Cada fin de semana hay atasco en el acceso al pantano de Sau. Lo forman los llamados turistas de la sequía, que quieren ver con sus propios ojos el embalse convertido en charco. Sau está ya a un 3,7% de su capacidad máxima, con poco más de cinco hectómetros cúbicos, del total de 165,2 que puede almacenar. Y el nivel sigue bajando.

Hay muchos tipos de turismo: de sol y playa, cultural, familiar, mochilero, sanitario, de aventura, gastronómico, enológico, solidario, ecológico, sexual, etcétera. Son variantes concebidas para satisfacer las aficiones particulares, para curarse a mejor precio, para atender causas sociales o debilidades inconfesables. Para celebrar, de un modo u otro, la vida.

Luego hay otras variedades turísticas, algo más oscuras, preferidas por quienes se sienten atraídos por la muerte, la tragedia o las catástrofes, ya sean naturales o causadas por los humanos. Entre sus destinos figuran viejos escenarios bélicos, campos de exterminio nazi, la zona cero de Nueva York, lo que queda de la central nuclear de Chernóbil, etcétera. Y también las regiones devastadas por un tsunami, un incendio forestal, un terremoto o una erupción volcánica.

Este último paquete interesa a turistas de sensibilidad especial, que creen necesario pisar el escenario catastrófico con sus pies. Tradicionalmente, esto se atribuía a un carácter morboso, a una irrefrenable tendencia a visitar zonas de trágico recuerdo. Ahora, en cambio, se estima que enfrentarse al pantano vacío puede tener para el turista de sequía un efecto positivo de inmediata concien­ciación medioambiental. El morbo hecho semilla de futuro. Aunque, si son pacientes, a los turistas de la sequía les bastará pronto con abrir el grifo y ver que el agua mana carente de presión y fuerza. Y todo eso, sin salir de casa ni hacer colas.

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Turismo de sequía

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11.02.2024

Cada fin de semana hay atasco en el acceso al pantano de Sau. Lo forman los llamados turistas de la sequía, que quieren ver con sus propios ojos el embalse convertido en charco. Sau está ya a un 3,7% de su capacidad máxima, con poco más de cinco hectómetros cúbicos, del total de 165,2 que puede almacenar. Y el nivel sigue bajando.

Hay muchos tipos de turismo: de sol y playa, cultural, familiar, mochilero, sanitario, de aventura, gastronómico,........

© La Vanguardia


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