Durante mucho tiempo, opinar en política me pareció fácil: siempre estaba de acuerdo con la izquierda. ¿Cuál? Como tanta gente de mi generación, empecé en la que se llamaba revolucionaria; luego me di cuenta de que revolución implica violencia, y preferí la socialdemocracia. No me moví de ahí durante décadas.

¡Felices tiempos aquellos, de certezas!… En los últimos años, cada vez tengo más dudas. ¿Soy yo, que cuanto más me informo, más veo lo complejo que es todo? ¿O es la aparición de nuevos temas? Qué fácil, elegir entre pensiones públicas o privadas, aborto sí o no, bajar impuestos o mejorar hospitales… Pero ¿y la independencia de Catalunya? ¿Es de derechas o de izquierdas? ¿Y el “trabajo sexual”? ¿Y la división entre “gente” y “casta”? ¿Y las centrales nucleares? ¿Y la amnistía?... Surgieron partidos nuevos, que parecían ofrecer soluciones, escapando al eje derecha-izquierda tradicional. Pero no han prosperado. ¿Qué pasa entonces con las cuestiones dudosas?

Veamos un ejemplo reciente. El Partido Popular de Madrid quiere reformar la ley trans madrileña. Entre otras cosas, la reforma blindaría las categorías deportivas femeninas, o permitiría las terapias de exploración psicológica que la ley actual castiga (las considera “terapias de conversión”). ¿Eso es de derechas? ¿Qué tiene de progresista obligar a las deportistas a competir con varones (auto­identificados como “mujeres trans”)? ¿Es de izquierdas dar sin más ni más, a quien duda de su identidad, una receta de hormonas, en vez de indagar el origen de su malestar?... Pero en vez de molestarse en explicarlo, los medios de izquierdas se han apresurado a vociferar: “¡Ayuso recorta los derechos trans!”.

Y es que, cada vez más, las cuestiones polémicas se “resuelven” de un plumazo, etiquetando esto como de izquierdas, lo otro como de derechas. Es muy cómodo, claro: nos ahorra el trabajo de pensar. Lo sustituye por opiniones prefabricadas, acompañadas de chantaje (basta con que dudes para convertirte en traidora).

¡Resistamos! Democracia no es solo votar, ni elegir entre dos bloques. Democracia es reflexionar, debatir, formarse una opinión. No seguir como borregos la línea del Partido.

QOSHE - La línea del Partido - Laura Freixas
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La línea del Partido

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18.11.2023

Durante mucho tiempo, opinar en política me pareció fácil: siempre estaba de acuerdo con la izquierda. ¿Cuál? Como tanta gente de mi generación, empecé en la que se llamaba revolucionaria; luego me di cuenta de que revolución implica violencia, y preferí la socialdemocracia. No me moví de ahí durante décadas.

¡Felices tiempos aquellos, de certezas!… En los últimos años, cada vez tengo más dudas. ¿Soy yo, que cuanto más me informo, más veo lo complejo que es todo? ¿O es la aparición de nuevos temas? Qué fácil, elegir entre pensiones........

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