A las puertas del final de la Navidad, en el día en que la magia y la ilusión se dan la mano, no dejo de pensar en Mónica Cervera, la actriz española que desde hace unos meses vive en la indigencia y su hogar es un banco de un parque de Marbella. Hace ahora veinte años, fue nominada a los Goya como actriz revelación por su papel en la película de Álex de la Iglesia Crimen ferpecto. Pide que la dejen en paz y reniega de la televisión y del cine. Poco más sé de esta historia que no ha dejado de rondar en mi cabeza estos días.

Yuval Noah Harari narra en 21 lecciones para el siglo XXI que una gran masa de la población sufrirá algo peor­ que la explotación, y es la irrelevancia. Este grupo está compuesto por personas orilladas, desfasadas, improductivas sociales y sin un ápice de influencia política. Son los irrelevantes y podrían llegar a sobrepasar, según las cuentas de Harari, más de la mitad de la población.

Hacia este abismo, enmarcado por los desafíos de la IA y la biotecnología, viajamos exponencialmente a una velocidad cegadora. Los sintecho han aumentado en España un 24% en los últimos diez años. Mónica Cervera es una más de las casi treinta mil personas que en nuestro país viven en la indigencia. Se han quedado orilladas por haber perdido sus trabajos, haber tenido que empezar de cero, por no poder pagar sus casas y no tener a nadie que les ayude. Puede que a algunos les sorprenda, pero hay para quienes el código postal ha pasado a ser más importante que el código genético.

Las personas sin hogar tienen un índice de mortalidad entre tres y cuatro veces superior a la población en general y una esperanza de vida entre los 42 y los 52 años, es decir, treinta años menos que el resto. Son un grupo vulnerable y no debieran ser irrelevantes sino tratados con consideración.

A quien delinque en nuestro país se le ofrece techo y comida, aunque se le priva de libertad. Quien pierde las oportunidades y se ve abocado a dormir en la calle… ¿no debiéramos ocuparnos de ellos en la misma proporción y eficacia? Reflexionemos e intentemos no orillar a nadie, ni ladear la mirada, ni invalidar la historia que hay detrás del desastre. Como la de Mónica Cervera, una actriz talentosa que rozó el olimpo del Goya y ahora duerme en un banco.

QOSHE - Nadie es irrelevante - Sandra Barneda
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Nadie es irrelevante

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07.01.2024

A las puertas del final de la Navidad, en el día en que la magia y la ilusión se dan la mano, no dejo de pensar en Mónica Cervera, la actriz española que desde hace unos meses vive en la indigencia y su hogar es un banco de un parque de Marbella. Hace ahora veinte años, fue nominada a los Goya como actriz revelación por su papel en la película de Álex de la Iglesia Crimen ferpecto. Pide que la dejen en paz y reniega de la televisión y del cine. Poco más sé de esta historia que no ha dejado de rondar en mi cabeza estos días.

Yuval Noah Harari narra en........

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