El viernes se estrenará la película Napoleon, de Ridley Scott. Incluso yo, que no soy amante de las películas de época la iré a ver. Por su director, claro, pero sobre todo por el actor que la protagoniza, Joaquin Phoenix, que me fascina. Su inminente estreno ha provocado una intensa napoleonitis entre la población, incluida la más iletrada, y curiosidad por aquel corso que puso Europa patas arriba.
Una escena de la película
La napoleonitis llega al punto de que, tal como informaba ayer Eusebio Val en estas páginas, un bicornio del emperador francés, de fieltro negro y una escarapela con los colores de la bandera francesa, ha sido adquirido por casi dos millones de euros en una subasta celebrada en Fontainebleau. Poca broma con Fontainebleau. Entre 1800 y 1812, el emperador se hizo fabricar entre 120 y 160 sombreros de ese tipo, o sea que quien quiera uno sepa que, si dispone de la millonada necesaria, podrá conseguirlo en la siguiente subasta.
El bicornio nació a finales del siglo XVIII como evolución del tricornio. Si el tricornio tiene tres picos, el bicornio tiene solo dos y, según parece, resulta más práctico. En toda Europa fue desapareciendo menos en España, donde todavía ahora lo utiliza la Guardia Civil en su uniforme de gala. “Antonio Torres Heredia, / hijo y nieto de Camborios, / viene sin vara de mimbre / entre los cinco tricornios”. Pero también el bicornio va de baja. Entre nosotros los únicos que se pueden ver de forma habitual son las guindolas que, en Menorca, llevan los caixers de las fiestas de Sant Joan cuando pasean con caballos que se encabritan educadamente y hacen las delicias de los turistas. En medio de la actual efervescencia bonapartista, para reavivar el bicornio solo haría falta que algún influencer lo recuperara en Instagram. En Ca’s Seller Bagur de Ciutadella tienen. Estaría bien que, el viernes, al estreno del filme de Ridley Scott algunos espectadores acudiesen con ellos en la cabeza.
Napoleón tenía un batallón
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21.11.2023
El viernes se estrenará la película Napoleon, de Ridley Scott. Incluso yo, que no soy amante de las películas de época la iré a ver. Por su director, claro, pero sobre todo por el actor que la protagoniza, Joaquin Phoenix, que me fascina. Su inminente estreno ha provocado una intensa napoleonitis entre la población, incluida la más iletrada, y curiosidad por aquel corso que puso Europa patas arriba.
Una escena de la película
La napoleonitis llega al punto de que, tal........
© La Vanguardia
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