va a conectar a Jamundí con Cali. Este es un proyecto transformador que puede generar en su construcción entre 5 y 10 mil empleos”, afirmó Eder durante el evento. “Como exdirector de Propacífico también es un orgullo, lo vimos nacer junto a la gobernadora”, agregó.

Además de un proyecto de movilidad, el Tren de Cercanías busca para cambiarle la cara a una ciudad. A diferencia de Medellín y Barranquilla, la Capital del Valle no ha podido sacar adelante obras emblemáticas en los últimos años.

En Medellín, el Metro es una insignia y obras complementarias como el Metrocable y el Tranvía han sido vehículos de transformación urbanística. En Barranquilla, obras como el Malecón del Río Magdalena hacen hablar de un “milagro barranquillero”. Sin embargo, en Cali no ha habido proyectos de ese calado. El Tren es el turno de Cali para brillar.

“Eso genera esperanza de que vamos a crecer y vamos a ser mejores”, afirmó la gobernadora Toro. “Para nosotros va a ser muy importante dejarlo muy adelantado, ojalá en un 70 por ciento”, agregó.

“Más que un proyecto de transporte, esto genera un efecto detonante en los territorios porque activa nuevas oportunidades de empleo, nuevos espacios de vivienda y genera dinámica alrededor de las estaciones”, indicó Manuel Reina, director de Desarrollo Regional de Propacífico y encargado del empalme en Cali en el sector de Infraestructura. “Es como cuando una mujer se corta el pelo y se maquilla. El Tren tiene la capacidad de hacernos ver de una manera diferente”, complementó Ulloa.

Es también un símbolo de unidad, dados los diversos intereses que reúne. Sector público y sector privado están trabajando mancomunadamente, así como gobiernos locales y departamentales. Alrededor del proyecto se gestó la creación del ente gestor, Sitren, y una autoridad regional de transporte para tomar decisiones conjuntas. Paralelamente, avanzó en el Congreso el proyecto de creación del Área Metropolitana de Occidente, que busca formalizar la unión de facto que ya existe en el territorio.

“Es un proyecto que sin duda cambia la realidad de nuestro municipio. Lo conecta al futuro”, afirmó el Alcalde de Jamundí, Andrés Ramírez. “No puede haber diferencias políticas. Lo que tiene que valer es la capacidad de entender que la gente tiene que moverse bien, que el cambio climático es una realidad y este proyecto impacta de manera positiva sus efectos, genera seguridad y mejora los tiempos de desplazamiento”, agregó. Jamundí ya se está preparando para la llegada del tren con dos parques y una sede del Sena que se están construyendo en zonas aledañas.

Por otro lado, es una oportunidad de unidad política, en una ciudad donde la división se ha expresado en las calles y los recintos. Alejandro Eder apoyó al rival de Toro (Tulio Gómez) en las elecciones pasadas, mientras que la maquinaria de Toro se movió a favor de Roberto Ortiz. Sin embargo, a los dos les conviene firmar la placa de la obra que marcaría el inicio del futuro de Cali.

Hasta el presidente Gustavo Petro se subió, en el marco de su estrategia para la reactivación férrea del país. El proyecto logró un espacio en el Plan Nacional de Desarrollo y fue la Financiera de Desarrollo Nacional la encargada de dejar lista la factibilidad. Además, Eder tiene carta de entrada al gobierno vía William Camargo, el ministro de Transporte, que fue secretario de Movilidad de Armitage en 2019.

Sin haberse construido el tren, ya ha sido eficaz para movilizar los diferentes sectores, pero si no se tiene cuidado puede llevar a espejismos. “Siento que hay un deseo de modernismo y de tener sistemas férreos como algo que se asocia con la modernidad. Los sistemas férreos tienen una capacidad muy alta y son muchos más caros de construir y de mantener, incluso para Bogotá”, afirmó Álvaro Rodríguez, profesor en el área de ingeniería de transporte en la Universidad de los Andes.

“La evidencia de ciudades como Sao Paulo o como París muestran que esos trenes de cercanías llevan dejar de ser modelo expandido e ineficiente de ciudades dormitorio”, advirtió Rodríguez.

El ausente del evento de hoy en el Hotel Dann fue el alcalde Jorge Iván Ospina, que no firmó el compromiso. Ospina, que ha sido contrario a Eder, se negó a dar el aval financiero porque, desde su perspectiva, no atiende el área de expansión urbana en el suroriente de Cali.

“Si no llegamos a donde tenemos los nuevos habitantes de la ciudad de Cali, nos gastaríamos la plata en conectar otra ciudad con nosotros, cosa importante, pero se estimularía el uso del vehículo motor en estas 150.000 casas”, le dijo el alcalde Ospina a La Silla. “Eso pondría en peligro la operación del sistema, dado que el número de pasajeros no daría un punto de equilibrio para la operación y mantenimiento”, agregó.

Ospina pide que desde ya se incorpore en los diseños un ramal que pueda abastecer ese sector. En esa misma línea, pero desde otra orilla política, está Ricardo Cobo, exalcalde de Cali y aliado de Eder.

“El alcalde de Cali tiene que pensar en cómo soluciona el problema a la ciudad y cómo empodera ese trazado para meterlo a Cali”, afirmó Cobo. “Quieren a como dé lugar hacer el tren, pero que sean más grandes que eso, que piensen en los barrios de Cali y en esa ciudad que no tiene como movilizarse”, agregó. En su administración, Cobo impulsó la iniciativa de Metro para Cali, que en la siguiente administración fue reemplazada por el sistema MIO.

Las posiciones de Cobo y de Ospina encarnan la de una parte de los caleños, que tras el sueño de un Metro que nunca se construyó y la frustración de un sistema de buses que funciona a medias, ven el tren la solución anhelada. Pero los promotores del proyecto sostienen que los objetivos son distintos.

“No se puede pretender que el tren sea la solución de movilidad de Cali, porque solamente va por una parte de la ciudad. El tren tiene que entrar a jugar con todo el sistema de movilidad y conectarse con el MIO y otros medios de transporte”, afirmó Ulloa.

“El tren es un proyecto que va a durar muchos años, 15 o 20 en construcción, entonces no hay que preocuparse”, respondió Eder ante los reparos de su antecesor. “Se han hecho estudios con las empresas más serias del mundo, tenemos que arrancar con la licitación y construcción del primer tramo y en el camino iremos ajustando los futuros tramos”, añadió.

Alejandro Eder ya tuvo su primer viaje internacional como alcalde electo, estuvo en Londres gestionando apoyos para el Tren de Cercanías. Dilian Francisca Toro, no se quedó atrás y se reunió con el embajador de China. Ambos coincidieron el mes pasado en reuniones durante el Congreso Nacional de Infraestructura con el mismo fin.

El tren seguirá su curso y de obtener el aval del técnico de MinTransporte, llegará a las oficinas de MinHacienda para el aval fiscal, que es la etapa más crucial. La ley 310 de 1996 o Ley de Metros compromete a la Nación con mínimo 70 por ciento de los recursos, pero Hacienda deberá definir cuál va a ser el valor exacto.

Los planes estiman que el aval técnico quede listo en enero y el fiscal en febrero. La cofinanciación se firmaría en julio del año entrante y la licitación se abriría en agosto. El Tren comenzaría su construcción en abril de 2025.

“Lo que es inmediato es la respuesta de la nación y su viabilidad. El proceso posterior es conseguir la cofinanciación de la nación, ese es el punto más sensible. Lo demás son trámites de corte administrativo para proceder a la contratación de fase tres”, afirmó Carlos González, planificador urbano experto en movilidad. “Es un muy buen momento teniendo en cuenta que varios de los requisitos más importantes ya se cumplieron. Por ejemplo, ya hace parte del Nacional de Desarrollo”, añadió.

Pese a que se especuló con que la empresa británica Crossrail sería la encargada de su construcción, hasta ahora solo lo apoyarán como asesores. Será una licitación la que defina la firma constructora, que también se encargará de operar el sistema.

Hasta entonces, tanto la gobernadora y los alcaldes electos de Cali y Jamundí, firmaron un compromiso irreversible con el tren y, en buena medida, definirán el futuro de la región.

QOSHE - El tren del orgullo caleño une el destino político de Eder y Toro - Julio César Caicedo Cano
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El tren del orgullo caleño une el destino político de Eder y Toro

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04.12.2023

El Tren de Cercanías es el primer proyecto de gran envergadura en el Valle en varias décadas. Sus rieles no solo unen a Jamundí con Cali. También conectan las principales apuestas políticas del alcalde Alejandro Eder y la gobernadora Dilian Toro, que hoy renovaron su compromiso en un acto simbólico.

El Tren de Cercanías del Valle ya fue radicado para aval técnico en el Ministerio de Transporte, y si todo sale como está planeado, entraría a licitación el segundo semestre de 2024. Su construcción representa una oportunidad de integración metropolitana, pero también una transformación histórica de la que ambos mandatarios quieren ser protagonistas.

El camino del tren se cruza necesariamente por el visto bueno del gobierno de Gustavo Petro, que gana una palanca política importante en el Valle, con dos políticos de proyección nacional.

Por eso su carga no será solo de pasajeros. Se trata de un proyecto que simboliza la recuperación de la confianza de los caleños y vallunos, tras años de división que terminaron explotando con el paro nacional. Esto le da incentivos grandes para avanzar, pero, según críticos, el entusiasmo colectivo podría dejar por fuera discusiones importantes, sobre todo a la hora de gastar casi 6 billones de pesos.

El Valle es una región con tradición ferroviaria. Es la tierra el Ferrocarril del Pacífico, donde se erigieron grandes talleres que hoy están convertidos en centros comerciales, museos y bodegas. Desde que rodó por última vez un tren por Cali el corredor férreo está esperando un nuevo inquilino.

Hace seis años, comenzó a tomar forma la opción de un tren de cercanías. El proyecto estuvo liderado por Propacífico, una fundación privada creada precisamente por Alejandro Eder para impulsar proyectos de impacto regional. Durante la gobernación de Toro y la alcaldía de Maurice Armitage comenzaron los estudios de prefactibilidad.

“Ese era un sueño que teníamos los vallecaucanos y del que hace muchos años empezó a hablar, por eso yo llegué con la idea de que empezáramos el proyecto del tren de cercanías”, le dijo a La Silla Dilian Toro, la exgobernadora que repetirá administración a partir del año entrante. “Con Propacífico y con la Alcaldía logramos hacer esa prefactibilidad porque conseguimos unos recursos de la embajada francesa”, afirmó.

Según la prefactibilidad, la mejor alternativa para la región era un Tren Tram o Tren Tranvía, pensado para una demanda menor a la de un Metro y que pueda integrarse fácilmente a la ciudad. El macroproyecto pasará por Palmira, Yumbo, Cali y Jamundí. Sin embargo, el tramo priorizado será el de Cali-Jamundí.

“Era de todos los tramos el que tenía más demanda. Demanda actual, gente que hoy todos los días transita de Cali a Jamundí”, explicó Maria Isabel Ulloa, directora de Propacífico. “Jamundí ha crecido un 200 por ciento su población. Los caleños se han ido para allá, los más pobres, porque en Cali no hay donde hacer vivienda de interés social”,........

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