Estados Unidos se abstuvo y facilitó este lunes que la quinta proposición de alto el fuego presentada en las últimas semanas fuera aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU. Después de vetos cruzados entre Washington y la alianza formada por Moscú y Pekín, una propuesta presentada por diez naciones modestas, como Eslovenia, Mozambique, Argelia, Malta o Suiza, logró un apoyo unánime –14 votos a favor y la citada abstención norteamericana–. El texto demanda “un alto el fuego inmediato” entre Israel y Hamas hasta que acabe el Ramadán el próximo 9 de abril.

Parece claro que Beniamin Netanyahu hará oídos sordos a esta reclamación y seguirá la guerra en Gaza, pero la votación tiene un coste político evidente para Israel, que se queda en la soledad más absoluta en el concierto de las naciones. La Administración de Joe Biden no podía seguir dándole apoyo ante la crisis de hambruna que padece la población palestina y la muerte de más de 30.000 personas en la franja. Después del desgaste que le supuso vetar en tres ocasiones las propuestas de alto el fuego, Estados Unidos presentó una propia que fue rechazada por Rusia y China. Fue un preámbulo para que este lunes pudiera salir adelante la definitiva.

El primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, en una imagen de archivo

La resolución incluye la liberación al menos de cien rehenes que siguen en manos de Hamas. Este es un punto importante porque la población israelí está dividida entre quienes apoyan a Netanyahu y creen que debe continuar la lucha hasta la “victoria total” contra Hamas y aquellos que son partidarios de un alto el fuego si se libera a algunos rehenes.

Ante la resolución de la ONU de este lunes, la reacción de Netanyahu fue la de cancelar una visita prevista de sus asesores a Washington. Cuando el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una reciente visita a Jerusalén le conminó al alto el fuego dentro de la negociación que se mantiene con Hamas en Qatar, el primer ministro israelí le replicó que no pensaba detener el avance hacia Rafah. Si es necesario “lo haremos solos”, le espetó.

Pues bien, Israel se queda aislado y solo en su guerra sin fin.