No se podía saber. En medio del caos provocado por la pandemia, unos pícaros se aprovecharon de las prisas de las administraciones que a la carrera necesitaban conseguir mascarillas. A nadie se le pasó por la cabeza que en medio de aquella situación repleta de urgencias, alguien intentase hacer negocio a costa de la desgracia global. Pero sí, hay gente pa to . Y mientras la mayoría de nosotros se preocupaba por no contagiarse ni contagiar a los suyos, y nos lavábamos las manos 30 veces al día, había quien se las ensuciaba y se llenaba los bolsillos con dinero público.

Como en casi todas las tramas corruptas de nuestro país, vamos conociendo detalles que darían para peli de Tony Leblanc y Lina Morgan. En esta ya tenemos dos personajes fascinantes. El propio Koldo, al que estos días vemos en imágenes de archivo, siempre a pocos metros de José Luis Ábalos. El tío no pasa desapercibido y, no me pregunten por qué, pero le encuentro un aire a Luis Roldán, talla XXL, el gran símbolo de la corrupción política de los noventa.

De Koldo sus compañeros socialistas de Navarra dicen que siempre estaba dispuesto a ayudar. Miembro de una asociación antidesahucios, se presentó a las municipales en Huarte. Él no era de allí, pero en Huarte no había candidatura socialista. Arrasaba la izquierda abertzale. No era fácil encabezar la lista del PSOE en ese tipo de pueblos. Koldo lo hizo y sacó su acta de concejal.

Según la investigación, con el supuesto enriquecimiento ilícito, Koldo compró cuatro apartamentos en Benidorm y cinco coches. Si no han trascendido las marcas, es que de gama alta no son.

El otro personaje fascinante es Víctor de Aldama, de profesión presidente de club, concretamente del Zamora Club de Fútbol. Milita en el Grupo 1 de la llamada Segunda Federación, la Segunda B de antes, y ocupa la tercera posición a un punto del líder, el Ourense. El último partido lo ganaron en Pasarón al Pontevedra, rival directo, y reciben mañana domingo al Deportivo Fabril, en su campo. El nombre del estadio: Ruta de la Plata. De Aldama aparece en la foto como presidente con un par o tres de botones desabrochados de una camisa blanca. Le hemos visto con Ábalos acompañándole por México en un viaje oficial. También ejerce de cónsul honorario de Georgia en Zamora. Tiene que molar mucho su tarjeta.

Víctor de Aldama también ha invertido lo ganado con las mascarillas en ladrillo y coches. Aunque diferente a Koldo: casa en La Moraleja, dos Ferraris y un Porsche. Por sus inversiones los conoceréis.

A Koldo y De Aldama solo los hemos podido ver en imágenes de archivo. No sabemos ni la voz que tienen. En cambio, a José Luis Ábalos le hemos visto concediendo entrevistas hasta en el Disney Channel. Y sí sabemos la voz que tiene: grave, con mucha personalidad, y una mirada y unos gestos que ni Joe Pesci en Uno de los nuestros. Igual es inocente el hombre, y no ha tenido nada que ver en los negocios de sus allegados. Pero la voz y el rictus le convierten en sospechoso habitual. Otro detalle: el último lugar en el que se vieron Koldo y Ábalos fue en una marisquería. ¿Algo más simbólico para un nuevo rico que una marisquería? Disimula Koldo, disimula. Se lo ponen muy fácil a Federico para que desde su micrófono cante “A las mariscadas” al ritmo de A las barricadas.

Para acabar mi trabajo de investigación, entro en la tienda virtual del Zamora Club de Fútbol. Baberos, imanes de nevera, bufandas, camisetas del primer equipo y un chándal negro muy pintón por 76 euros, gastos de envío incluidos. Si no te quieres gastar tanto, por diez euros puedes conseguir una mascarilla con el escudo del Zamora. Poesía.

QOSHE - Algo pasa con Koldo - Jordi Évole
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Algo pasa con Koldo

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02.03.2024

No se podía saber. En medio del caos provocado por la pandemia, unos pícaros se aprovecharon de las prisas de las administraciones que a la carrera necesitaban conseguir mascarillas. A nadie se le pasó por la cabeza que en medio de aquella situación repleta de urgencias, alguien intentase hacer negocio a costa de la desgracia global. Pero sí, hay gente pa to . Y mientras la mayoría de nosotros se preocupaba por no contagiarse ni contagiar a los suyos, y nos lavábamos las manos 30 veces al día, había quien se las ensuciaba y se llenaba los bolsillos con dinero público.

Como en casi todas las tramas corruptas de nuestro país, vamos conociendo detalles que darían para peli de Tony Leblanc y Lina Morgan. En esta ya tenemos dos personajes fascinantes. El propio Koldo, al que estos días vemos en imágenes de archivo, siempre a pocos metros de José Luis Ábalos. El tío no pasa desapercibido y, no me........

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