Carles Puigdemont se niega en redondo a cerrar la carpeta del procés. Este episodio se nos ha hecho insoportablemente largo a los catalanes. El expresident podrá decir, con razón, que a él más, pero los ciudadanos están saturados de escuchar discursos excesivamente emocionales, que nos sitúan a un palmo de la gloria y que se quieren teñir de épica. Tres frases pronunciadas en Elna ilustran estas afirmaciones: “Esta vez lo vamos a hacer mejor”, “hoy comienza la cuenta atrás”, “hay que acabar el trabajo iniciado en el 2017”. Puigdemont presumió de la amnistía que el Gobierno ha acabado aceptando, aunque antes la consideraba inconstitucional, y pronosticó “un referéndum de autodeterminación en esta legislatura” si resulta investido, pues el argumento del Ejecutivo español es el mismo. Y puesto a sacar pecho, se identificó sin citarlo con Teseo, capaz de vencer al Minotauro: “Hemos arrastrado al Estado a la posición que defendíamos”.

Nadie le puede negar que el discurso del jueves fue potente y bien estructurado. Lleva seis años y medio pensándolo y en algunos momentos creyó que nunca lo iba a formular. Pero la historia juega con sus propios dados y el azar ofrece oportunidades. Lo que resulta imprescindible es saber qué apuestas hay que hacer y cuáles no, cuando el viento sopla de cara.

Por momentos, sus palabras sonaron un poco vintage, pero hay que entender que el tiempo pasa a otra velocidad cuando uno se encuentra expatriado. A menudo transcurre con la blandura de un reloj daliniano. La sociedad catalana es lo suficientemente plural como para que la receta sea otra taza más de procés. No estamos en el mismo punto que cuando huyó en un coche con destino Bruselas. Catalunya se ha rehecho y hay mucha gente que tuvo un sueño que hoy tiene los pies en el suelo y quiere un país mejor, pero sin aventuras que lo conduzcan al abismo. La misma UE que Puigdemont alabó por sus avances en el reconocimiento del catalán tiene dos guerras a sus puertas y no desea más tensiones de soberanía.

El expresident soñaba de niño ser astronauta coincidiendo con la llegada del Apollo 11 al satélite. Pero hoy no es aconsejable pedir la luna, mejor ser un pragmático en la Tierra.

QOSHE - Puigdemont soñó ser astronauta - Màrius Carol
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Puigdemont soñó ser astronauta

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23.03.2024

Carles Puigdemont se niega en redondo a cerrar la carpeta del procés. Este episodio se nos ha hecho insoportablemente largo a los catalanes. El expresident podrá decir, con razón, que a él más, pero los ciudadanos están saturados de escuchar discursos excesivamente emocionales, que nos sitúan a un palmo de la gloria y que se quieren teñir de épica. Tres frases pronunciadas en Elna ilustran estas afirmaciones: “Esta vez lo vamos a hacer mejor”, “hoy comienza la cuenta atrás”, “hay que acabar el trabajo iniciado en el 2017”. Puigdemont........

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