Estás seguro de eso?, le replicó el dios Dioniso.

–Sí, sí, que todo lo que toque se convierta en oro, insistió Midas.

–De acuerdo, si te empeñas, así será, dijo resignado el dios mientras se daba la vuelta.

Midas, rey de Frigia (una región de la península de Anatolia, la actual Turquía) había recogido a Sileno, uno de los sátiros, simpático y sabio, pero como todos los sátiros, un juerguista, que en una de sus borracheras se había perdido. Zeus le había confiado en su momento a este sátiro la educación de su hijo Dioniso, después de que el propio dios de los dioses le diera a luz en su muslo de alquiler (lo había tenido dos meses de gestación en el muslo, al morir la madre de Dioniso, amante de Zeus). Midas lo acogió y lo devolvió al cabo de un tiempo con el dios del vino, de cuyo cortejo formaba parte este sátiro, bueno pero incorregible.

Dioniso, como muestra de agradecimiento, concedió a Midas que se cumpliera uno de sus sueños. Este, aunque su riqueza era proverbial, pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro. El dios intentó disuadirlo, pero Midas, insaciable, insistió. Por fin su sueño se hizo realidad.

“Que tus sueños se hagan realidad”. Esta es una de las frases que más nos decimos estos días en las felicitaciones navideñas y en los píos deseos para empezar el año. Y una de las que más encontramos en los cursos y libros de autoayuda –barata– que nos invaden (cada vez que escucho la palabra coaching salgo corriendo). Por ejemplo: “ve hacia adelante y haz que tus sueños se hagan realidad”, o “aférrate a tus sueños, porque si mueren, la vida es un pájaro con alas rotas que no pueden volar” y frases empalagosas de este tipo, que producen ardor de estómago y de alma.

Midas no podía ni comer ni beber, porque cuando iba a ingerir un alimento o un líquido se convertían en oro. Tuvo que suplicarle al dios que le devolviera a su condición anterior. “Cumplir tus sueños” es una cantinela muy peligrosa. Nos lo enseña el mito de Midas (los mitos clásicos son también lecciones morales). Ya lo escribió Oscar Wilde: “Cuando los dioses nos quieren castigar, escuchan nuestras plegarias”.

QOSHE - Cuando los dioses nos castigan - Emilio Del Río
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Cuando los dioses nos castigan

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27.12.2023

Estás seguro de eso?, le replicó el dios Dioniso.

–Sí, sí, que todo lo que toque se convierta en oro, insistió Midas.

–De acuerdo, si te empeñas, así será, dijo resignado el dios mientras se daba la vuelta.

Midas, rey de Frigia (una región de la península de Anatolia, la actual Turquía) había recogido a Sileno, uno de los sátiros, simpático y sabio, pero como todos los sátiros, un juerguista, que en una de sus borracheras se había perdido. Zeus le había confiado en su momento a este sátiro la educación de su hijo........

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