Un regalo tiene su significado oculto. Y no tan oculto. Los libros son especialmente peligrosos. También algunas plantas. No hablemos de los animalitos. ¿Qué piensa de ti ese amigo que te regala un ficus o un pez de agua caliente? ¿Qué te está queriendo decir el familiar que te obsequia un robot aspirador? La persona que te trae un gorro, ¿quién cree que eres? Pero íbamos a los libros. Un familiar, casualmente, todos los años nos regala un libro a cada uno. Cada Navidad cumple su rito de pasar una mañana en una pequeña librería, escogiendo ejemplares acordes a nuestras variadas personalidades. Sin duda se lo pasa en grande husmeando entre estanterías. Y sobre todo, según él cuenta, describiéndonos a sus hijas, nietos, exmujer y compañero de su exmujer, para que su amigo librero lo ayude en la elección. Se echará unas risas comentando nuestras vidas, caracteres y a saber qué intimidades, hasta encontrar ese libro que nos caerá como un guante. En el libro que te regala, puedes ver qué le sugieres.

Que nadie piense que cuando abrimos los paquetitos no lo agradecemos de corazón. Unas veces aparece en tus manos la novela que soñabas sin saberlo. Otras, justo el libro que menos leerías en este momento de tu vida, por no decir jamás. Que nadie dude que agradecemos igual el cariño y la entrega de este familiar y su librero. Del librero menos, que es quien conocía el libro que te acaba de caer.

Este, por ejemplo, que se titula, digamos, El hueso del dolor o El hoyo de la herida (imitaciones de un título real que no desvelo; un autor no tiene la culpa de caer en la lectora equivocada) y que, abriéndolo al azar, huele a masoquismo poético encriptado, con perdón. En la portada, una especie de muñequita de plástico, muy pequeña, de espaldas, adherida a una gran pared amarillenta (quizás con humedades) que podría estar chupando, parece retorcerse de dolor. Si es que sigue viva, que igual no, aunque a saber.

Hola, quiero cambiar el libro que escogiste para mí por uno que jamás regalarías a alguien a quien le guste ese, le diría al librero, mirándolo fijamente a los ojos. Pero también me pregunto qué habré puesto yo de mi parte, este año, para dar la sensación, aún diferida, de ser alguien que lee justo lo contrario de lo que quiere leer­. No somos nadie.

QOSHE - El desnudo del regalo - Clara Sanchis Mira
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El desnudo del regalo

3 0
06.01.2024

Un regalo tiene su significado oculto. Y no tan oculto. Los libros son especialmente peligrosos. También algunas plantas. No hablemos de los animalitos. ¿Qué piensa de ti ese amigo que te regala un ficus o un pez de agua caliente? ¿Qué te está queriendo decir el familiar que te obsequia un robot aspirador? La persona que te trae un gorro, ¿quién cree que eres? Pero íbamos a los libros. Un familiar, casualmente, todos los años nos regala un libro a cada uno. Cada Navidad cumple su rito de pasar una mañana en una pequeña librería, escogiendo ejemplares acordes a nuestras........

© La Vanguardia


Get it on Google Play