El lunes se cumplen veinte años de los dramáticos atentados del 11-M en Madrid y la efeméride lleva días calentando motores. A una semana vista, el programa de Jordi Évole en La Sexta de anteanoche diseccionó cómo el gobierno del PP trató de mantener la incógnita de la autoría para amarrar el resultado de las elecciones que se celebraban tres días después, el 14 de marzo.

Llevaba una cómoda ventaja al PSOE pero si era ETA la autora de la matanza con toda seguridad iba a arrasar en las urnas porque el PP era la mano dura contra el terrorismo. Pero si era Al Qaeda, quizás no les iba a ir tan bien porque se iba a relacionar el atentado con el apoyo del aquel gobierno a la invasión de Irak.

Jordi Évola con José Antonio Zarzalejos en el programa

De manera que el gobierno se confabuló para mantener la ambigüedad durante tres días. Aznar reunió pronto a su núcleo duro con una ausencia de por sí descriptiva: no estaba el Centro Nacional de Inteligencia. Este detalle lo recuerda el veterano periodista de la SER Iñaki Gabilondo en el documental, en el que aparecen otros siete periodistas: también de la SER el jefe de tribunales y sucesos, Javier Álvarez, y Mamen Mendizábal; de TVE Josep Puigbó, que presentaba el telediario, Fran Llorente, del informativo de La 2, y Oscar González, coordinador de Informe Semanal; y de ABC su entonces director, José Antonio Zarzalejos, y su redactora de sucesos, Cruz Morcillo.

Évole detalla en una pornográfica cronología cómo en las comparecencias del presidente Aznar y su ministro del Interior, Ángel Acebes, la información que ofrecen no se corresponde con la que van obteniendo sus servicios policiales.

Aquellos días ya se supo bastante de cuál era la verdad que se estaba imponiendo, pero veinte años después se sabe todo, y aquel gobierno queda –con perdón- absolutamente en bolas. Porque habría bastado con ser menos vehemente señalando a ETA para que la indignación del votante fuera menor.

Al documental lo hace aún más interesante el mea culpa que entonan algunos de los entrevistados.

Gabilondo recuerda cómo rectificaron la información que apuntaba la presencia de un suicida en los trenes (y que descartaba a ETA).

En el caos, la confusión se dio –no hace falta entrar en detalles- por cómo habían quedado algunos cuerpos en las explosiones. Gabilondo subraya que no todo el mundo corrigió sus errores de aquel o aquellos días. Puigbó lamenta no haber sido más beligerante, y esgrime que “preguntar no lleva veneno”, por su entrevista a un presunto experto –que no eligió él- que en su plató apuntaba a ETA.

José Antonio Zarzalejos desearía “haber acertado desde el minuto uno”, desde la primera portada. Su entonces redactora de sucesos Cruz Morcillo explica la rabia que sintió porque, con todas sus fuentes policiales apuntando al terrorismo islamista, su periódico tuvo que creerse a Aznar.

Entiende (hoy) la postura de su director: quien le llamaba era el presidente del gobierno, ni más ni menos. ¿Puede mentir en un asunto tan sensible un presidente del gobierno?

Acebes mantiene un absoluto silencio sobre aquellos días, pero Évole rescata en el programa un corte de Aznar de 2021 en el que sostiene: “A aquel gobierno se le puede acusar de cualquier cosa menos de una cosa: no decir la verdad”. Es cierto que finalmente –el sábado por la tarde, con tres marroquís detenidos- dijeron que había dos líneas de investigación, admitiendo la opción de Al Qaeda, pero es que hacía muchas horas que ya sólo había una.

La semana pasada, en València, Aznar dio un discurso, esta vez en un acto con empresarios, en el que aseguró que hoy vivimos "el momento de mayor crisis en España desde el comienzo de la democracia" y que por ello es necesario un gobierno de "gente competente".

No concretó en qué materias.

QOSHE - El arte de saber estar callado - Ignacio Orovio
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El arte de saber estar callado

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05.03.2024

El lunes se cumplen veinte años de los dramáticos atentados del 11-M en Madrid y la efeméride lleva días calentando motores. A una semana vista, el programa de Jordi Évole en La Sexta de anteanoche diseccionó cómo el gobierno del PP trató de mantener la incógnita de la autoría para amarrar el resultado de las elecciones que se celebraban tres días después, el 14 de marzo.

Llevaba una cómoda ventaja al PSOE pero si era ETA la autora de la matanza con toda seguridad iba a arrasar en las urnas porque el PP era la mano dura contra el terrorismo. Pero si era Al Qaeda, quizás no les iba a ir tan bien porque se iba a relacionar el atentado con el apoyo del aquel gobierno a la invasión de Irak.

Jordi Évola con José Antonio Zarzalejos en el programa

De manera que el gobierno se confabuló para mantener la ambigüedad durante tres días. Aznar reunió pronto a su núcleo duro con una ausencia de por sí descriptiva: no estaba el Centro Nacional........

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