En el estudio demoscópico del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, sus autores Ivan Krastev y Mark Leonard recuerdan que en los últimos 15 años Europa ha experimentado cinco crisis importantes: la financiera, la climática, la migratoria, la pandémica y la guerra en Ucrania (no citan la de Oriente Medio, de la que cabe esperar lo peor). Edgar Morin, reflexionando en Le Monde acerca de si habíamos llegado a la medianoche del siglo XXI (término con el que Victor Serge definió los momentos históricos previos a la segunda gran guerra), venía a coincidir al opinar que las crisis del presente se refuerzan mutuamente en una especie de policrisis ecológica, económica, política, social y civilizatoria que va en aumento.

Veamos algunas pautas que, a mi juicio, explican la interconexión de las crisis. La razón de ser de la globalización está en retroceso y un nuevo proteccionismo encarece productos y alimentos. La guerra en Ucrania ha abundado en el aumento de costes por el bloqueo a recursos energéticos y a cereales de la región. El conflicto entre Israel y Palestina tiene y tendrá repercusión en las tarifas del transporte. La pandemia y la guerra han puesto en evidencia los riesgos de nuestra dependencia. A raíz de la covid, los conceptos de autonomía estratégica, e incluso de soberanía alimentaria, se han agregado al debate sobre el futuro europeo. Una UE que reclama campeones europeos, pero que hiperregula en sentido contrario. Una Europa que lidera la respuesta al cambio climático, pero con medidas y timings que pueden provocar desigualdades. Y una UE que requiere inmigración, a la vez que precisa de su regulación. De todas estas crisis, dos de ellas se proyectan o proyectarán con mayor énfasis en los debates políticos. Y también en el terreno de las ideas, que no siempre resultan ser espacios concurrentes. La crisis climática y la crisis migratoria.

Las movilizaciones del sector agrario (especialmente el francés, con lamentables muestras de chovinismo hacia nuestras frutas y hortalizas) pretenden incidir en la globalización, o quizás sería más justo hablar de desglobalización, en la medida en que lo que persiguen es abortar los avances del acuerdo de la UE con Mercosur. Pero también es cierto que los costes regulatorios que suponen las nuevas obligaciones medioambientales de la UE derivadas del green deal y la exagerada burocracia de la PAC son las que provocan mayor irritación en el mundo agrario, al considerar que afectan gravemente a su competitividad frente a terceros países.

La crisis migratoria lleva más tiempo impactando en las sociedades europeas y determinando su agenda política y sus resultados electorales. Europa necesita la inmigración. De hecho, por déficits imperdonables de nuestras políticas demográficas, los inmigrantes ya contribuyen a garantizar nuestra sociedad del bienestar. Pero sin demagogia (la hay en la derecha y en la izquierda), debe reflexionarse sin complejos cómo controlarla y garantizar su integración.

Los dos debates, el del clima y el de la inmigración, no están ni estarán protegidos de las garras del populismo. Este siempre aparece en tiempos de turbulencias. Lacra que no se limita a la extrema derecha alemana de AfD o a la neerlandesa de Geert Wilders. Para muestra, la exministra socialista francesa Ségolène Royal arengando sobre la falsedad de nuestros productos ecológicos y sobre lo incomibles que son los tomates españoles. Habrá que mandarle un buen cesto de tomates de Montserrat o de Barbastro para alegrar, al menos, su paladar.

QOSHE - Policrisis europea - Josep Antoni Duran I Lleida
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Policrisis europea

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13.02.2024

En el estudio demoscópico del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, sus autores Ivan Krastev y Mark Leonard recuerdan que en los últimos 15 años Europa ha experimentado cinco crisis importantes: la financiera, la climática, la migratoria, la pandémica y la guerra en Ucrania (no citan la de Oriente Medio, de la que cabe esperar lo peor). Edgar Morin, reflexionando en Le Monde acerca de si habíamos llegado a la medianoche del siglo XXI (término con el que Victor Serge definió los momentos históricos previos a la segunda gran guerra), venía a coincidir al opinar que las crisis del presente se refuerzan mutuamente en una especie de policrisis ecológica, económica, política, social y civilizatoria que va en aumento.

Veamos algunas pautas que, a mi juicio, explican la interconexión de las crisis. La razón de ser de la globalización está en retroceso y un........

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