El 6 de diciembre en la Comisión Séptima del Senado se llevó a cabo un debate de control político al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sobre la financiación del sistema de salud.

Durante el debate, Jaramillo volvió a hablar sobre el manejo de la pandemia y dijo: “Triplicaron las camas de cuidados intensivos (UCI) porque eran un negocio. Eran para salvar la gente, pero el negocio estaba ahí oculto, porque así no estuviera llena la cama le pagaban. Ningún país del mundo tuvo que ampliar las unidades de cuidados intensivos como las ampliamos aquí”.

Esta no es la primera vez que Jaramillo pone en duda el manejo de la pandemia. Hace una semana dijo falsamente que las vacunas anticovid fueron un experimento, por eso le pasamos el Detector de Mentiras a las afirmaciones que hizo hoy y encontramos que son falsas.

En Colombia, en realidad, las camas aumentaron 2,45 veces, pasando de 5.346 a 13.105 en el tercer pico de la pandemia, y su aumento fue una de las medidas sugeridas por la OMS y desarrolladas por casi todos los países del mundo para enfrentar el virus.

En esa medida, concluir que fue un negocio desconoce una tendencia mundial y el hecho de que es deseable en materia de salud que los países tengan unidades de cuidados intensivos suficientes en proporción a su población. Colombia estaba rezagado antes de la pandemia y con el esfuerzo por aumentar la capacidad durante la emergencia mejoró sus indicadores.

Esta fue la intervención del ministro:

Como el minSalud hizo tres afirmaciones verificables, las chequeamos una por una:

Según la resolución 3100 de 2019 del Ministerio de Salud, una unidad de cuidados intensivos (UCI) es un lugar “en el cual se atiende el paciente grave y complejo con amenaza potencialmente mortal a sus sistemas vitales. Para la atención de estos pacientes, una UCI concentra recurso físico, tecnológico (monitores, ventiladores) y de talento humano especial y especializado”.

Durante la pandemia por el covid, las unidades de cuidados intensivos fueron vitales para atender a los pacientes que presentaban complicaciones y necesitaban, principalmente, ventilación mecánica.

De hecho, en su mayoría las camas UCI fueron ocupadas por personas mayores de 60 años con otras comorbilidades como enfermedades como diabetes, insuficiencia cardiaca, sistema inmunitario debilitado, entre otras.

A medida que fueron aumentando los casos de covid, aumentó el número de pacientes que necesitaban camas UCI para enfrentar la enfermedad y por eso fue necesario habilitar nuevas camas en todo el país. Incluso fue una estrategia global, que se implementó en muchos países.

“En la emergencia de la covid, con la aparición de casos severos y sin vacunas, sin antivirales disponibles como hoy, la única alternativa de tratamiento disponible era el manejo de complicaciones de forma multidisciplinaria, el escenario correcto era la UCI”, explicó la Asociación Colombiana de Infectología.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también recomendó convertir las camas en un modelo de complejidad progresiva, porque el número de pacientes a nivel mundial cada vez era más grande.

Según cifras del Ministerio de Salud, antes de la pandemia, en el país había 5.346 camas habilitadas y durante el manejo de la emergencia sanitaria por el covid, llegó a tener 13.105 camas en junio de 2021, cuando el país atravesó el tercer pico de la pandemia.

En concreto, el aumento fue del 144%, 2,45 veces. Entonces no es preciso decir que se triplicaron las camas. Y no respondió a un negocio en cuanto fue una medida tomada globalmente, no solo por Colombia, para atender el aumento de pacientes con complicaciones de síntomas causados por el covid que podían ocasionar la muerte.

Esta no es la primera vez que el ministro hace esa afirmación. En mayo de este año también dijo que se hizo un negocio con las camas UCI. “Ahí estuvo uno de los más grandes negocios. En nuestro departamento (Tolima) abrieron UCI como si estuvieran abriendo cualquier tipo de droguería”.

Tras esa afirmación, la Procuraduría abrió indagación preliminar para establecer si hubo irregularidades en ampliación de las UCI durante la pandemia y le pidió al ministro rendir testimonio jurado para ampliar su versión e indicar quienes pudieron estar involucrados en ese supuesto negocio irregular.

Sin embargo, no se ha publicado ninguna actualización sobre esa indagación. La Silla Vacía le preguntó a la oficina de prensa de la Procuraduría, pero hasta la publicación de este chequeo no obtuvimos respuesta.

Por otro lado, en la resolución 1161 de 2020, que estableció los servicios y tecnologías en salud que se usarían para la atención del covid, el gobierno implementó un pago a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) por su disponibilidad de camas UCI.

Eso quiere decir que, se les pagaban por las camas que habilitaran, así no estuvieran ocupadas en el momento.

El pago sería de 456.482 pesos por cama UCI y 347.538 pesos por intermedia, que serán girados por la Administradora de Recursos del Sistema General de Seguridad Social (Adres), luego de que las instituciones remitieran los certificados de disponibilidad de camas.

Es decir que en eso el ministro Jaramillo tiene razón. Sin embargo, llega a una conclusión errónea porque dice, sin pruebas, que la ampliación de la disponibilidad de camas UCI fue solo un negocio e ignora que se trató de una estrategia para enfrentar la pandemia, como explicamos en el primer punto.

De hecho, el pago por disponibilidad de camas UCI fue implementado por el gobierno para garantizar la disponibilidad de los servicios de cuidado intensivo e intermedio, para que hubiera suficientes camas disponibles cuando se necesitaran y así el sistema no colapsara frente a la cantidad de personas enfermas por covid que necesitaban atención.

Ese pago también fue una petición que hicieron las clínicas y hospitales, ya que les permitía tener ingresos para implementar más camas, que antes no tenían, y tener personal capacitado disponible para atender a los eventuales pacientes.

Esas camas se usaron y respondieron a la demanda.

Por ejemplo, el 17 de junio de 2021 se presentaron niveles máximos e históricos de ocupación de camas UCI. De las 13.089 que había habilitadas en ese momento en todo el país, 11.421 estaban ocupadas, lo que equivale a una ocupación de 87,26 por ciento.

Por eso la afirmación de Jaramillo es engañosa.

Como explican estos artículos académicos (1, 2 y 3) acerca del incremento de la capacidad hospitalaria durante la pandemia de covid, las estrategias más comunes para atender el gran número de contagiados fueron el aplazamiento de procedimientos quirúrgicos que no eran urgentes, la reubicación de médicos y enfermeros y la reconfiguración o creación de nuevas salas, lo que implicó la apertura de nuevas camas en UCI.

De acuerdo a lo anotado en el primer punto de este detector, en el pico de la emergencia en junio de 2021 se aumentó la capacidad de camas en 2,45 veces, un 144 por ciento.

Y el país no fue un caso aislado como quiere hacerlo ver el ministro. En España, en 2019, antes de la pandemia, había 4.447 camas UCI y en el pico de la tercera ola de covid, llegaron a haber 11.000. Es decir, aumentaron en un 147 por ciento.

En América Latina, México cuadruplicó la disponibilidad de camas entre marzo de 2020 y julio de 2021. Y según un informe sobre la pandemia de covid de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en ese mismo periodo—que fue el de mayor gravedad de la emergencia—, hubo un aumento del 103 por ciento en promedio de camas en UCI en 16 países de Latinoamérica y el Caribe.

Aún así según el informe de la OPS, este aumento no fue suficiente para evitar la congestión del sistema hospitalario, ya que en países como Chile, Colombia, Honduras, Paraguay, Perú y Venezuela la ocupación de camas llegó a superar el 85 por ciento.

En países europeos como Irlanda, Países Bajos, Noruega y Suecia, durante el primer pico de la pandemia, la cantidad de camas se incrementó en más de un 100 por ciento, duplicando así la capacidad de este servicio en comparación con los niveles que había antes de la pandemia.

Al igual que en Colombia, en general, el incremento de capacidad de las UCI se dio para responder a tiempo a las condiciones de salud de las personas contagiadas con el virus.

Es decir, es falso que en ningún país del mundo tuvo que ampliar las unidades de cuidados intensivos como en Colombia, de hecho, en algunos hasta se habilitaron más.

Contrario a lo que dijo el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, durante la pandemia no se triplicaron las camas de cuidados intensivos (UCI) porque eran un negocio.

En realidad, las camas tuvieron un aumento del 144%, pasando de 5.346 a 13.105 en el tercer pico de la pandemia, y su aumento fue una de las medidas sugeridas por la OMS y desarrolladas por casi todos los países del mundo para enfrentar el virus.

Además, no solo en Colombia las camas UCI aumentaron en esa proporción. En México la disponibilidad de camas se cuadruplicó y en España el aumento fue muy similar al del país. En 16 países de Latinoamérica, y también en Irlanda, Países Bajos, Noruega y Suecia, hubo aumentos en diferentes momentos de la pandemia mayores a un 100 por ciento.

Por otro lado, la Adres sí les pagaba a las IPS por las camas UCI que habilitaran, así no estuvieran ocupadas en el momento. Pero Jaramillo llega a una conclusión errónea porque dice, sin pruebas, que la ampliación de la disponibilidad de camas UCI fue solo un negocio e ignora que se trató de una estrategia para enfrentar la pandemia y que la medida del pago a hospitales por habilitarlas buscó garantizar la disponibilidad.

Por eso calificamos la intervención de Jaramillo como falsa.

La Silla Vacía es parte del International Fact-Checking Network (Ifcn), la alianza global de verificadores de datos. Como parte de la alianza, firmamos y acatamos un código de principios, que pueden conocer acá

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Detector: minSalud miente sobre negocio de UCI en la pandemia

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07.12.2023

El 6 de diciembre en la Comisión Séptima del Senado se llevó a cabo un debate de control político al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sobre la financiación del sistema de salud.

Durante el debate, Jaramillo volvió a hablar sobre el manejo de la pandemia y dijo: “Triplicaron las camas de cuidados intensivos (UCI) porque eran un negocio. Eran para salvar la gente, pero el negocio estaba ahí oculto, porque así no estuviera llena la cama le pagaban. Ningún país del mundo tuvo que ampliar las unidades de cuidados intensivos como las ampliamos aquí”.

Esta no es la primera vez que Jaramillo pone en duda el manejo de la pandemia. Hace una semana dijo falsamente que las vacunas anticovid fueron un experimento, por eso le pasamos el Detector de Mentiras a las afirmaciones que hizo hoy y encontramos que son falsas.

En Colombia, en realidad, las camas aumentaron 2,45 veces, pasando de 5.346 a 13.105 en el tercer pico de la pandemia, y su aumento fue una de las medidas sugeridas por la OMS y desarrolladas por casi todos los países del mundo para enfrentar el virus.

En esa medida, concluir que fue un negocio desconoce una tendencia mundial y el hecho de que es deseable en materia de salud que los países tengan unidades de cuidados intensivos suficientes en proporción a su población. Colombia estaba rezagado antes de la pandemia y con el esfuerzo por aumentar la capacidad durante la emergencia mejoró sus indicadores.

Esta fue la intervención del ministro:

Como el minSalud hizo tres afirmaciones verificables, las chequeamos una por una:

Según la resolución 3100 de 2019 del Ministerio de Salud, una unidad de cuidados intensivos (UCI) es un lugar “en el cual se atiende el paciente grave y complejo con amenaza potencialmente mortal a sus sistemas vitales. Para la atención de estos pacientes, una UCI concentra recurso físico, tecnológico (monitores, ventiladores) y de talento humano especial y especializado”.

Durante la pandemia por el covid, las unidades de cuidados intensivos fueron vitales para atender a los pacientes que presentaban complicaciones y necesitaban, principalmente, ventilación mecánica.

De hecho, en su mayoría las camas UCI fueron ocupadas por personas mayores de 60 años con otras comorbilidades como enfermedades como diabetes, insuficiencia cardiaca, sistema inmunitario debilitado, entre otras.

A medida que fueron aumentando los casos de covid, aumentó el número de pacientes que necesitaban camas UCI para enfrentar la enfermedad y por eso fue necesario........

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