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Gabriel Yepes Mejía, conocido como “HH” o “Samuel”, es el comandante del Frente Comuneros del Sur, una estructura del ELN que controla varios municipios de Nariño. Este frente ha cobrado relevancia desde que decidió empezar un proceso de paz territorial con el gobierno Petro y la Gobernación de este departamento. Es un diálogo que el Comando Central (Coce) de esa guerrilla rechaza y que ha puesto en crisis la mesa de diálogos nacional.
“Antonio García”, máximo comandante de esa guerrilla, ha acusado además a “HH” de ser un infiltrado de la inteligencia militar que busca dinamitar la unidad de esta guerrilla. En las montañas nubladas del municipio de Samaniego, Nariño, Yepes le dijo a La Silla en una entrevista que la reacción del Coce y “García” eran por la voluntad de paz territorial que han expresado en ese departamento.
Los “Comuneros” son la estructura más poderosa del Frente de Guerra Suroccidental de esa guerrilla y la única con presencia en Nariño. Aunque su comandante no revela su pie de fuerza, este frente cuenta con cuatro compañías rurales y una suburbana, y podría contar con entre 200 y 300 hombres en armas, sin contar las redes de apoyo.
¿Quién es usted?
“HH” nació en un municipio de San Pablo Bolívar, el 15 de octubre del 71. Ingreso a la guerrilla del ELN, en el Frente Luis José Solano Sepúlveda, en el 1991. Estando en ese frente fui trasladado a ser parte del apoyo del Comando Central, y tuve la oportunidad de conocer al comandante “Nicolás” (“Gabino”), al comandante “Manuel Pérez”.
Luego estuve en varios frente en el Magdalena Medio, entre el Sur de Bolívar y los Santanderes. Luego fui trasladado al Catatumbo. Allá fui parte del frente Luis Enrique León Guerra, que está en la franja de la del río Oro, que está en la zona de límites entre Colombia y Venezuela, ahí tuve gran parte de mis años de insurgente. De ahí, llegué a Nariño. El 4 de noviembre del 2011, pise de tierra nariñense entré por el municipio de Samaniego.
Entonces usted llega en el 2011 al frente Comuneros del Sur ¿Cuándo se vuelve su comandante?
Dos años después, en el 2013, el frente entra en una crisis interna en la estructura. Entonces hicimos una reunión en las montañas de Nariño. Hicimos unas votaciones y ahí terminamos muchos de nosotros asumiendo responsabilidades de mando.
“Antonio García”, el comandante del ELN, lo acusa a usted de ser un infiltrado de la inteligencia. ¿Qué tiene para decir al respecto?
Creo que el Coce ha hecho unos maltratos a la estructura, no solamente contra “HH”. Debemos reiterar, a pie junto, que todos los calificativos que ha hecho sobre la estructura que representamos nosotros son mentiras. Nosotros toda la vida y hasta los últimos días de nuestra vida, siempre seremos el elenos, siempre seremos insurgentes. Igual estamos en la lucha de la transición a la paz, entonces en el momento que se haga la transición seguiremos siendo revolucionarios.
Pero la acusación es que ustedes no están alineados con la dirección nacional del ELN ¿Por qué surge es esta diferencia entre comuneros y el Coce?
Eso nace por nuestra postura de paz territorial. Nosotros somos autónomos en plantear una construcción de paz en el territorio. Ahí nace toda la dificultad, entonces yo creo que las acusaciones del Coce, de “Pablo Beltrán”, han sido bastante irrespetuosos con la estructura y con su pueblo. El hecho de que nosotros definamos que somos autónomos no es para calificar al otro de adversario. Cuando ellos califican a alguien de infiltrado, le está diciendo al otro de adversario. Yo creo que se están equivocando. Ningún miembro de la conducción del Comunero del Sur lo va a ser.
Pero “Beltrán” y “García” dicen que había un proceso disciplinario desde antes. ¿Había diferencias desde antes del proceso de paz territorial?
Hay cosas que le hace falta a la historia. Personalmente en el mes de mayo del 2022 hice presencia en Venezuela por una convocatoria a varios eventos en los que esta estructura tenía que participar directamente. Allá estuve desde mayo del 2022 hasta diciembre del 2022. Entonces si había algún caso disciplinario ¿por qué no hicieron nada?
¿Se vio con “Antonio García”? ¿De qué hablaron?
Así como estoy acá con usted, así compartí con el comandante “Antonio García” y otros comandantes. Primero que todo porque yo conozco a “Antonio García”, conozco el viejo “Nicolás”, conozco a todos los del Coce. Como le decía, devolviendo en la historia, yo hice parte de su grupo de apoyo. Soy un guerrillero con un recorrido de varios frentes, que conozco parte de la militancia del ELN. Entonces uno se sorprende cuando ve que lanzan una acusación. ¿Por qué me acusan si estuve allá?
¿No tiene que ver el proceso disciplinario con la vinculación de ustedes con el narcotráfico?
Lo invito a usted como periodista a que haga un recorrido a la zona y escuché múltiples voces de los campesinos. En lo que tiene que ver con la situación del narcotráfico, este frente, me atrevo a decir, que es el único frente del ELN que tributa.
¿Cómo así que tributa?
Nosotros tenemos establecido un tributo a la comercialización de ese negocio. Tributamos solamente. Siempre hemos tributado. Entonces creo que es el único frente del ELN que tributa.
¿Y el resto de frentes qué hacen?
El resto de frente, que cada uno responda por sus actos.
¿Bueno y cómo es la relación con el resto del Frente de Guerra Suroccidental al que ustedes pertenecen?
La relación nuestra con los demás comandantes del Frente de Guerra es buena. Personalmente con ellos tenemos comunicación por HF, por radio.
¿Entonces no hay una ruptura del frente Comuneros con el ELN?
No, nosotros somos elenos. Hoy el 97% de la guerrilla que usted encuentra aquí incrustada, armada, que hace parte de ella en su accionar político social, son nariñenses. Tal vez los dedos de la mano me sobran, para decirle que algunos que no somos nariñenses somos muy poquito. Sin embargo, los que no somos, hoy le puedo decir que también hacemos parte de este pueblo porque personalmente tengo una bebé 6 años, con una nariñense.
Pero si no hay ruptura, ¿por qué ustedes por qué deciden entrar en un proceso de paz paralelo a la mesa nacional?
No podemos ser ajenos a la realidad de región, a un pueblo que dice que dialoguemos con este gobierno, que dialoguemos con este gobernador, para que haya un desescalonamiento del conflicto. Es una decisión autónoma de ser parte de un diálogo territorial. Porque la paz se construye desde la regiones, Colombia es un país de regiones.
¿Y eso no se podía hacer en la mesa nacional?
No nos sentimos representados allá, con todo respeto. ¿Por qué no? Bueno, hay una cantidad de cosas que se tienen que discutir y creo que eso se discutirá en algunos eventos. Pero nosotros siempre hemos sido una guerrilla en la que los de frentes de guerra hemos sido muy autónomos. No es la primera vez que esto pasa en el ELN. Siempre ha habido expresiones. Creo que aquí no es un secreto que mientras que ordenan algo a nivel nacional, en las regiones hacen otras cosas. Eso no es un secreto para el país.
Entonces hay un problema de mando. ¿Qué piensa del liderazgo de “Antonio García?”
No, yo no lo puedo cuestionar. Si está ahí es por algo y yo no puedo juzgar a nadie. Creo que en eso guardaré mi silencio.
¿Asistirán al VI Congreso Nacional del ELN?
Nosotros siendo un miembros del ELN, consideramos que si llega a haber garantías, ahí estaría nuestra participación. Pero con todos calificativos del Comando Central contra nosotros, pienso que cualquier garantía para un comandante de aquí está en tela de juicio. Por los comentarios irrespetuosos e irresponsables que ha hecho “Antonio García” y “Pablo Beltrán”.
Cuénteme cómo empieza este proceso de paz.
Este diálogo de paz en la región ha comenzado desde el 2011. Cuando nosotros llegamos a esta región con el Comandante Samuelito. En esta región acaba de salir de una conflicto también con las antiguas Farc y estamos como ahora, una cantidad de minas en la zona.
Entonces comenzamos a hablar con los campesinos y comenzamos a dejar de estar sembrando minas de manera irresponsablemente, con todo respeto. Eso nos trajo un diálogo y una interlocución con las comunidades. Por eso, nos atrevemos a decir que desde el 2011 hasta el 2023 no hubo situaciones de minas en la región. Porque desde entonces el frente está en diálogo con las comunidades, en su territorio, en la construcción de una verdadera paz. La paz se hace es con los campesinos, con la gente, con el adversario. Pero en nuestros territorios tenemos es que darle tranquilidad a nuestra población.
¿Concretamente con este gobierno de Gustavo Petro cuándo empiezan los diálogos?
Nosotros tenemos unos acercamientos a esa propuesta de paz total, que nos sentimos representados. Como lo hemos expresado en dos comunicados anteriores entonces. Los acercamientos se dan por la misma dinámica de la región. Comenzamos a hablar con las comunidades y no falta el que tiene sus amigos y dice: “mire acá hay esta posibilidad de hablar con esta entidad o esta parte del Estado”.
Pero tengo entendido que la mesa de diálogos envió una delegación el año pasado, ¿no fue así?
Sí, esto arranca el 29 de agosto del 2023. Al territorio de Nariño llegaron el embajador de Cuba, participó Noruega, la ONU, la Iglesia, representante del departamento, y el Alto Comisionado de Paz Danilo Rueda. Desde ahí arrancó el proceso. También iba a venir alguien de la mesa por parte del ELN, pero no sé cuál fueron sus motivos para no venir.
Luego, en noviembre de 2023, también vino Bernardo Téllez y Gustavo Martínez (negociadores del ELN en la mesa) a la región. No estuve yo, pero fueron otros comandantes del frente. Allí hubo unos actos de pedagogía y estuvimos intercambiando con ellos sobre nuestra decisión. Entonces cuando García y Pablo dicen esas cosas, uno dice: bueno, ¿qué pasó aquí?
Al momento de esos primeros acercamientos acá había una guerra dura contra el Estado Mayor Central de las Farc. ¿Eso influyó en la decisión?
Claro, en ese momento en la zona estaba pasando una cosa fuerte, que era una amenaza del EMC, que sumió a la región en una guerra. Para nadie es un secreto que en esos meses de septiembre a diciembre hubo una confrontación del ELN con el EMC, además también manteníamos una confrontación con la Segunda Marquetalia.
¿Pero esa ofensiva también influyó en que ustedes quisieran entrar en un proceso de paz?
No, nuestra vocación de paz viene desde hace muchos años. La vocación de paz no se da por una dinámica de guerra. Esa situación no influyo, porque nosotros estamos convencidos de lo que somos y de las capacidades de respuesta que tenemos.
Usted hablaba de que tenían también una confrontación la Segunda Marquetalia. Desde principios de año ustedes anunciaron una alianza con esa organización. ¿Por qué y en qué consiste esa alianza?
Nosotros hicimos un acuerdo con ellos el 1 de noviembre, pero veníamos hablando desde antes y en noviembre cerramos ya esa etapa. Es un compromiso de respetarnos, como revolucionarios, respetar las zonas de influencia e incidencia de cada organización.
¿Pero están operando en conjunto?
Si en algún momento lo hemos hecho, porque hemos participado con ellos en operaciones, lo hemos hecho por defender las regiones donde estamos. Sí tenemos un acuerdo de cooperación para cuando nos sintamos agredidos por otras fuerzas.
Volvamos al proceso de paz, ¿cuándo empieza esto a volverse un proceso más concreto con el gobierno?
¿Qué tenemos avanzado con el gobierno? Lo más sólido, lo más avanzado, es el desminado humanitario mixto es lo más sólido. Para nosotros el desminado es el alivio de cientos de campesinos que viven en esta región donde el ELN tiene incidencia e influencia. El desminado generaría alivios humanitarios y retornos, porque por la misma dinámica de guerra, pues hay familias que no han podido regresar.
¿Este gesto incluye el compromiso de no seguir sembrando minas en el territorio?
Total. El compromiso es de corazón. Nosotros antes de este desminado teníamos un compromiso con las comunidades desde el 2011, sobre lo que tiene que ver con las minas antipersona.
¿Usted me está diciendo que el frente Comuneros del Sur no ha sembrado minas desde el 2011?
Aparte de que la versión nuestra está la de los mismos campesinos. Nosotros volvimos a recurrir a ese método de defensa, por la ofensiva que hicieron los “Mordiscos” (EMC) contra nosotros.
Este escenario de paz que usted manifiesta se conjuga con la apuesta de paz regional del gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar. ¿Qué piensan de esa propuesta?
La propuesta de paz del gobernador es una apuesta desde que era precandidato. Cuando ya llega empieza ese proceso de diálogo. Eso va avanzando con las comunidades, con la región. Creo que desde ahí han empezado a confluir varias corrientes y varios pensamientos, que consideramos que debemos contribuir a una paz territorial. Nosotros con una paz arterial no buscamos llegar al cielo, pero sí ayudaremos a bajarle al conflicto en una región.
¿Existe la posibilidad de que esto se transforme en una mesa de diálogos? ¿ustedes quieren una mesa de diálogos?
Esa es nuestra petición ya consideramos que debe de darse una mesa de diálogo regional, para interlocutar y compartir con la sociedad. Nuestra construcción de paz es hacer una transición a la vida política y para que todas esas cosas se den, tiene que haber una mesa.
¿Cuántas personas entrarían en este proceso?
En el momento en que se dé proceso, en un momento oportuno, ahí estaríamos diciendo de cuántos somos. Por ahora me lo reservo.
¿Los Comuneros del Sur y usted qué necesitan para dejar las armas?
Todo proceso en Colombia, no solamente con comuneros, sino en la historia de los grupos alzados en armas, siempre se han pactado con el Estado cuestiones sociales, cuestiones jurídicas, cuestiones de bienestar, cuestiones de seguridad de su fuerza. Cuando se dé la mesa todas estas cosas se irán hablando.
¿Ustedes estarían dispuestos a someterse o a responder por los crímenes que hayan cometido ante un mecanismo de justicia?
Cuando hablamos de la cuestión jurídica, eso depende mucho de la partes. Entonces eso es algo que en su momento en la mesa buscaremos y veremos donde nos sentimos mejor.
¿Pero están dispuestos a aportar a la verdad del conflicto?
Claro, porque una paz verdadera en una nación, en un país, en una región, tiene que arrancar de la construcción de las verdades entre nosotros y el adversario.
¿Teme un ataque a su familia por parte del Coce?
Creo que sería una equivocación. Parte de mi familia se fue vinculando a este proceso insurgente. Aquí tuve dos hijos en la guerrilla, uno se mantiene en la actualidad. En este momento se encuentra allá en el Catatumbo hace parte de esas guerrillas del Elene que están allá.
Nunca en mi vida iría contra ningún miembro de esta organización, porque yo soy parte de este sueño eleno. Entonces si algún momento el COCE llegará a cometer alguna agresión contra mí, contra mi familia, contra el frente, creo que se pueden equivocar, estarían asesinando un revolucionario.
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