Hace ya siete años que una galería de Ámsterdam expuso lo que parecía un nuevo Rembrandt. El retrato de un hombre ataviado con camisa blanca y sombrero que podría ser obra del artista holandés. De hecho, lo era. Un software y una impresora 3D imitaron su estilo y crearon un cuadro que Rembrandt no pintó, pero que no existiría sin su obra. Para crear el nuevo Rembrandt, la IA rastreó 168.263 fragmentos de 346 obras del artista. Así aprendió la IA a pintar como el maestro. Imaginemos ahora que ese cuadro se vendiera por una cifra notable y que Rembrandt estuviera vivo. ¿Tendría él derecho a cobrar algo de esa nueva creación artística?

Cambiemos de ámbito. Pasemos del arte al periodismo. ChatGPT puede escribir un artículo sobre la crisis del Mar Rojo como lo haría Enric Juliana. Con su característico estilo. La IA utilizará todos los escritos que nuestro colega ha ido publicando en La Vanguardia. Ya les digo que no va a llegarle ni a la suela de los zapatos, pero más de uno lo consideraría fetén y suficiente. Además, sería gratis. En teoría, ya que grandes tecnológicas ingresarían sus buenos dividendos.

El 'nuevo Rembrandt', expuesto en Ámsterdam hace más de un lustro

El diario The New York Times ha demandado a OpenAI y Microsoft por utilizar sus contenidos para entrenar ChatGPT y otros servicios que ahora compiten con el contenido del periódico. Es la primera demanda de un gran medio a empresas de inteligencia artificial, pero habrá más, puesto que afecta a periodistas, músicos, actores, escritores, ilustradores... En definitiva, cualquier autor. Cuando se plantea esto, se suele argüir que no es posible poner puertas al campo. Incluso hay reacciones acomplejadas por el temor a quedar como refractarios al progreso, de forma que denunciamos con sorna a quien plagie una novela o una tesis doctoral, pero elogiamos con rendida admiración lo bien que hace eso mismo ChatGPT.

La IA va a mejorar nuestras vidas, como lo hizo internet. Pero como se demostró también en ese caso, aplicar la ética y proteger la creatividad son condiciones inexcusables y nada contrapuestas a la tecnología. De hecho, no hablamos de tecnología. O no solo. Sino de multinacionales que deciden sin control alguno y en función de sus intereses económicos sobre nuestro trabajo, con consecuencias que nos afectan a todos.

QOSHE - El arte de la copia - Lola García
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El arte de la copia

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29.12.2023

Hace ya siete años que una galería de Ámsterdam expuso lo que parecía un nuevo Rembrandt. El retrato de un hombre ataviado con camisa blanca y sombrero que podría ser obra del artista holandés. De hecho, lo era. Un software y una impresora 3D imitaron su estilo y crearon un cuadro que Rembrandt no pintó, pero que no existiría sin su obra. Para crear el nuevo Rembrandt, la IA rastreó 168.263 fragmentos de 346 obras del artista. Así aprendió la IA a pintar como el maestro. Imaginemos ahora que ese cuadro se vendiera por una cifra notable y que Rembrandt estuviera vivo.........

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