Del caso Alves se han dicho y se han escrito muchas cosas, pero solo ahora con una sentencia no se camina sobre arenas movedizas. La Audiencia de Barcelona condenó este jueves al futbolista a 4 años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual y considera probado que violó a una joven en el baño de un reservado de una discoteca de la capital catalana. No tengo ninguna duda de que este mismo caso en el pasado no hubiera tenido el recorrido y el final que ha tenido ahora. Una joven, casi una niña, se atrevió a enfrentarse a un astro del deporte. En concreto, el segundo futbolista con más títulos en una carrera profesional, exactamente 43 copas –el primero no es otro que Leo Messi, con 44–.

“No me van a creer, no me van a creer”, decía la joven en sus primeras declaraciones a la policía. Enfrente estaba un famoso que se creía impune y que decidió venir a Barcelona a dar la cara ante el tribunal, convencido de que no le sucedería nada. Cabe recordar que el futbolista podía haberse recluido en Brasil y, como con este país no hay acuerdo de extradición, haberse quedado perfectamente allí.

La furgoneta que trasladó al exfutbolista Dani Alves a su llegada a la Audiencia de Barcelona

Por tanto, una primera consideración es un triunfo de la justicia. Se podrá criticar que la pena haya podido ser rebajada por el pago avanzado de Alves a la víctima de 150.000 euros y que esta cifra no está al alcance de muchos ciudadanos. Y que la condena final está muy alejada de lo que pedían la acusación y la Fiscalía. Dicho esto, nos podemos imaginar cuántas miles de mujeres en el pasado han vivido situaciones parecidas de este tipo y no se han atrevido a denunciar porque, ante el testimonio de un famoso... “no me van a creer”. Este miedo empieza a perderse.

Y la sentencia aporta una segunda consideración que hay que tener en cuenta en relación con el consentimiento del sexo entre adultos: “Que la denunciante bailase de manera insinuante no
supone dar carta blanca a cualquier abuso o agresión que se produzca con posterioridad”. O dicho de forma más directa, la insinuación seductora de una mujer no autoriza después al hombre a que pueda extralimitarse como y cuando quiera. La sociedad va avanzando.

QOSHE - Pues sí, te han creído - Jordi Juan
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Pues sí, te han creído

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23.02.2024

Del caso Alves se han dicho y se han escrito muchas cosas, pero solo ahora con una sentencia no se camina sobre arenas movedizas. La Audiencia de Barcelona condenó este jueves al futbolista a 4 años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual y considera probado que violó a una joven en el baño de un reservado de una discoteca de la capital catalana. No tengo ninguna duda de que este mismo caso en el pasado no hubiera tenido el recorrido y el final que ha tenido ahora. Una joven, casi una niña, se atrevió a enfrentarse a un astro del deporte. En........

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