Alexéi Navalni quiso ser el Nelson Mandela ruso, pero Vladímir Putin ha demostrado ser más cruel que los artífices del apartheid sudafricano. El disidente ruso tomó en enero del 2021 una decisión muy arriesgada que, al final, le ha costado la vida. Después de haber sufrido un coma inducido por ingerir una sustancia química, el Novichok, y estar seis meses hospitalizado en Alemania para recuperarse del envenenamiento, decidió volver a Moscú para erigirse en líder de la oposición a Putin.

Una decisión valiente y, al mismo tiempo, suicida, si repasamos el historial de todos aquellos que han querido enfrentarse al dictador ruso. Navalni plantó cara al Gobierno ruso y se ganó la admiración y respeto de la opinión pública internacional. Sus vídeos contra Putin –especialmente el que divulgó sobre el lujoso palacio donde este residía– habían tenido mucha audiencia en las redes sociales rusas y habían provocado una ola de indignación entre la población. Putin nunca se lo perdonó.

Una vez retornó a Moscú, la justicia rusa fue acumulando cargos contra él y ya no volvió a salir nunca más de la cárcel. Navalni, pese a ello, siguió activo en redes hasta que recientemente fue trasladado a un centro penitenciario del Ártico, donde su salud fue empeorando ante la falta de la medicación que requería después de su envenenamiento. Por desgracia, su muerte estaba anunciada. Podría haber sido semanas atrás o en próximos días, pero el final de Navalni estaba escrito.

Su muerte se suma a la de tantos otros que han osado desafiar a Putin. O a la de los miles de ucranianos que han fallecido en la defensa de su país por la invasión rusa. El final de Navalni causa conmoción por la impunidad con la que actúa el presidente ruso y se produce en un contexto de especial agresividad contra los países de la OTAN.

Joe Biden avisó en el 2021 que la muerte de Navalni en prisión tendría “consecuencias devastadoras” para Rusia. Sin necesidad de ir a una guerra, veremos cómo reacciona Occidente a este nuevo desafío. Las sanciones económicas no parece que le hayan inquietado en exceso.

QOSHE - Otro asesinato más - Jordi Juan
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Otro asesinato más

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17.02.2024

Alexéi Navalni quiso ser el Nelson Mandela ruso, pero Vladímir Putin ha demostrado ser más cruel que los artífices del apartheid sudafricano. El disidente ruso tomó en enero del 2021 una decisión muy arriesgada que, al final, le ha costado la vida. Después de haber sufrido un coma inducido por ingerir una sustancia química, el Novichok, y estar seis meses hospitalizado en Alemania para recuperarse del envenenamiento, decidió volver a Moscú para erigirse en líder de la oposición a Putin.

Una decisión valiente y, al........

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