En el escenario, un colega actor recibe una bofetada ficticia que, sin embargo, le perfora el tímpano. Descolocado ante los focos, con centenares de ojos que observan la situación desde la oscuridad del patio de butacas, se pregunta si alguien nota algo. Ante el exceso de realismo del golpe supuestamente teatral, el personaje sale huyendo hacia el espacio sideral y deja al actor de carne y hueso con la oreja roja a su cargo. El otorrino dice que se recuperará en unas semanas. Se trataba de una bofetada conocida, que el actor recibe con disciplina a diario, desde hace meses, de la mano de esta supuesta actriz que hoy ha perdido el control técnico. ¿Qué le ha pasado a esa mujer en el desayuno, en sus sueños nocturnos, en el autobús? La ira de la mano que me ha pegado así, ¿era del personaje o de la persona? De pronto, ni la actriz era actriz, ni el teatro era teatro, comenta el actor oyendo un pitidito.

Al poco, una amiga le regala un masaje tailandés para aliviarle del mal cuerpo del falsamente falso bofetón. A veces todo se tuerce. Ya tumbado en el tatami, cuando el forzudo masajista se le sube encima para proceder con la práctica milenaria, el actor nota un crujido en sus costillas. Crac. ¿Esto es normal?, le pregunta al falso tailandés que también ha oído el ruido y se incorpora de un salto con su disfraz de kimono. No tengo ni idea, es la primera vez que me pasa, responde palidecido. Ese tipo era un actor como yo, declara el actor, que ahora tiene también una costilla rota que no le permite reírse sin ver las estrellas. El traumatólogo asegura que en unos meses estará bien.

En esas, aprovecha para ir a su banco a reclamar la devolución de los gastos de su hipoteca. Pero su gestor personal bancario con corbata dice que las facturas que trae no sirven, que tiene que encontrar las de la hipoteca y no de la compraventa, y que ya solo le quedan dos semanas de plazo. Al actor le ha parecido ver que al tipo le brilla un diente. ¿Y por qué no me has asesorado sobre esto a su debido tiempo, si eres mi asesor personal y no el del banco? ¿Por qué me mandas publicidad, en vez de información sobre este asunto que beneficia a mi persona personalmente? ¿Crees que me voy a creer que eres mi asesor personal?, dice este actor que encuentra actores en todas partes menos en el teatro.

QOSHE - Cuando todo se tuerce - Clara Sanchis Mira
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Cuando todo se tuerce

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23.03.2024

En el escenario, un colega actor recibe una bofetada ficticia que, sin embargo, le perfora el tímpano. Descolocado ante los focos, con centenares de ojos que observan la situación desde la oscuridad del patio de butacas, se pregunta si alguien nota algo. Ante el exceso de realismo del golpe supuestamente teatral, el personaje sale huyendo hacia el espacio sideral y deja al actor de carne y hueso con la oreja roja a su cargo. El otorrino dice que se recuperará en unas semanas. Se trataba de una bofetada conocida, que el actor recibe con disciplina a diario, desde hace meses, de........

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