Yolanda Díaz, líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, explicó en el debate de investidura que una de las cuestiones más importantes que debe emprender la nueva coalición de gobierno es impulsar la reducción de la jornada laboral máxima legal a 37 horas sin afectar a los salarios. Minutos antes, Pedro Sánchez, en su discurso de investidura, alertó que nos encontramos ante “la cuarta revolución industrial y la explosión de la inteligencia artificial, que está cuestionando el control del ser humano sobre la tecnología y que presagia una sustitución de buena parte de los trabajos presentes. El reemplazo podría alcanzar, según distintos estudios, a la mitad, nada más y nada menos, de los empleos actuales”.

El acuerdo entre el PSOE y Sumar, con el título España avanza, que define las iniciativas sociales que se quieren impulsar, plantea la necesidad de “una ley de usos del tiempo que permita avanzar hacia una organización del tiempo más equilibrada entre mujeres y hombres fomentando el bienestar de las personas, la eficiencia del tejido empresarial y asociativo”. Díaz promueve como un gran logro social reducir la jornada laboral y el tiempo que destinan los ciudadanos a las empresas para las cuales trabajan, mientras que Sánchez señala el gran problema del impacto de la IA en la sociedad, que supone prescindir del trabajo de gran parte de los ciudadanos.

El siguiente capítulo de la historia sobre cómo las personas emplean el tiempo va a estar determinado, no tanto por la lucha social, sino por el impacto que ya tienen las nuevas tecnologías en la economía. Sam Altman, uno de los padres del ChatGPT, en el artículo “La ley de Moore extendida a todo”, publicado en el 2021, explica que “con la IA produciendo la mayoría de los servicios básicos del mundo, la gente quedará libre para pasar más tiempo con sus seres queridos, cuidando de los demás, disfrutando del arte y la naturaleza, o trabajando por el bien social”.

El planteamiento de Altman difiere del de Yolanda Díaz, pues promete crear un mundo mejor para contrarrestar el impacto negativo que tendrá en la vida de las personas la pérdida de sus trabajos; Díaz, en cambio, plantea la reducción de la jornada laboral y propone que el trabajo tenga un papel menor en la vida de las personas como un nuevo acto de lucha contra la explotación de los trabajadores.

La visión de Yolanda Díaz conecta con el ideal posmarxista de liberar a los ciudadanos del trabajo para que puedan dedicar su tiempo y energía a participar en lo común, en la discusión de lo público. El filósofo marxista francés Jacques Rancière en su ensayo El reparto de lo sensible, publicado en el 2000 argumenta que “el reparto democrático de lo sensible hace del trabajador un ser doble. Este saca al artesano de su lugar , el espacio doméstico de su trabajo, y le da el tiempo de estar en el espacio de la discusión pública y en la identidad del ciudadano deliberante”.

Lo que busca Yolanda Díaz es impulsar nuevas leyes y medidas para que el ciudadano pueda conseguir liberarse del trabajo y responder a los desafíos sociales y cul­turales desde una determinada visión política, que permita aflorar al ciudadano comprometido y actuante a favor de los cambios sociales propuestos desde la izquierda verdadera.

Bajo la promesa a los españoles de que podrán trabajar menos y cobrar lo mismo habita, consciente o inconscientemente, la pulsión de plantear un combate a la cultura de la acumulación y del crecimiento económico. Las apelaciones de Íñigo Errejón de que “hay que trabajar menos para trabajar todos” tienen como objetivo lograr a medio plazo la jornada semanal de 32 horas y asociar sus medidas a las que desarrollan países como Nueva Zelanda, Noruega o Alemania, pero poniendo el acento en que se debe acabar con la obediencia al capitalismo.

Ya nadie duda de que avanzamos hacia una sociedad gobernada por los avances tecnológicos, que afectarán al trabajo, pero, mientras que los países que han reducido la jornada laboral lo han hecho desde una concepción estrictamente económica, lo que ahora se plantea es una contienda ideológica. No se debería impulsar la iniciativa de reducir la jornada a 37 horas ni poner en marcha una ley de usos del tiempo sin abrir previamente el debate de impulsar un nuevo contrato social, contrato que solo será posible si se consigue un amplio consenso entre los partidos políticos, los sindicatos, los ciudadanos y las patronales empresariales.

QOSHE - Líbranos del trabajo - Fèlix Riera
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Líbranos del trabajo

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05.12.2023

Yolanda Díaz, líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, explicó en el debate de investidura que una de las cuestiones más importantes que debe emprender la nueva coalición de gobierno es impulsar la reducción de la jornada laboral máxima legal a 37 horas sin afectar a los salarios. Minutos antes, Pedro Sánchez, en su discurso de investidura, alertó que nos encontramos ante “la cuarta revolución industrial y la explosión de la inteligencia artificial, que está cuestionando el control del ser humano sobre la tecnología y que presagia una sustitución de buena parte de los trabajos presentes. El reemplazo podría alcanzar, según distintos estudios, a la mitad, nada más y nada menos, de los empleos actuales”.

El acuerdo entre el PSOE y Sumar, con el título España avanza, que define las iniciativas sociales que se quieren impulsar, plantea la necesidad de “una ley de usos del tiempo que permita avanzar hacia una organización del tiempo más equilibrada entre mujeres y hombres fomentando el bienestar de las personas, la eficiencia del tejido empresarial y asociativo”. Díaz promueve como un........

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