Lo que se dijeron Pedro Sánchez y José Luis Ábalos en julio del 2021 cuando este fue cesado como ministro de Transportes solo lo saben los dos protagonistas. Lo que sí es cierto es que, durante los días previos a aquella crisis, Ábalos, como secretario de organización del partido, estuvo hablando mucho tiempo con el presidente sobre los cambios que había que hacer en el Consejo de Ministros y estaba completamente convencido de que seguiría en su puesto o en otro ministerio. Corre la versión de que el día antes de anunciarse los cambios, Sánchez lo llamó por teléfono y le comunicó que en la vida había momentos en los que tocaba dar un paso atrás y que ese día había llegado para él. Ábalos se cayó del gobierno y dejó la secretaría de organización del PSOE.

Nunca se han sabido las causas de tal decisión, pero en los mentideros políticos madrileños sí se hablaba sobre un tal Koldo García, hombre de confianza de Ábalos, que se paseaba por Madrid pagando con billetes de 500 euros. El escándalo que se ha cono­cido ahora por los beneficios económicos obtenidos por la trama organizada de este exportero de discoteca afecta a la honorabilidad de Ábalos. Es cierto que no hay ninguna acusación contra él, pero la ética y la exigencia de escrupulosidad que el PSOE se ha marcado, justamente para distanciarse de los casos de corrupción cometidos en su día por el PP, le marcan el camino de salida y su dimisión como diputado en el Congreso.

Su resistencia a irse le va a perjudicar a él, a su partido y especialmente a Sánchez. No ha sido esta una buena semana para el presidente. Comenzó con un pésimo resultado en Galicia y la consolidación de su rival Alberto Núñez Feijóo en el PP, y termina con el mencionado Koldo en todos los medios de comunicación. Sánchez fue muy claro ayer: “Caiga quien caiga, el que la hace la paga”. Desde la moción de censura contra Mariano Rajoy todo el discurso del sanchismo se ha construido sobre los pilares de la honorabilidad y la lucha contra la corrupción. El caso Koldo es un torpedo en toda la línea de flotación de esta estrategia. Por tanto, Ábalos debe dar, ahora sí, un paso atrás definitivo, y el Gobierno nos debe un ejercicio de transparencia.

QOSHE - Un torpedo llamado Koldo - Jordi Juan
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Un torpedo llamado Koldo

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25.02.2024

Lo que se dijeron Pedro Sánchez y José Luis Ábalos en julio del 2021 cuando este fue cesado como ministro de Transportes solo lo saben los dos protagonistas. Lo que sí es cierto es que, durante los días previos a aquella crisis, Ábalos, como secretario de organización del partido, estuvo hablando mucho tiempo con el presidente sobre los cambios que había que hacer en el Consejo de Ministros y estaba completamente convencido de que seguiría en su puesto o en otro ministerio. Corre la versión de que el día antes de anunciarse los cambios, Sánchez lo........

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