Ser mujer y servir coño son dos expresiones de rabiosa actualidad que cada generación entiende como quiere o como puede. Y si para Irene Montero ser mujer es en la actualidad aspirar a bien poca cosa y tener al alcance poco o nada para remediarlo y antes entendíamos que los que entienden son quienes prefieren las relaciones con personas de su mismo género, los desgenerados adolescentes de hoy (sobre todo en circuitos LGTBIQ) bautizan como muy mujer la actitud de máximo amaneramiento en un hombre y servir coño, la de la mujer capaz de demostrar el poderío que la exministra reclama para el sexo femenino. El que exhibe Beyoncé, por ejemplo.

Siempre ha sido difícil el entendimiento intergeneracional tanto en el sentido de entenderse de hoy como en el de antes. Pero al menos ahora existen diccionarios (virtuales) donde te explican que el no me renta que exclama tu hijo se traduce por no me interesa. Que miau puede equivaler a un no rotundo. Que la grima se ha versionado en cringe y crush es la persona que te gusta. Y que laqueso no es el quesito o el bollicao de antes, sino la abreviatura de la que soporte y se refiere a que te importa un bledo lo que piensen de ti los demás. Viene de una canción latina y vendría a ser el ¿A quién le importa lo que yo haga? de Alaska puesto al día. Se dice así ahora, pero puede que no para siempre. Desde hace años stalkear, por ejemplo, es espiar como hace el vecino de Jordi Sànchez, y poner los tochos, ser infiel. Los niños rata son quienes no comparten, provocar es trolear y un simp, el que buscando ser simpático no pasa de pelota. Y hey mama, la lesbiana masculinizada.

Son expresiones que se mantienen, sí, pero quedan lejos del top ten actual que ya no pillamos los boomers, donde delulu (autoengañarse para ser feliz: ¿los chicos del Barça?) gana pero con coquette , la supertendencia conductual y estética que arrasa, pisándole los talones. Llenarte el pelo de lazos. Colgarte el bolso más naif. Con botas de peluche a juego. Y volantes blancos y rosas. Boinas a lo Ayuso. Y brocados y muchas perlas. Y beber té en tacitas de porcelana como haría tu abuela. O si eres una auténtica coquette, la niñata más cursi del barrio, la que más sabe de Lana del Rey, como tu tatarabuela. Eso si no eres de calle, claro. Ya tú sabes.

QOSHE - Hablar como un ‘desgenerado’ - Margarita Puig
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Hablar como un ‘desgenerado’

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03.02.2024

Ser mujer y servir coño son dos expresiones de rabiosa actualidad que cada generación entiende como quiere o como puede. Y si para Irene Montero ser mujer es en la actualidad aspirar a bien poca cosa y tener al alcance poco o nada para remediarlo y antes entendíamos que los que entienden son quienes prefieren las relaciones con personas de su mismo género, los desgenerados adolescentes de hoy (sobre todo en circuitos LGTBIQ) bautizan como muy mujer la actitud de máximo amaneramiento en un hombre y servir coño, la de la mujer capaz de demostrar el poderío que la exministra........

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