Hasta ahora, la moda era ir a un museo o a una sala de exposiciones, pegar la mano a un cuadro o tirarle el contenido de una lata de sopa (preferiblemente Campbell’s, un guiño a Warhol). El último caso del que tengo noticia es el que tuvo lugar no hace mucho en el Museo de Bellas Artes de Lyon, donde el colectivo Riposte Alimentaire roció La primavera de Claude Monet para exigir “la integración de la alimentación en el régimen general de la Seguridad Social”. (Perdón por las rimas.)

Pero todo evoluciona. En Moscú, en el centro de exposiciones VDNJ, un señor ha ido un paso más allá y se ha comido un trozo de la obra La huida del pez dorado. Es una pieza de arte contemporáneo, formada por un cuadro donde se ve un mar con muchas olas, complementado por una pecera de verdad. De la pecera salta hacia la tela uno de esos peces dorados que complacen a los que les gusta tenerlos en casa. El encargado de custodiar la sala se acercó, observó el pez que es­taba adherido a la tela, lo arrancó, lo olfateó y le pegó un mordisco.

Los medios de comunicación no aclaran si era un pez de verdad o uno simulado, de esos de materia plástica que usan los restaurantes japoneses o coreanos para adornar sus escaparates. Cuando el centro de exposiciones detectó el vandalismo revisó las cámaras de seguridad y descubrió con sorpresa lo que hemos dicho: que no había sido ningún visitante, sino el mismísimo encargado.

El arte comestible, con Antoni Miralda y Daniel Spoerri como abanderados, ha llegado hasta nuestros días. Un recuerdo también para Kevin Kline, que en Un pez llamado Wanda se los traga con deleite, como si fueran pescaditos fritos. Si la tendencia persiste, sería conveniente que a los cuadros les añadieran una indicación que detallara antes de qué fecha deben consumirse preferentemente. Y vigilen sobre todo los de Arcimboldo, que son muy apetitosos.

QOSHE - Evolución del arte actual - Quim Monzó
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Evolución del arte actual

8 1
24.02.2024

Hasta ahora, la moda era ir a un museo o a una sala de exposiciones, pegar la mano a un cuadro o tirarle el contenido de una lata de sopa (preferiblemente Campbell’s, un guiño a Warhol). El último caso del que tengo noticia es el que tuvo lugar no hace mucho en el Museo de Bellas Artes de Lyon, donde el colectivo Riposte Alimentaire roció La primavera de Claude Monet para exigir “la integración de la alimentación en el régimen general de la Seguridad Social”.........

© La Vanguardia


Get it on Google Play