Desde que me quité ­hace años del progresismo –tampoco es que fuese el joven Lenin, la verdad–, duermo a pierna suelta, escribo lo que quiero y sueño lo que me da la gana. De ahí mi ilusión, ilusión ilusionante, porque algún día Catalunya acoja un Hard Rock a lo Las Vegas del Mediterráneo aunque sea en miniatura y dos shows diarios de Lluís Llach con cena, copa de cava y mitin incluido.

Cuando oigo ese “¡No pasarán! ¡No a Las Vegas del Mediterráneo!”, me quedo mohino. Muy mohino. Y pienso en mis abuelos y mi padre, que se fueron de este mundo sin pisar Las Vegas (Nevada). Por ellos –y por la Catalunya del siglo XXI–, quiero el Hard Rock siempre y cuando se parezca a Las Vegas –¡como si fuese tan fácil!–, sea pródigo en neones, veladas de boxeo y descuentos a los industriales de Bilbao casados y sin compromiso.

Lejos de esos complejos hoteleros donde te atan a una pulsera, chapotean los querubines y se perpetran programas de animación con pruebas inverosímiles –yo he visto a ingleses de Luton bailando la conga en una piscina–, un Hard Rock a tiro de Rodalies reproduciría la excitación que le entra a uno cuando llega a Las Vegas y se siente el rey del mambo, alma hortera dispuesta a pulirse la pensión, intercambiar la suegra en un club swinger y casarse en una capilla ante un juez de chichinabo y música disco.

La ludopatía del siglo XXI no se cultiva en los tapices de las ruletas, sino en los móviles, donde tan alegremente apuestan muchos jóvenes. No hay como un casino de Las Vegas para desengañarse con el juego. Y de propina, hablamos de un proyecto social cuyos beneficios repartiríamos entre el territorio y los indios seminolas (no confundir con Los Indios Tabajaras, hermanos y guitarristas).

Ya entiendo que en esta Catalunya calvinista y partidaria del no a todo, Las Vegas del Mediterráneo haya sido otra dichosa línea roja. ¡No sea que la gente se lo pase en grande un fin de semana o se nos llene Tarragona de cachirulos! Porque Las Vegas es diversión, matar alguna mosca, romper un plato y comer con los dedos. Es pecado y nos gusta.

QOSHE - ¡Sí a Las Vegas en Catalunya! - Joaquín Luna
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¡Sí a Las Vegas en Catalunya!

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14.03.2024

Desde que me quité ­hace años del progresismo –tampoco es que fuese el joven Lenin, la verdad–, duermo a pierna suelta, escribo lo que quiero y sueño lo que me da la gana. De ahí mi ilusión, ilusión ilusionante, porque algún día Catalunya acoja un Hard Rock a lo Las Vegas del Mediterráneo aunque sea en miniatura y dos shows diarios de Lluís Llach con cena, copa de cava y mitin incluido.

Cuando oigo ese “¡No pasarán! ¡No a Las Vegas del Mediterráneo!”, me quedo mohino. Muy mohino. Y pienso en mis........

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