No parece que a la derecha ni a la izquierda de este país les importen demasiado las instituciones. Las están violentando como si no sufrieran el desgaste, como si lo resistieran todo. En Portugal, al menos los dos grandes partidos se han puesto de acuerdo para dejar fuera del Gobierno a la ultraderecha e incluso PS y PSD han sido capaces de alcanzar un pacto para turnarse en la presidencia de la Asamblea. En España, es imposible alcanzar el consenso sobre nada entre PSOE y PP. Ni habrá pacto de financiación autonómica, ni sobre el poder judicial. Pero tampoco sobre la política exterior o sobre la educación. Cada fuerza política va a lo suyo, olvidándose de lo nuestro.

Y, por si fuera poco esta política frentista, ahí estan socialistas y populares cavando trincheras en el Congreso y el Senado: en uno mandan unos y en el otro, los otros. El PP acusa al PSOE de colonizar las instituciones, olvidando que hacen lo mismo negándose a renovar el poder judicial para controlar al Gobierno desde la Justicia. Y van sumando reprobaciones de ministros en la Cámara Alta, donde tiene mayoría, como­ si se tratara de un concurso televisivo: lo hicieron con Grande-Marlaska y está a la espera Bolaños. Pero vendrán más. Mientras, en el Congreso, la izquierda pasa el rodillo, pero de momento solo ha conseguido aprobar la ley de la Amnistía y otra sobre las enseñanzas artísticas superiores. Las dos cámaras han formulado sus propias comisiones de investigación para pasarse la responsabilidad de los abusos de amigos, conocidos o saludados durante la pandemia. Unos quieren poner contra las cuerdas a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, por las comisiones cobradas (y reconocidas) por su pareja y otros buscan caza mayor al implicar sin pruebas a Begoña Gómez, esposa del presidente, en el rescate de Air Europa, a pesar de que la Oficina de Conflictos de Intereses ya archivó la denuncia del PP.

En este contexto, los populares han colgado un vídeo de estética mafiosa, titulado La trama, donde también implican a Francina Armengol, presidenta de las Cortes. En este clima enrarecido están convocadas tres elecciones. Esto no puede acabar bien. Y las instituciones, tampoco.

QOSHE - Cavando trincheras - Màrius Carol
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Cavando trincheras

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02.04.2024

No parece que a la derecha ni a la izquierda de este país les importen demasiado las instituciones. Las están violentando como si no sufrieran el desgaste, como si lo resistieran todo. En Portugal, al menos los dos grandes partidos se han puesto de acuerdo para dejar fuera del Gobierno a la ultraderecha e incluso PS y PSD han sido capaces de alcanzar un pacto para turnarse en la presidencia de la Asamblea. En España, es imposible alcanzar el consenso sobre nada entre PSOE y PP. Ni habrá pacto de financiación autonómica, ni sobre el poder........

© La Vanguardia


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