Estoy en el cuartel del Bruc. Tengo veintipocos años. Hago cola para recoger la cartilla militar del ejército español. Decidí objetar de conciencia al todo por la pétrea patria y, tras meses de incertidumbre, la primera oleada de objetores hemos sido exonerados de ir a la mili. ¡Albricias!

Pero antes debo acercarme al cuartel para pasar la ITV y recoger el salvoconducto a la libertad. Hace rato que espero y ya estoy un poco mosca. Cada vez que me toca me paran en la puerta y dejan pasar a los mozos que tengo detrás. Hasta que ya no queda ninguno y me llaman por un nombre que no es el mío, Mario Joaquín. Entro, asqueado, y me reciben tres militares cargados de condecoraciones, los pechos adornados con pins de colorines. Me saludan sonrientes, entonando Staying alive de los Bee Gees en falsete, con la letra adaptada. Les oigo referirse a mis tendencias –estéticas, nacionales, políticas, sexuales– con dulces palabras. Me instan a arrodillarme para recoger la blanca con dignidad de caballero objetor. Me piden que llore como una mujer. Ah, ah, ah, staying alive ! Me largo.

Gracias por este sueño, teniente coronel Manuel González Hernández. Gracias por haber interpretado el pasado 8 de marzo la canción de Andy Williams The impossible dream ante la ministra de Defensa Margarita Robles. Gracias por el videoclip que viralizó la ceremonia de entrega del XI premio Soldado, en un acto destinado a visibilizar el trabajo de las mujeres militares por medio de un intérprete barbudo cantando como una almeja. Gracias por entonar con pasión de karaoke, usando el iPad para recordar la letra. Gracias a quien corresponda por mantener bajo el volumen de la música y poder, así, disfrutar de la timbrada voz del teniente coronel en todo su esplendor. Gracias, ejército español, por no haber formado parte de mi vida.

QOSHE - El sueño imposible - Màrius Serra
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El sueño imposible

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25.03.2024

Estoy en el cuartel del Bruc. Tengo veintipocos años. Hago cola para recoger la cartilla militar del ejército español. Decidí objetar de conciencia al todo por la pétrea patria y, tras meses de incertidumbre, la primera oleada de objetores hemos sido exonerados de ir a la mili. ¡Albricias!

Pero antes debo acercarme al cuartel para pasar la ITV y recoger el salvoconducto a la libertad. Hace rato que espero y ya estoy un poco mosca. Cada vez que me toca me........

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