La república de Venecia era, seguramente, el estado tecnológicamente más avanzado, financieramente más sofisticado y organizativamente más capaz del siglo XII. Aplicaban sus capacidades, sobre todo, a la navegación y al comercio. Aplicar sus capacidades les permitía mantenerlas, ya que el comercio financiaba la flota y ejercitar la ciencia náutica posibilitaba mejorarla continuamente. Los venecianos fueron, además, pioneros en la producción de barcos, con su famoso arsenal, donde manufacturaban barcos a lo Henry Ford, trabajaban miles de personas y almacenaban grandes cantidades de buques, que podían montar y botar rápidamente durante emergencias. Sus marineros fueron pioneros en el uso y desarrollo de compases, cartas náuticas, libros de derroteros y navegar en ceñida (contra el viento). Recordemos que un buque es principalmente un artilugio tecnológico complejo y caro que necesita un ecosistema. Los venecianos observaban que, en el mar, cuanto más te adentras, más profundo es y más difícil y peligroso se torna.

Sam Bankman-Fried

La tecnología en sí no es algo necesariamente útil o diferencial. Un GPS, sin más, hubiese sido una excentricidad inútil en una galera veneciana, porque para funcionar necesita electricidad, una constelación satelital y personal mínimamente cualificado. Todas las tecnologías necesitan el tetraedro coste/beneficio, personas, resolver un problema y operar en un entorno apropiado. Son vehículos que necesitan estas cuatro ruedas.

Podemos constatar lo mismo ahí donde existe el máximo estrés: en el campo de batalla. En Ucrania, falta una rueda: el uso de la tecnología occidental está limitada por déficits graves de entorno, concretamente la falta de munición y de vehículos terrestres. Esas limitaciones hacen que las fuerzas armadas ucranianas hoy estén estancadas y sus objetivos sean peligrosamente frágiles. Por el contrario, los rusos hoy son efectivos porque, a pesar de sus limitaciones tecnológicas, están supliendo sus propios déficits de munición con antiguos arsenales de Corea del Norte. Hoy por hoy, tienen cuatro ruedas, que no son muy buenas, pero funcionan.

También podemos observar cómo el coste/beneficio es clave en tecnología. En el campo de batalla los misiles no compiten bien con los drones en algunos ámbitos por un motivo de costes. Un mísil es más rápido, lleva mayor carga y puede llegar más lejos, pero es más caro que un dron. Si se usan misiles de 400.000 euros para derribar drones de 35.000 euros la victoria pasa a ser como la que describió el rey Pirro: “Otra victoria así y estoy perdido”.

Sam Bankman-Fried creó un intercambio de criptomonedas, FTX, en el paraíso desregulado de las Bahamas, una tecnología financiera compleja, casi lisérgica y que no está claro qué resuelve. Su mercado implosionó porque no tenía tetraedro, no por problemas tecnológicos o falta de visión. Ha sido condenado a 25 años de cárcel por mentir a los inversores y ha pasado, en un estornudo, de ser un billonario veinteañero con un pelo envidiable, querido y universalmente admirado, a ser un criminal convicto, sin ingresos y abandonado por sus amigos y novia, que testificaron en su contra. Es el tripulante al que se abandona semidesnudo en una isla desierta como castigo.

Los inversores en empresas tecnológicas harían bien en recordar que hay que saber en qué se invierte y que la tecnología en sí no tiene valor, ni es una buena inversión sin tetraedro. Nunca compres un coche, por muy bueno que sea, si no tiene cuatro ruedas.

QOSHE - Sam Bankman-Fried y el falso tetraedro - Marc Murtra
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Sam Bankman-Fried y el falso tetraedro

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10.04.2024

La república de Venecia era, seguramente, el estado tecnológicamente más avanzado, financieramente más sofisticado y organizativamente más capaz del siglo XII. Aplicaban sus capacidades, sobre todo, a la navegación y al comercio. Aplicar sus capacidades les permitía mantenerlas, ya que el comercio financiaba la flota y ejercitar la ciencia náutica posibilitaba mejorarla continuamente. Los venecianos fueron, además, pioneros en la producción de barcos, con su famoso arsenal, donde manufacturaban barcos a lo Henry Ford, trabajaban miles de personas y almacenaban grandes cantidades de buques, que podían montar y botar rápidamente durante emergencias. Sus marineros fueron pioneros en el uso y desarrollo de compases, cartas náuticas, libros de derroteros y navegar en ceñida (contra el viento). Recordemos que un buque es principalmente un artilugio tecnológico complejo y caro que........

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