Mis primos valencianos han reaccionado con inesperada cordialidad al anuncio de que darán de beber con su desalinizadora a la Catalu­nya sedienta: “Si fuera agua del Turia o del Júcar, apuntan, la sangre llegaría al río; y si no, mira cómo protegen la suya los del Baix Ebre; pero la del mar si os la pagáis, para vosotros”.

Se lo agradezco, porque solían cantarme lo de “Català fotut / fill de Barcelona / que per un quinzet / et fan ballar la mona”. Y el otro primico maño (allí churro) nos soltaba la jotica el muy cazurro, aquella de: “El Ebro nace en Fontibre / Se hace hombre en Aragón / Y al llegar a Catalunya se nos vuelve…”. Y ya adivinan todo lo que puede rimar con -ón.

Los valencianos apuntan, además, que nuestros grifos no pueden depender del cielo, como dependían los botijos de los bisabuelos; y que si los catalanes nos hubiéramos preocupado de las cosas de beber en vez de bebernos el entendimiento desde la sequía del 2008, hubiéramos construido desalinizadoras suficientes para no depender de la suya.

Y en ese punto discutimos una de las reglas de la geopolítica ibérica: cuando sube València, baja Barcelona; y cuando baja Barcelona, sube València. Y el más pequeño suele estar más pendiente del que le supera que al revés. Valencia adelantó a Catalunya en influencia, prosperidad y población en el siglo XVIII, y en el XIX, en cambio, los catalanes industrializados devenían locomotora económica ibérica.

Lo que deberíamos celebrar hoy juntos es que el eje mediterráneo del agua es un prometedor anticipo del de comunicaciones que nos enriquecerá a todos. Y otro periodista valenciano me recuerda la reacción de Aznar cuando un gran empresario levantino le insistió en la necesidad de invertir en ese eje. Aznar extendió su mano diciendo: “Esto es España. ¿Veis? Y tiene que estar equilibrada; así, dijo dejándola plana e inmóvil ante él y ante todos: si le pongo aquí un eje, se nos desequilibrará así, concluyó inclinando su mano hacia ese Mediterráneo que desde Madrid se temía demasiado conectado con Catalunya”.

El empresario replicó con sorna a la salida: “Así tendrá la mano de España muy equilibrada, pero también más pobre”.

QOSHE - La mano hoy regada de Aznar - Lluís Amiguet
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La mano hoy regada de Aznar

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07.02.2024

Mis primos valencianos han reaccionado con inesperada cordialidad al anuncio de que darán de beber con su desalinizadora a la Catalu­nya sedienta: “Si fuera agua del Turia o del Júcar, apuntan, la sangre llegaría al río; y si no, mira cómo protegen la suya los del Baix Ebre; pero la del mar si os la pagáis, para vosotros”.

Se lo agradezco, porque solían cantarme lo de “Català fotut / fill de Barcelona / que per un quinzet / et fan ballar la mona”. Y el otro primico maño (allí churro) nos soltaba la jotica el muy cazurro, aquella........

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