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“’Iván Lozada’ está fuera de la mesa”, dijo ayer Camilo González, jefe negociador del gobierno con el Estado Mayor Central (EMC) de las Farc. Se refería al comandante de este grupo armado, mejor conocido como “Iván Mordisco”, que ha salido a apoyar a los bloques que no están dispuestos a seguir en negociaciones mientras el cese al fuego con el gobierno esté suspendido en Cauca, Valle y Nariño.

“Mordisco” fue el primer mando disidente del proceso de paz de las Farc y ha sido la sombrilla bajo la que ha crecido esta organización armada, con la justificación de que nunca firmaron el acuerdo. Ahora, “Mordisco” vuelve a alejarse de un diálogo con el gobierno. Lo hace con su mando cuestionado al interior por una facción que ha decidido seguir en la mesa.

La Silla habló con fuentes cercanas a la delegaciones del gobierno y del EMC, para reconstruir cómo se dividió este grupo armado:

A principios de marzo se realizó el cuarto ciclo de diálogos entre el gobierno y el EMC en San José de Guaviare. “Fue el mejor ciclo que se había tenido hasta el momento. La presencia de comandantes militares aceleró mucho los procesos de negociación”, le dijo a La Silla una fuente que estuvo en ese ciclo.

En esa ocasión, este grupo armado incorporó la participación de importantes comandantes, como “Calarcá” del Bloque Jorge Suárez Briceño, un hombre grande, de perfil militar y que fue cercano al fallecido “Gentil Duarte”. De él se dijo que podría ser el nuevo comandante del EMC, cuándo el gobierno de Iván Duque dijo que habían asesinado a “Mordisco”. Su presencia y ascendencia ayudó a dinamizar los diálogos, pero terminó por exponer las grietas internas alrededor del accionar de los frentes del suroccidente.

El vocero en la mesa del Bloque Occidental, que tiene su fortín en Cauca, ha sido “Sebastián Martínez”, un mando político de este bloque. Durante el ciclo de Guaviare, estuvo en desacuerdo con varios puntos aprobados por “Calarcá” y “Andrey Avendaño”, el joven guerrillero que fue el primer negociador de este grupo. El principal desacuerdo fue por la entrada de la institucionalidad y la Policía al Cañón del Micay en el sur del Cauca: el principal fortín económico y militar de este bloque.

De acuerdo a una fuente de la delegación del EMC, que pidió no ser citada, “Sebastián” no estaba de acuerdo en pactar ese tema en la mesa sin consultar con los frentes del Cauca. Entonces, un día antes de que se terminará el ciclo en Guaviare, “Sebastián” se fue bajo el pretexto de que tenía un procedimiento médico y no firmó ninguno de los acuerdos de este ciclo.

Este precedente y los problemas en el Cauca motivaron una reunión extraordinaria con “Andrés Patiño”, comandante de este Bloque. La reunión fue el 17 de marzo, en Huisitó, un corregimiento de El Tambo (Cauca). Hasta allí viajó una delegación del EMC, encabezada por “Calarcá” y “Andrey Avendaño”, además de una delegación del gobierno.

Pero antes de empezar siquiera el encuentro, la situación se tensó más por el asesinato de tres líderes indígenas en Toribio, un día antes, a manos del Frente Dagoberto Martínez. Entonces la reunión comenzó entre los reclamos del gobierno y las justificaciones del grupo armado. Y en medio de la pausa del almuerzo llegó el trino del presidente Petro anunciando la suspensión del cese al fuego en Cauca, Valle y Nariño.

Los comandantes del EMC se reunieron a discutir y, según una fuente con información de los hechos, los mandos del Occidental le exigieron a “Calarcá” hacer respetar el cese al fuego nacional: si se rompía con ellos, se rompía con todos. Pero el comandante del Bloque Jorge Suárez, que opera en Meta y Caquetá, no estaba de acuerdo y les exigía a los del Cauca tomar responsabilidad por sus actos. No hubo cierre amistoso y los mandos salieron de la zona, mientras el gobierno salía en helicópteros de Huisitó.

Las semanas pasaron en medio del silencio del EMC y las pullas entre Petro y “Mordisco”. Hasta que el 5 de abril, una delegación de este grupo armado y el gobierno se reunieron de emergencia en San Vicente del Caguán. Sin embargo, no todo el EMC estaba representado en esa reunión. Allí estaban solamente el Bloque Magdalena Medio, en cabeza de “Andrey”, y el Bloque Jorge Suárez, en cabeza de “Calarcá”, quienes acordaron con el gobierno seguir en diálogos a nombre propio y no del EMC.

En una entrevista posterior al periódico El Espectador, “Calarcá” confirmó que esa decisión no tenía el consenso de todos los frente ni el visto bueno de “Mordisco”. “Nos adelantamos a decirle al gobierno que tuviéramos esa reunión extraordinaria para decir que nosotros vamos sí o sí, así, diga lo que diga Iván, lo que acordemos sigue”, dijo.

En la entrevista, “Calarcá” también afirma que había un documento interno que habían enviado el 1 de abril. Según coinciden fuentes cercanas a delegación del gobierno y del EMC, el documento era a nombre de “Calarcá”, “Andrey Avendaño” y “Jhon Mechas” (comandante del Bloque Magdalena Medio), en el que expresaban su descontento con el liderazgo de “Mordisco” y pedían elegir un nuevo comandante.

Las respuestas no demoraron en salir. Uno a uno los demás bloques del EMC sacaron comunicados rechazando continuar en diálogos sin cese al fuego y afirmando su subordinación a “Iván Mordisco”.

Por último, el mismo “Mordisco” salió en un vídeo en el que no desautoriza a “Calarcá” ni a los bloques que siguen en diálogos, pero en el que queda claro en que lado está, pues sale en apoyo del Bloque Occidental y los frentes del Cauca. “Una situación particular que ocurre en el Cauca no puede convertirse en elemento rector, que desconozca los avances, la armonía y el respeto mutuo que se mantienen en luchas regionales entre las Farc-Ep y el movimiento indígena”, dijo.

Con la salida de “Mordisco” no se acaban los diálogos del gobierno con las disidencias. Pero en la práctica Petro termina negociando solo con el 40 por ciento del EMC, mientras el otro 60 por ciento y el comandante histórico se alejan del proceso.

En los diálogos se mantienen el Bloque Magdalena Medio, que tiene su fortín en Catatumbo (Norte de Santander), pero también presencia en Sur de Bolívar y el nordeste antioqueño; y el Bloque Jorge Suárez Briceño, en Caquetá y sur del Meta. Además de una parte del Frente Carolina Ramírez, en Putumayo.

“Lo importante es que el sector que se mantiene está firme con los acuerdos y estamos desarrollando una agenda muy detalladas de diálogos regionales, y de construcción de una agenda nacional”, dijo ayer el negociador González, en el Hotel Suite Jones en Bogotá en una rueda de prensa.

En ese escenario cobra sentido la visión de paz territorial que ha planteado el comisionado de paz, Otty Patiño. “El desafío que tiene el gobierno con esos frentes que han dicho que quieren la paz es hacer grandes esfuerzos para que en sus territorios se empiece a ver que la paz no solo logra salvar vidas, sino el mejoramiento de las calidades de vida en todos los aspectos básicos”, le dijo Patiño a La Silla.

En ese sentido, un tema clave es qué hacer con el colegio “Gentil Duarte”, inaugurado el fin de semana pasado en el Caguan por el Bloque Jorge Suárez. El desafió del Estado y el gobierno es poder hacer este tipo de inversiones, sin que esto implique una apología a la guerrilla y que termine por conducir al fin del conflicto, con un grupo armado que es reacio a dejar las armas.

Además, la facción del EMC que está en la mesa de diálogos ha acordado darle continuidad a todos los acuerdos que ha firmado hasta ahora con el gobierno, incluyendo el cese al fuego y sus protocolos. Y se espera que un próximo ciclo de diálogos para junio de este año, en un lugar aún por confirmar en el territorio colombiano.

Por otro lado, siguen los contactos del gobierno con la facción mayoritaria del EMC que hoy está fuera de la mesa. “En todo momento hemos dicho a ‘Iván Lozada’ que estamos dispuestos a dialogar. Pero ahora, después de su declaración, no sabemos en dónde se ubica”, dijo ayer el jefe negociador.

Además, aunque en el papel la suspensión del cese al fuego solo está en Cauca, Nariño y Valle, en la práctica ya no hay cese al fuego con quienes abandonaron la mesa. “Quienes dicen que no entran en cese al fuego son ellos en una declaración unilateral. El gobierno tiene que tomar decisiones. Hay un decreto de suspensión parcial del cese al fuego, pero hay una realidad y es que ya se están dando confrontaciones con quienes no están en la mesa”, dijo González a medios de comunicación.

Eso anticipa una situación compleja en el arco Amazónico, donde colindan los frentes de “Mordisco”, en Guaviare, y “Calarcá”, en Caquetá. Hasta ahora el divorcio entre “Calarcá” y “Mordisco” parece no ser traumático, pero aún no es claro que va a pasar entre las dos facciones dentro del EMC de las Farc y si se trata de una escisión definitiva.

“Sería la desgracia más grande entre nosotros el llegar a ese término” le dijo Calarcá a El Espectador, sobre la posibilidad de que se desate una guerra entre disidencias de las Farc.

QOSHE - La paz total sin “Mordisco”: así se dividió el EMC en la mesa de diálogos - Santiago Rodríguez Álvarez
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La paz total sin “Mordisco”: así se dividió el EMC en la mesa de diálogos

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17.04.2024

Siga todas las movidas de la paz total con este monitor de las negociaciones actualizado en tiempo real.

“’Iván Lozada’ está fuera de la mesa”, dijo ayer Camilo González, jefe negociador del gobierno con el Estado Mayor Central (EMC) de las Farc. Se refería al comandante de este grupo armado, mejor conocido como “Iván Mordisco”, que ha salido a apoyar a los bloques que no están dispuestos a seguir en negociaciones mientras el cese al fuego con el gobierno esté suspendido en Cauca, Valle y Nariño.

“Mordisco” fue el primer mando disidente del proceso de paz de las Farc y ha sido la sombrilla bajo la que ha crecido esta organización armada, con la justificación de que nunca firmaron el acuerdo. Ahora, “Mordisco” vuelve a alejarse de un diálogo con el gobierno. Lo hace con su mando cuestionado al interior por una facción que ha decidido seguir en la mesa.

La Silla habló con fuentes cercanas a la delegaciones del gobierno y del EMC, para reconstruir cómo se dividió este grupo armado:

A principios de marzo se realizó el cuarto ciclo de diálogos entre el gobierno y el EMC en San José de Guaviare. “Fue el mejor ciclo que se había tenido hasta el momento. La presencia de comandantes militares aceleró mucho los procesos de negociación”, le dijo a La Silla una fuente que estuvo en ese ciclo.

En esa ocasión, este grupo armado incorporó la participación de importantes comandantes, como “Calarcá” del Bloque Jorge Suárez Briceño, un hombre grande, de perfil militar y que fue cercano al fallecido “Gentil Duarte”. De él se dijo que podría ser el nuevo comandante del EMC, cuándo el gobierno de Iván Duque dijo que habían asesinado a “Mordisco”. Su presencia y ascendencia ayudó a dinamizar los diálogos, pero terminó por exponer las grietas internas alrededor del accionar de los frentes del suroccidente.

El vocero en la mesa del Bloque Occidental, que tiene su fortín en Cauca, ha sido “Sebastián Martínez”, un mando político de este bloque. Durante el ciclo de Guaviare, estuvo en desacuerdo con varios puntos aprobados por “Calarcá” y “Andrey Avendaño”, el joven guerrillero que fue el primer negociador de este grupo. El principal desacuerdo fue por la entrada de la institucionalidad y la Policía al Cañón del Micay en el sur del Cauca: el........

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