Hace ya milenios, Yahvé dio a Moisés, en la montaña del Sinaí, una tabla en la que constaban diez mandamientos que cumplir. El cuarto concernía a las relaciones parentales, y obligaba a hijos e hijas a honrar a sus progenitores. Honrarás padre y madre, mandaba, siendo dable señalar que en la tabla no figuraba una obligación recíproca, dando por sentado que padre y madre siempre amarían y honrarían a sus descendientes por encima de todo. No era necesario constreñirlos a hacerlo.

Es un mandato religioso que se ha extendido mundialmente como una ley natural, benéfica, indefectible. Los padres y las madres, cuando sean viejos, vulnerables y frágiles deben verse queridos y honrados por sus vástagos. Sucede, sin embargo, que en pleno siglo XXI semejante mandamiento se ha quedado corto. ¿Qué hay de los abuelos y las abuelas? En la época de Moisés, este conjunto no tenía cabida puesto que muy pocas personas envejecían. Salvo el célebre Matusalén, claro está.

En cambio, en este siglo caben de sobra. Son quienes se han ocupado de nietos y nietas durante años y los aman tanto como los aman padres y madres. Han ido envejeciendo viendo como las criaturas se iban haciendo mayores, emprendían su vida de adolescentes y se convertían en adultos. Algunos abuelos, algunas abuelas, tienen la suerte de no caer en el olvido, de sentir que siguen siendo amados, tenidos en consideración por aquellos y aquellas a los que años atrás habían dedicado tantas amorosas horas. Otros, no. Otros experimentan la aflicción del descuido.

A fin de cuentas, el Dios de Moisés no pensó en los abuelos y abuelas en el momento de obligar al amor. No fue previsor, y aún menos en cuanto a bisabuelos y bisabuelas, este sector que cada vez tendrá más presencia con el aumento de la longevidad. Unas personas de este siglo y venideros que habrán visto crecer a dos generaciones de descendientes para tener luego en sus brazos a una tercera, a unos bebés que nunca se harán mayores a sus ojos ya prontos a dejar de ser. O quizás sí, tal vez la ancianidad será progresivamente duradera y lúcida, y entonces, tanto ellos como ellas merecerán también atención y amor por parte de los biznietos y biznietas tan amados.

QOSHE - El cuarto mandamiento hoy - Eulàlia Solé
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El cuarto mandamiento hoy

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11.03.2024

Hace ya milenios, Yahvé dio a Moisés, en la montaña del Sinaí, una tabla en la que constaban diez mandamientos que cumplir. El cuarto concernía a las relaciones parentales, y obligaba a hijos e hijas a honrar a sus progenitores. Honrarás padre y madre, mandaba, siendo dable señalar que en la tabla no figuraba una obligación recíproca, dando por sentado que padre y madre siempre amarían y honrarían a sus descendientes por encima de todo. No era necesario constreñirlos a hacerlo.

Es un mandato religioso que se ha extendido mundialmente como........

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