Hubo un Chile donde a los opositores los sacaban a la fuerza de sus casas, en medio de la noche, con los ojos vendados. Los disidentes literalmente desaparecían, para convertirse luego en espectros a los cuales sus familiares buscaban sin descanso. Seres sin rastro, extraviados para siempre en el tiempo y convertidos por la memoria en un símbolo de resistencia frente a la tiranía, el abuso y la arbitrariedad. Algo que, pensábamos, no era concebible ni imaginable en el Chile de hoy.

Pero en los últimos años han pasado tantas cosas impensables que ya casi nada nos sorprende. Vemos en televisión las imágenes de un joven venezolano, ex militar y opositor a la dictadura de su país, sacado de su departamento, semidesnudo y a medianoche, por falsos integrantes de la PDI. Hasta ahora con paradero desconocido, sin que se haya pedido un rescate ni exista una pista sobre los autores. ¿Está todavía en Chile o lo sacaron del país? ¿Pueden agentes extranjeros ingresar y volver a salir llevando a una persona a la fuerza? ¿Qué harán nuestras autoridades además de dejar en manos de la fiscalía la investigación? Y si se comprueba que el gobierno venezolano tiene alguna conexión, ¿cuál será la respuesta de las autoridades chilenas?

Este aparente secuestro, calificado por un ministro como “atípico”, puede tener implicancias que trasciendan todo lo conocido desde el retorno a la democracia. Y hasta el momento, la respuesta del gobierno y el total silencio del Presidente, son en verdad impresionantes. La ministra Vallejo informa que se está “trabajando” con el gobierno venezolano sobre esta materia. ¿Qué quiere decir eso? ¿Hay elementos que permiten vincular el secuestro a personas de ese país o es solo por la nacionalidad de la víctima? ¿Qué va a hacer el gobierno chileno si este ex mlitar no aparece en semanas o meses, o si termina apareciendo en una cárcel venezolana?

Aunque cueste creerlo, este caso no ha dado ni siquiera para un pronunciamiento categórico de la autoridad presidencial. Tampoco de las fuerzas políticas que, en otros tiempos, cuando los opositores eran sacados de sus casas, de madrugada, levantaban con valentía la voz y corrían a tribunales a presentar recursos de amparo. En este nuevo Chile eso ya no ocurre. Menos aún si existe la posibilidad de que otro país -la Venezuela de Maduro- pueda tener algún nexo con el incidente, un régimen por el cual sectores del oficialismo tienen claras simpatías y, también, con el que poseen relaciones políticas.

En fin, nada del otro mundo, apenas un secuestro “atípico”. Los otros, los típicos, ya son parte del paisaje, una realidad asumida en esta nueva normalidad. Reales y normales, como en otros tiempos, cuando de madrugada agentes del Estado podían echar abajo la puerta de tu casa y llevarte para no volver. Esta semana vimos imágenes que nos trajeron esos recuerdos y confirmaron que eso puede volver a pasar. Esta vez no fueron agentes del Estado. Al menos, no del nuestro.

Por Max Colodro, filósofo y analista político

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.

QOSHE - Columna de Max Colodro: De madrugada - Max Colodro
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Columna de Max Colodro: De madrugada

13 8
25.02.2024

Hubo un Chile donde a los opositores los sacaban a la fuerza de sus casas, en medio de la noche, con los ojos vendados. Los disidentes literalmente desaparecían, para convertirse luego en espectros a los cuales sus familiares buscaban sin descanso. Seres sin rastro, extraviados para siempre en el tiempo y convertidos por la memoria en un símbolo de resistencia frente a la tiranía, el abuso y la arbitrariedad. Algo que, pensábamos, no era concebible ni imaginable en el Chile de hoy.

Pero en los últimos años han pasado tantas cosas impensables que ya casi nada nos sorprende. Vemos en televisión las imágenes de un joven venezolano, ex militar y opositor a la dictadura de su país, sacado de su departamento, semidesnudo y a medianoche, por falsos integrantes de la PDI. Hasta ahora........

© La Tercera


Get it on Google Play