Una de las características que diferencian el mundo humano del animal es la capacidad de tener ideas y convencimientos compartidos entre muchas personas. Hay catedrales que se sustentan con las donaciones de muchas personas. Estos entendimientos compartidos generan dinámicas que nos afectan a todos y, en ocasiones, provocan cambios que convierten una idea en una realidad solo por creer en ella. Hay profecías autocumplidas.

Así, el ejército de Napoleón solo podía ganar batallas si sus soldados mantenían una disciplina basada en creer que la batalla se podía ganar, en Waterloo perdió en cuanto la Vieja Guardia creyó que habían perdido. El precio de la acción de una empresa cae si los accionistas creen que va a caer, el fondo Gotham y el billonario Bill Ackman han creado fortunas gestionando este principio. Un candidato político debe creer en su victoria electoral para poder ganar, por eso nunca se dice: “Vótame, voy a perder”.

También existe la profecía que se autodestruye, como el envenenador que se bebe su propio veneno. Si todos creemos que habrá atasco y evitamos el coche, el atasco no se materializa. Es un fenómeno frecuente en geopolítica, tanto que tiene un nombre específico en inglés: deterrance. Si un país o una alianza cree que le atacarán por ser militarmente incapaz pero se prepara para afrontar el conflicto, puede evitar ser atacado, ya que los leones no atacan a los hipopótamos. Así lo propugnaba Churchill en los años treinta y por eso describió la II Guerra Mundial como “la guerra innecesaria”. Los hipopótamos, además, tienen autonomía estratégica.

Entre los europeos de la Conferencia de Seguridad de Munich de febrero, la gran conferencia de defensa del mundo, hubo un ambiente de preocupación, lamentaciones por la falta de preparación y dudas sobre el apoyo de EE.UU. Esos días, el senador republicano J.D. Vance pidió dejar caer a Ucrania en el Financial Times, lo hizo con la empatía de un recaudador de impuestos. El alarmismo puede parecer una exageración para algunos, pero en Munich la impresión entre europeos era sombría y de preguerra.

Ante visiones discordantes todos haríamos bien en aprender las lecciones de la historia, escuchar a los especialistas y ver con nuestros propios ojos lo que ocurre hoy en Europa. Recordemos que un país grande, militarizado, en el que los opositores son envenenados, mueren repentinamente o se suicidan, ha invadido a un país soberano con fronteras reconocidas internacionalmente. Ha ocurrido mientras ese gran país amenaza a más países y ante la indiferencia equidistante o el agnosticismo moral de gran parte del mundo. En Munich, el ministro de Exteriores de un país asiático explicó, ante el jolgorio y aplausos de parte del público, que ellos toman sus decisiones por interés y sin consideraciones éticas.

Si creemos que hay riesgo de que el conflicto se extienda, y el presidente Biden ha asegurado en el estado de la unión que ese riesgo existe, debemos prepararnos más allá de proclamas apotropaicas. Quizás así podamos evitar el choque. Expandiendo la paleta de colores podemos decir que, si creemos que es moralmente imperativo que nuestros conciudadanos tengan libertades y que sean ellos los que decidan quién ostenta el poder ejecutivo del país, habrá que defender esta catedral ante quienes la quieren destruir. Además, si creemos que estos valores son importantes, no deberíamos acomplejarnos ante terceros por defenderlos y deberíamos promulgar que tienen una relevancia que va más allá de nuestras fronteras.

QOSHE - La preguerra europea y los hipopótamos - Marc Murtra
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La preguerra europea y los hipopótamos

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13.03.2024

Una de las características que diferencian el mundo humano del animal es la capacidad de tener ideas y convencimientos compartidos entre muchas personas. Hay catedrales que se sustentan con las donaciones de muchas personas. Estos entendimientos compartidos generan dinámicas que nos afectan a todos y, en ocasiones, provocan cambios que convierten una idea en una realidad solo por creer en ella. Hay profecías autocumplidas.

Así, el ejército de Napoleón solo podía ganar batallas si sus soldados mantenían una disciplina basada en creer que la batalla se podía ganar, en Waterloo perdió en cuanto la Vieja Guardia creyó que habían perdido. El precio de la acción de una empresa cae si los accionistas creen que va a caer, el fondo Gotham y el billonario Bill Ackman han creado fortunas gestionando este principio. Un candidato político debe creer en su victoria electoral para poder........

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