Vivimos una etapa de negociaciones entre gobernantes y políticos, tratando de transmitir ciertas negociaciones a los medios y ocultar otras. Si alguien va a por el Ministerio de Industria convendría que explicase lo que haría si fuese nombrado ministro, cómo apoyaría a las empresas y a los sectores industriales, cómo el sector automoción, el sanitario o el alimenticio.

¿Aseguraría el apoyo a las empresas de estos sectores? Esto requeriría normas que facilitasen la financiación de inversiones, la contratación de nuevos empleados, la formación del personal. Muy especialmente debería haber apoyos para la investigación.

Montar una planta en España le lleva a un inversor extranjero entre dos y tres años, en China menos de un año. La velocidad de las actividades empresariales está subiendo y hay que dirigir con velocidad. Si se nos ha ocurrido algo muy interesante pero tardamos dos años en transformarlo en un producto, un servicio o un cambio relevante en un proceso industrial, es muy probable que cuando lleguemos a su puesta en marcha definitiva, algún competidor ya lo estará utilizando.

“La confidencialidad no existe”. Cualquier directivo puede hablar del proceso en cualquier momento con intención o sin ella. Si tardamos mucho, la competencia se nos puede adelantar.

Estas son las realidades de la industria y lo que deberían hacer los políticos es estimular y apoyar estos procesos. Vivimos en un entorno global y hay fabricantes que están en todos los continentes atendiendo en muchos casos a clientes que están también en todo el mundo.

Un buen fabricante de componentes para el automóvil puede estar en China, India, Corea, Japón, África central, Brasil, México, etc. Pues todo esto cada día se amplía y hay que gestionarlo bien y sobre todo con velocidad. Por supuesto la introducción digital en los procesos ayuda a ese incremento de la velocidad.

Fábrica de la automovilística Seat en Martorell, Barcelona

¿Qué pueden hacer los políticos? Pues estudiarse bien estos procesos, en distintos sectores, y ver cómo se puede ayudar a las empresas a incrementar su velocidad, mejorando los procesos burocráticos y las regulaciones gubernamentales. También conocer qué apoyos o ayudas tienen otros países y proponer en sus campañas los apoyos de otros países o incluso mejorarlos.

Hemos hablado del muy importante sector del automóvil, pero es importantísimo también el sector sanitario, con productos farmacéuticos o equipos médicos. El sector de equipos médicos o farmacéuticos resiste bien las crisis económicas porque la sanidad es prioritaria. El sector alimentario es industrialmente importante también porque la tecnología puede ayudar a elaborar productos alimentarios combinando materias. Estamos en Navidad, para nuestra cultura la alimentación durante estas fechas es algo muy importante. Celebrémoslo con entusiasmo. Feliz Navidad.