Pues, ¡oh milagro!, parecerá increíble, pero el caso es que socialistas y populares se han puesto de acuerdo para poner en marcha una reforma constitucional y han conseguido orquestarla con presteza y celeridad y encima no es la primera vez. Cuando se quiere, se puede... De tal manera que los disminuidos psíquicos y físicos pasan a ser personas con discapacidad en nuestra remozada Carta Magna, dando cumplimiento a una vieja reivindicación de un amplio colectivo que se sentía herido –las formas tienen contenido– por el lenguaje anterior. Vamos, que los adjetivos pueden ser sustantivos y que hay que obrar y maniobrar de acuerdo con los nuevos tiempos.

Núñez Feijóo, en la última sesión parlamentaria

¿Qué quieren que les diga? La verdad es que me ha gustado ver a los tópicos dos grandes partidos llegar a un consenso y resolver un tema que responde a un cambio de sensibilidad que puede parecer menor, pero que es muy significativo de los tiempos que corren. Así que, puestos a soñar, por qué no anular la primacía de los varones en la sucesión a la corona o habilitar el Senado como cámara territorial o, mucho más sencillo, renovar de una puñetera vez el Consejo General del Poder Judicial tras cinco largos años de interinidad y despropósito (conste que hace mucho que servidor ya propuso la insaculación, más o menos como la Junta Electoral Central).

Pero ha sido solo un espejismo, un oasis en esta travesía del desierto. Ambos partidos, con inquina exacerbada en los populares, se han apresurado también a afirmar que esto no es más que la consabida excepción que confirma la regla.

Al enemigo, ni agua. Y acuerdos con los socialistas, comunistas, separatistas y bilduetarras, ni de broma.

Y mientras tanto, Feijóo cada día más solo y aislado y encerrado con su único juguete, Vox, que es el tigre que aspira a zamparse al domador en cuanto tenga oportunidad. No tengo ni idea de quién le asesora ni de qué estrategas se rodea, pero a fuer de leal ciudadano le daría un único consejo: señor Núñez Feijóo, ha elegido usted el camino equivocado. Y jugárselo casi todo a única carta, la denuncia de la ley de Amnistía, le va a convertir en un perdedor. Es no creer ni en la democracia española ni en nuestro sistema constitucional pretender que España se rompe, que Pedro Sánchez es un dictador y que se ha quebrado irremediablemente la igualdad entre los españoles. Ya habrá visto usted, don Alberto, la preocupación de los españoles por la amnistía, según el CIS. Tema trigésimo séptimo para el común del país. Y usted y sus adláteres, erre que erre. Impasible el ademán y cansinos hasta el desespero.

La amnistía saldrá adelante horneada, pasteleada y no sé si disminuida o discapacitada, con juegos de manos y trucos de trilero como acusar de terrorismo o ver cómo esquivar la acusación de terrorismo, en una disputa escolástica y peregrina que ríanse ustedes del sexo de los ángeles. Ahora que no hay terrorismo, invoquemos su fantasma. Y cuando ETA ya se desvaneció, juguemos a la ouija con su espectro y retorzamos un poco más conceptos, argumentos y palabras.

Aquí los únicos discapacitados para comprender la lucha a muerte entre socialistas y populares somos los ciudadanos, que aunque no se lo crean nuestros próceres, no solo somos votantes, sino que incluso podemos llegar a ser seres racionales y pensantes. Y los que resultan incapaces de resolver nuestro presente y proyectar nuestro futuro son ellos, que mientras se gritan no escuchan. A ver si nos amnistían de una vez, por favor.

QOSHE - Amnistiados o discapacitados - Daniel Fernández
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Amnistiados o discapacitados

7 0
28.01.2024

Pues, ¡oh milagro!, parecerá increíble, pero el caso es que socialistas y populares se han puesto de acuerdo para poner en marcha una reforma constitucional y han conseguido orquestarla con presteza y celeridad y encima no es la primera vez. Cuando se quiere, se puede... De tal manera que los disminuidos psíquicos y físicos pasan a ser personas con discapacidad en nuestra remozada Carta Magna, dando cumplimiento a una vieja reivindicación de un amplio colectivo que se sentía herido –las formas tienen contenido– por el lenguaje anterior. Vamos, que los adjetivos pueden ser sustantivos y que hay que obrar y maniobrar de acuerdo con los nuevos tiempos.

Núñez Feijóo, en la última sesión parlamentaria

¿Qué quieren que les diga? La verdad es que me ha gustado ver a los tópicos dos grandes partidos llegar a un consenso y resolver un tema que responde a un cambio de........

© La Vanguardia


Get it on Google Play