Cualquier acontecimiento que pueda afectar a la forma de vivir de las personas, por nimio que sea, acaba siendo intervenido por la política. Nadie escapa a la capacidad de la política para absorber cualquier debate público, hasta el extremo de impedir que las personas piensen por sí mismas. Sin embargo, el exceso de política se manifiesta de una forma preocupante porque ya no solo incide en la vida privada de las personas, indicando lo que deben comer, sentir o desear para vivir en armonía con la comunidad, sino que ahora es utilizada también para paralizar iniciativas y proyectos en los que la misma política debería actuar para que puedan llevarse a término.

Un ejemplo de los efectos negativos de un exceso de política en la vida de las personas es el retraso a la hora de señalar el mejor camino para acometer la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Se habla de quién debería tener las competencias, del impacto medioambiental, de la necesidad de incorporar todas las administraciones a la discusión o se discute si la ampliación es necesaria. Es un debate donde los equilibrios políticos, las diferencias ideológicas y la búsqueda de réditos electorales establecen el ritmo de la toma de decisiones para lograr la ampliación. Lo mismo ocurre con la gestión de la emergencia por la sequía, la aprobación de la ley de Amnistía, la renovación del Consejo General del Poder Judicial o las movilizaciones del sector agrícola. Todo ha quedado estancado en la ciénaga política.

El exceso de política implica un exceso de retórica partidista y, a su vez, somete cualquier asunto público a una espiral de desencuentros políticos que acaba dejando en el aire la resolución de cualquier proyecto o conflicto. A medida que el lenguaje político va apropiándose de cualquier asunto público, los ciudadanos se ven obligados a interpretarlo, a decodificarlo, para llegar a entender lo que ocurre. El exceso de política acaba derivando en confusión política. La tramitación de la ley de Amnistía permite observar cómo Junts per Catalunya, apoyándose en el exceso de política, ha dejado atrás su estrategia de confrontación contra el Estado para activar la estrategia de la confusión para paralizarlo.

QOSHE - Exceso de política - Fèlix Riera
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Exceso de política

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09.02.2024

Cualquier acontecimiento que pueda afectar a la forma de vivir de las personas, por nimio que sea, acaba siendo intervenido por la política. Nadie escapa a la capacidad de la política para absorber cualquier debate público, hasta el extremo de impedir que las personas piensen por sí mismas. Sin embargo, el exceso de política se manifiesta de una forma preocupante porque ya no solo incide en la vida privada de las personas, indicando lo que deben comer, sentir o desear para vivir en armonía con la comunidad, sino que ahora es utilizada también para........

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