El 1 de marzo de 2020, el torero paisa Juan de Castilla se despidió con tres orejas en mano, frente a una plaza llena hasta la bandera. Fue la última corrida en la Plaza de la Santamaría, que en los últimos cuatro años fue rebautizada como Plaza Cultural por la alcaldía de Claudia López. En el centro de la arena hay ahora una cancha rectangular que se usa para deportes en los festivales de verano.

Esto, sin embargo, podría cambiar este año. En diciembre del 2023, un fallo de un juzgado administrativo le dio a la comunidad taurina un insumo legal para que las corridas regresen a la plaza más importante del país. Empresarios y grupos taurinos ya empezaron a organizarse para que las corridas vuelvan a la Santamaría.

Ahora será responsabilidad del Instituto de Recreación y Deporte (Idrd) de la Alcaldía de Carlos Fernando Galán abrir una licitación para que los empresarios ganaderos compitan para organizar de nuevo las corridas. Sin embargo, se enfrentan a los altísimos costos de organizar una temporada taurina y reabrirán el debate con el movimiento animalista, con quien Galán está más alineado. Paralelamente, en el Congreso avanzan proyectos de ley que buscan prohibir las corridas en todo el país.

El 18 de diciembre del año pasado, el Juzgado Cuarto Administrativo de Bogotá anuló tres artículos el Acuerdo 767 del Concejo, que sancionó Claudia López en julio del 2020. Entre los que tumbó está el artículo que prohibía el uso de elementos cortopunzantes en las corridas. El acuerdo fue demandado por siete aficionados de la tauromaquia, Carlos Isaza, Daniel Londoño, John Rojas, Juan Pantoja, Pablo Malagón y Elker Buitrago.

“Fue una victoria dulce, porque no hay nada más bonito que hacer valer los derechos de uno de manera legal y legítima. La Santamaría siempre ha sido un fortín taurino”, dice José Miguel Antía, un novillero de 23 años, hermano de uno de los demandantes..

Con el fallo queda pavimentada la vía jurídica para que regresen las corridas la Santamaría. Pero para que arranque en la ciudad, la comunidad taurina tendrá que superar los retos económicos que implica organizar una temporada.

Para que vuelvan las corridas, el Idrd tiene que sacar una licitación para que empresarios del sector participen en la realización del espectáculo. “Los empresarios taurinos y ganaderos están trabajando fuertemente para poder tener nuevamente toros en Bogotá, con las exigencias que haga el Idrd y la Alcaldía”, explica Diana Andrade, consultora parlamentaria de la Corporación Libertad Cultural, que reúne a defensores de las corridas, peleas de gallos, corralejas, entras otras prácticas culturales, como las llaman.

Uno de los grandes problemas será conseguir la plata para organizar las corridas y pagar las boletas, que han generado una idea sobre la fiesta brava como una actividad exclusiva para las élites, pero se enfrentan al golpe tributario que dificultará rebajas en la boletería.

“El lío es que dentro de los artículos del Acuerdo que siguen vigentes está el aumento de los impuestos que deben pagar los organizadores del evento. Entonces gran parte de las entradas terminan en impuestos y eso hace el espectáculo inviable económicamente”, comenta Ricardo González, un aficionado de los toros que tiene contacto con los empresarios del sector. En la reforma tributaria que el gobierno de Gustavo Petro aprobó en noviembre del 2022, especifican que las boletas para estos espectáculos no estarán exentas del IVA, como sucedía antes.

Los precios de la boletería son una de las luchas que libra Taurojoven, el tendido joven más grande del mundo con sede en Manizales, que creó el abono joven, una boleta más económica para que los menores de 25 años puedan ir a la plaza. Juan Boyacá, organizador de ese tendido, dice que “los jóvenes tenemos la tarea de empezar a reconstruir el tejido taurino para poder seguir yendo a la plaza por muchos años más”.

Además de la plata, el regreso de las corridas genera fuertes choques con sectores animalistas, que tienen mucha fuerza en la capital. En 2018, por ejemplo, al comienzo de la fiesta brava organizaron una multitudinaria movilización que convocó a miles. Esta manifestaciones, que llegan al frente de la plaza, también preocupan a los taurinos porque han terminado en aficionados heridos al entrar a la Santamaría.

Este sector, además, pidió la revisión de la decisión del Juzgado Cuarto para que, en una segunda instancia, deje en firme todos los artículos del Acuerdo de 2020. La Plataforma Alto, una organización animalista, ha sido enfática en que las corridas no regresarán a la ciudad hasta que se fallé en segunda instancia.

“Teniendo en cuenta todas las masacres de animales, la manera en la que se llevan a cabo las corridas de toros, la vulneración de los derechos de los niños porque están haciendo ingresar a las corridas de toros, considero que hay una oportunidad para prohibir las corridas de toros de manera permanente”, dice sobre el fallo la senadora del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández.

Mondoñedo cumplió 100 años en enero del 2023, consolidándose como la ganadería más vieja del país. Gonzalo Sanz de Santamaría, uno de los descendientes del fundador Ignacio Sanz de Santamaría, cuenta que corría el año 1969 cuando vio a Luis Carlos Galán toreando en la Holanda, la sede de la ganadería.

“Para celebrar la designación de Emilio Urrea como alcalde de Bogotá, se organizó una becerrada en la finca”, recuerda Sanz de Santamaría, quien tenía 9 o 10 años cuando Urrea, cercano a Galán y que después haría parte del consejo nacional del Nuevo Liberalismo, fue designado como el alcalde de la capital. “Estaban los dos, Urrea y Galán, cada uno de un lado del capote toreando en la becerrada”, dice.

Carlos Fernando Galán, sin embargo, se ha desmarcado de la tauromaquia la mayor parte de su vida política. En octubre de 2016, cuando era senador, Galán radicó un proyecto de ley que buscaba restringir las corridas en todo el país: les daba autonomía a los concejos para prohibirlas, y eliminaba el maltrato contra los toros durante los espectáculos. A pesar de que tenía el guiño de Enrique Peñalosa, entonces alcalde de Bogotá, no prosperó.

“No me gustan las corridas de toros, creo que tienen que acabarse”, trinó en 2019 cuando iba a ser candidato a la Alcaldía por segunda vez. “Ya es hora de dejar atrás ese tipo de actividades que involucran violencia contra animales”, agregó.

Del Senado, Galán pasó a la presidencia del Concejo de Bogotá después de haber quedado segundo en las elecciones. En julio del 2020, fue él quien firmó el Acuerdo 767, “por el cual se desincentivan las prácticas taurinas en el Distrito Capital y se dictan otras disposiciones”, el mismo que luego sería demandado por siete aficionados.

Sin embargo, el hoy alcalde ha moderado su oposición a los toros al apegarse a lo establecido por la Corte. Durante su última candidatura, dijo en entrevista con El Tiempo que las corridas “no dependen de la Alcaldía porque son una orden de la Corte Constitucional”. “Vamos a evaluar para poner unas condiciones para que se puedan realizar”, sostuvo el entonces candidato. Ahora como alcalde debe enfrentar el nuevo escenario legal que dejó el fallo del juzgado.

Desde el Idrd le respondieron a La Silla que “la Administración Distrital no está en capacidad de prohibir las corridas de toros”. Sobre la licitación, explican que durante el tercer trimestre de este año, publicarán el proceso de selección para escoger al operador de la Plaza para el 2025. Esta será “a finales de enero y principios de febrero”.

Los taurinos consultados por La Silla esperan que la licitación que abra el Idrd, de acuerdo al fallo de diciembre, permita que las corridas se realicen como lo establece la ley 916 del 2004, que incluye el uso de elementos cortopunzantes y la muerte del toro. “La Corte Constitucional ya obligaba a Claudia López a abrir una licitación con toda la normativa de la ley 916, pero no lo hizo, el nuevo alcalde tiene que abrir esa licitación”, comenta el novillero Johan Paloma.

Para él y otros taurinos las licitaciones del 2022 y 2023 terminaron desiertas porque las empresas no se iban a comprometer a una corrida que siguiera lo planteado en el Acuerdo 767, que eliminaba “las prácticas cruentas” del espectáculo.

“Lo que han hecho en estas licitaciones es poner unos tiempos muy apretados, exigir pagos de pólizas y darle al empresario poca oportunidad de comercialización”, explica Salazar, de Taurinos Colombia, sobre las dificultades para los empresarios en la temporada taurina. “A nosotros no nos interesa si un alcalde es taurino o antitaurino, pero el hecho es que sea un demócrata y respete la ley”, concluye el ganadero Sanz de Santamaría sobre el tema.

El año pasado hubo dos intentos en el Legislativo por prohibir las corridas de toros en el país. El primero llegó hasta su tercer debate en la comisión Quinta de la Cámara, pero fue archivado en abril por una diferencia de 11 votos a favor del archivo y 8 en contra.

Tan solo un día después de que se hundiera, la senadora animalista del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, radicó el segundo proyecto para prohibirlas en la comisión Quinta del Senado. Esta vez, Hernández estuvo acompañada del entonces minCultura (e), Jorge Zorro, y cerca de 51 otros congresistas.

“El proyecto se centra en las corridas de toros, lo que busca es que haya un periodo de transición de tres años, para que no se prohíban de un día para otro. Durante este lapso, la idea es que se conforme un comité con varios ministerios y la participación del sector taurino, para que ellos puedan definir hacia dónde se quieren reconvertir”, le contó a La Silla la senadora Hernández.

Aunque el proyecto avanzó en la plenaria del Senado, Hernández dice que el trámite se ha encontrado con jugadas sucias. “Los taurinos no han jugado limpio. Meten a organizaciones internacionales como Peta, como AnimaNaturalis, diciendo que ellos están poniendo plata para que los congresistas no dejen que avance la iniciativa”, dice la senadora. Explica que el proyecto estuvo cuatro meses quieto en comisión de Cámara.

Por su lado, el ganadero Sanz de Santamaría reconoce que desde la Corporación Libertad Cultural hacen lobby “por todas las expresiones culturales”, que incluyen las corralejas, cabalgatas, peleas de gallos, las corridas de toros. “Entre todos nos cuidamos, la más popular son los toros, pero sabemos que si tumban una seguirá el efecto dominó contra todas las demás”, dice.

Sobre el lobby, explica que este “consiste en contarles a los congresistas como estas expresiones son un motor de la economía”. “Nosotros tenemos a dos personas en esa tarea de manera permanente”, cuenta el ganadero. Una de ellas es Diana Andrade, consultora parlamentaria en la Corporación. Ella se encarga de “hablar con diferentes sectores de congresistas contándoles lo que realmente son las prácticas culturales que defendemos”, cuenta. “Estoy allá metida todo el tiempo, solo me falta llevar la cama y la ropa allá porque en cualquier momento puede pasar algo en el Congreso”, le dijo Andrade a La Silla.

Como el proyecto de la senadora Hernández, hay otro en la que incluyen asociaciones de corralejas y de peleas de gallos. Esta apoyado por 57 congresistas con el objetivo de “morigerar las corridas de toros y reglamentar las actividades que no están reglamentadas como los gallos y las corralejas”. La ponente es la representante por la circunscripción afro, Ana Rogelia Monsalve, y el proyecto llegó a la comisión Quinta de la Cámara.

Por ahora, tanto taurinos como antitaurinos esperan encontrarse en los pasillos del Congreso cuando se acabe el receso legislativo el próximo 14 de febrero. Mientras eso ocurre, si la apelación del fallo no prospera, Galán está obligado a abrir la licitación para que los toros regresen a la plaza más importante del país. Al mismo tiempo, tendrá que enfrentar la oposición de los animalistas en la ciudad, que en el pasado han demostrado ser una fuerza poderosa.

QOSHE - Galán deberá capotear el regreso de las corridas de toros a Bogotá  - María José Restrepo
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Galán deberá capotear el regreso de las corridas de toros a Bogotá 

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19.01.2024

El 1 de marzo de 2020, el torero paisa Juan de Castilla se despidió con tres orejas en mano, frente a una plaza llena hasta la bandera. Fue la última corrida en la Plaza de la Santamaría, que en los últimos cuatro años fue rebautizada como Plaza Cultural por la alcaldía de Claudia López. En el centro de la arena hay ahora una cancha rectangular que se usa para deportes en los festivales de verano.

Esto, sin embargo, podría cambiar este año. En diciembre del 2023, un fallo de un juzgado administrativo le dio a la comunidad taurina un insumo legal para que las corridas regresen a la plaza más importante del país. Empresarios y grupos taurinos ya empezaron a organizarse para que las corridas vuelvan a la Santamaría.

Ahora será responsabilidad del Instituto de Recreación y Deporte (Idrd) de la Alcaldía de Carlos Fernando Galán abrir una licitación para que los empresarios ganaderos compitan para organizar de nuevo las corridas. Sin embargo, se enfrentan a los altísimos costos de organizar una temporada taurina y reabrirán el debate con el movimiento animalista, con quien Galán está más alineado. Paralelamente, en el Congreso avanzan proyectos de ley que buscan prohibir las corridas en todo el país.

El 18 de diciembre del año pasado, el Juzgado Cuarto Administrativo de Bogotá anuló tres artículos el Acuerdo 767 del Concejo, que sancionó Claudia López en julio del 2020. Entre los que tumbó está el artículo que prohibía el uso de elementos cortopunzantes en las corridas. El acuerdo fue demandado por siete aficionados de la tauromaquia, Carlos Isaza, Daniel Londoño, John Rojas, Juan Pantoja, Pablo Malagón y Elker Buitrago.

“Fue una victoria dulce, porque no hay nada más bonito que hacer valer los derechos de uno de manera legal y legítima. La Santamaría siempre ha sido un fortín taurino”, dice José Miguel Antía, un novillero de 23 años, hermano de uno de los demandantes..

Con el fallo queda pavimentada la vía jurídica para que regresen las corridas la Santamaría. Pero para que arranque en la ciudad, la comunidad taurina tendrá que superar los retos económicos que implica organizar una temporada.

Para que vuelvan las corridas, el Idrd tiene que sacar una licitación para que empresarios del sector participen en la realización del espectáculo. “Los empresarios taurinos y ganaderos están trabajando fuertemente para poder tener nuevamente toros en Bogotá, con las exigencias que haga el Idrd y la Alcaldía”, explica Diana Andrade, consultora parlamentaria de la Corporación Libertad Cultural, que reúne a defensores de las corridas, peleas de gallos, corralejas, entras otras prácticas culturales, como las llaman.

Uno de los grandes problemas será conseguir la plata para organizar las corridas y pagar las boletas, que han generado una idea sobre la fiesta brava como una actividad exclusiva para las élites, pero se enfrentan al golpe tributario que dificultará rebajas en la boletería.

“El lío es que dentro de los artículos del Acuerdo que siguen vigentes está el aumento de........

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