Anne Hidalgo dejó Twitter porque se ha convertido en un “arma de destrucción masiva de nuestras democracias’’. Si se da por bueno el argumento, sorprende la cantidad de recursos humanos y económicos que dedican las administraciones públicas a alimentar una empresa privada con un megalómano al frente que supone tal nivel de riesgo. El “complejo de Mesías” de Elon Musk puede acabar con él, según The Economist , pero a falta de saber cuándo explota X, la clase política que no renuncia a su timeline está librando en el barro de la red social una batalla cultural sin precedentes.

Oscar Puente

“A mi también me gusta la fruta”. Óscar Puente se estrena en un ministerio, pero su experiencia tuitera imprime a la lucha con la derecha un nuevo know how alejado de la institucionalidad. Sea para lidiar con Isabel Díaz Ayuso o con Santiago Abascal. El ministro de Transportes ha ido al choque de trenes con la presidenta de Madrid y sus quejas por las incidencias en el servicio de Cercanías: “Dos descarrilamientos en nueve días. Haremos todo lo necesario para proteger a los madrileños de la despreocupación de Sánchez por el Cercanías”. La respuesta del ministro: “Tranquila, presidenta. Céntrate en construir líneas de metro sin derribar las casas de nadie, que de los problemas que tenga la red de cercanías de Madrid ya se ocupa el Gobierno de España”.

A partir de ahí, llega la macedonia del ministro a cada reproche de la derecha: “chulo de taberna”, “macarra”, “barriobajero”, le llaman. Puente no se arredra : “Qué piel tan fina tienen. Y cómo les molesta que les digan las verdades del barquero. Que se armen de paciencia. El tiempo de callar o poner la otra mejilla ya pasó”. Y bloquea y bloquea: “Cada uno se relaciona con quien quiere. Sea Agamenón o su porquero”. La estrategia genera efímeras dudas entre moderados. @iguardans: “En este concreto momento del país, y con alguien como Ayuso manipulando en redes con ayuda de MAR, a lo mejor sí hay que tratarla con lo que entiende”.

Puente es también la punta de lanza del ataque ministerial coordinado tras el tango de la muerte que baila Santiago Abascal en la investidura de Javier Milei: “Habrá un momento que el pueblo querrá colgar de los pies a Sánchez”. “No escucho el rasgar de las vestiduras de los editorialistas de la derecha sobre las palabras de Abascal que, a mi juicio, son delictivas”. Detrás llegaron la vicepresidenta Montero, los ministros Albares, Planas, Morant… Y Sánchez, en Tierra firme : “Hay insultadores e insultados; asediadores y asediados”. La lucha sigue, el barro aumenta.

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Ministros en el barro

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12.12.2023

Anne Hidalgo dejó Twitter porque se ha convertido en un “arma de destrucción masiva de nuestras democracias’’. Si se da por bueno el argumento, sorprende la cantidad de recursos humanos y económicos que dedican las administraciones públicas a alimentar una empresa privada con un megalómano al frente que supone tal nivel de riesgo. El “complejo de Mesías” de Elon Musk puede acabar con él, según The Economist , pero a falta de saber cuándo explota X, la clase política que no renuncia a su timeline está librando en el barro de la red social una batalla cultural sin precedentes.

Oscar Puente

“A mi también me gusta la........

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