El día que se anunciaba su premio Nacional de Comunicación, Marc Giró, condujo una tertulia adolescente en el programa Vostè primer. Los chavales no sabían quién es Pere Aragonès, ni Jennifer Hermoso. Ni Gaza. Ni la Moreneta. Confundían el himno de Catalunya con el del Barça y, al nombrar al presentador, uno lo llamó “Xavi Maricó”. Pero tienen trece años, son de una época en la que los periódicos no entran en casa, y estos lapsus pueden atribuirse a los nervios del directo. Lo alarmante fue que, a diferencia de la voluntad de sus madres por cambiar el mundo, aspiran a la normalidad.

Las chicas distinguían entre dos tipos de feminismo, y se declaraban “feministas normales”, frente a las “muy feministas”. Un chico decía que, si coges dos “ejemplares normales” (sic) de hombre y mujer, él es genéticamente más fuerte. Y que “hay gente que, por creer que es homosexual, actúa de manera diferente a los demás”, aunque añadía, otros “actúan normal”. También veían normal que aquellos compañeros de clase que –sospechaban– eran gais y lesbianas lo disimularan.

El porqué de su actitud reaccionaria es hasta cierto punto comprensible. Se explica por el clásico movimiento pendular. Hijos de una generación que ha intentado singularizarse, están hartos de que les digan que son especiales y de que les exijan serlo. Además son fruto del presentismo, de una progresía mal defendida, y les faltan incentivos no económicos (todos querían ganar mucho dinero para hacer lo que les diera la gana; la libertad es tener pasta). Entienden la diversidad como una moda histriónica y molesta. Y varios influencers referentes suyos abogan por no votar ni pagar impuestos.

El qué es preocupante: desconfiar del cambio y la diferencia. Que todo el mundo se adapte al estándar de lo considerado normal para merecer ese trato. Creer que lo que responde a otras realidades y maneras­ de ser es una provo­cación.

QOSHE - Aspirar a la normalidad - Llucia Ramis
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Aspirar a la normalidad

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10.01.2024

El día que se anunciaba su premio Nacional de Comunicación, Marc Giró, condujo una tertulia adolescente en el programa Vostè primer. Los chavales no sabían quién es Pere Aragonès, ni Jennifer Hermoso. Ni Gaza. Ni la Moreneta. Confundían el himno de Catalunya con el del Barça y, al nombrar al presentador, uno lo llamó “Xavi Maricó”. Pero tienen trece años, son de una época en la que los periódicos no entran en casa, y estos lapsus pueden atribuirse a los nervios del........

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