Fuera de África, el mayor grupo de hipopótamos del mundo está en Colombia, en la provincia de Antioquía, cuya capital es Medellín. Incluso a los poco amantes de la cocaína, el nombre de Medellín les remitirá inmediatamente a Pablo Escobar, que, un día que se aburría, decidió importar cuatro de esos artiodáctilos (tres hembras y un macho) para que se pasearan por su hacienda.
En 1993, la policía mató a Escobar. Desde entonces sus hipopótamos campan felices, se han reproducido y el Gobierno colombiano estudia qué hacer con ellos. Las últimas noticias son que enviará unos cuantos a México, a India y a Filipinas. Pero a pesar de esos regalos seguirá teniendo muchos. Calculan que en el 2035 pueden llegar a un millar. Esos animalillos de cerca de dos toneladas de peso son muy cuquis, pero comportan problemas. Atacan a los pescadores, con la misma tranquilidad que los jabalíes entre nosotros entran en las casas y las escuelas, y desplazan a la fauna local. Según el Gobierno, la solución es de entrada esterilizarlos, enviar algunos ejemplares a los países mencionados y, finalmente, practicarles la eutanasia, que es la manera suave de decir que los matarán.
Pero ¿y una vez eutanasiados? Se me ocurre una solución, que es cocinarlos. Dos toneladas de carne dan para alimentar muchas bocas. No al despilfarro alimentario. Según el escritor Peter Capstick, de las carnes de caza, la de hipopótamo es la más sabrosa.
En el portal gastronómico Cooks.com consta una receta interesante. Ingredientes: un hipopótamo de tamaño medio, una tonelada de sal, pimienta, 500 patatas, 200 zanahorias, 4.000 litros de salsa, 400 ramas de perejil. Cortad la carne y las verduras en dados. Poned la carne en una cazuela grande y cubridla con salsa. Que hierva a fuego lento. Salpimentad. Cuando la carne esté tierna añadid las verduras. Que haga chup-chup. Adornadlo con perejil. Da para 2.700 personas.
Vegetarianos, abstenerse
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28.11.2023
Fuera de África, el mayor grupo de hipopótamos del mundo está en Colombia, en la provincia de Antioquía, cuya capital es Medellín. Incluso a los poco amantes de la cocaína, el nombre de Medellín les remitirá inmediatamente a Pablo Escobar, que, un día que se aburría, decidió importar cuatro de esos artiodáctilos (tres hembras y un macho) para que se pasearan por su hacienda.
En 1993, la policía mató a Escobar. Desde entonces sus hipopótamos campan felices, se........
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