Comienzo el año perdiendo una apuesta. Un amigo aguardaba desde mayo que le llamaran con vistas a que se reconozca la dependencia de su madre, diagnosticada de alzheimer hace dos años. Para que el proceso burocrático arranque es imprescindible una visita a domicilio en que se evalúan las necesidades de la enferma. En medio de esta espera, mi amigo dejó de trabajar y se mudó con ella, que necesita ayuda para todo. ¿Cuál era la apuesta? En la oficina de Afers Socials de su localidad le aseguraron que, por ley, el trámite debía iniciarse antes de medio año. Pasado ese plazo, presentó una reclamación telefónica. La respuesta, desalentadora: “Seis meses es un promedio para toda Catalunya; a veces es más, otras menos, según la zona”.

Era noviembre, y le dije, aunque no sé de dónde saqué el aplomo: “¿Qué te apuestas a que te llaman antes de fin de año?”. “¿Con las fiestas a la vuelta de la esquina?”, me contestó, adoptando un enfoque realista por necesidad. En el último tramo de diciembre, con los virus respiratorios campando a sus anchas, recibí otro mensaje suyo: “Ahora seguro que no. ‘Tenemos pocos recursos’, repiten. Imagina si algún funcionario se pone enfermo...”.

Muchas costuras del Estado de bienestar están a punto de reventar, y el Govern se esfuerza en aplicar parches aquí y allá, desbordado por todas las situaciones a la vez y llegando tarde a cada una: sequía, educación, asistencia sanitaria, residencias, uso del catalán, transporte... “Somos conscientes de que, por el elevado volumen de solicitudes presentadas, los plazos de valoración se han incrementado y en este sentido el Departament trabaja para acortar plazos”, dice el comunicado que le enviaron, un texto de corta y pega.

Siempre habrá un “elevado volumen de solicitudes presentadas” que vendrá a romper una normalidad en realidad ficticia. En casi todas las instancias se alude a la falta de recursos. Animan a presentar quejas, una manera de canalizar la impotencia, entretener al usuario y hacerle creer que puede cambiar el sistema. Quejas que se responderán, a su vez, con cartas preestablecidas, de tono impersonal, expresando agradecimiento y solicitando comprensión. Este círculo vicioso es una formidable reivindicación del centenario de la muerte de Kafka, que se conmemora este año.

QOSHE - Seis meses - Marta Rebón
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Seis meses

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03.01.2024

Comienzo el año perdiendo una apuesta. Un amigo aguardaba desde mayo que le llamaran con vistas a que se reconozca la dependencia de su madre, diagnosticada de alzheimer hace dos años. Para que el proceso burocrático arranque es imprescindible una visita a domicilio en que se evalúan las necesidades de la enferma. En medio de esta espera, mi amigo dejó de trabajar y se mudó con ella, que necesita ayuda para todo. ¿Cuál era la apuesta? En la oficina de Afers Socials de su localidad le aseguraron que, por ley, el trámite debía iniciarse antes de medio año. Pasado ese plazo,........

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