«Tiempos Modernos» es el título de un clásico filme del genial Chaplin y los tiempos modernos traen consigo nuevos estilos de vida diferentes de los pasados. Tiempos modernos fueron los de la mecanización como lo son ahora los de IA. La familia actual no es aquella donde la mujer tenía la misión de cuidar la casa y los hijos, lo más frecuente es que en un matrimonio ambos cónyuges trabajen, por ello es cada vez más imprescindible que el Estado facilite el trabajo y a la vez gestione para que se pueda compatibilizar con la crianza de los pequeños.

El gobierno de Asturias hace gala, y hace muy bien, de destinar más fondos que nadie a educación, a sanidad y a prestaciones sociales. Cuando el gasto público se decanta por esas prioridades está claro que salen beneficiadas las clases más bajas de la sociedad, y está claro que ello ha de suponer la existencia de ciertas cargas impositivas que no hay en otras comunidades, lo que da lugar a distintas concepciones de como se ha gestionarse lo público. No queda otra que ver con buenos ojos que las escuelas de 0 a 3 se generalicen en toda la comunidad pues ello es una deriva de los tiempos modernos.

Hasta aquí todos los merecidos parabienes al gobierno del Principado y a los ayuntamientos, aunque ya se encargan los políticos de recordárnoslo con una publicidad insistente y sin recato. Como a toda actuación pública hay que buscarle también la otra cara y mostrarla para la contemplación y el análisis.

Las Escuelinas nacieron por iniciativa de algunos ayuntamientos para dar respuesta a esa necesidad social y también para ganarse en beneplácito de la ciudadanía, pues como siempre el político lo hace todo buscando la repercusión electoral. Una vez puestas en marcha se reclama al Principado su financiación, así se queda muy bien con el vecindario y se dispara con pólvora ajena. Dentro de poco tendremos una red de escuelas de 0 a 3 años por toda Asturias.

Ahora cabe esperar que la puesta en marcha de las Escuelinas contribuya a cambiar la tendencia y a que los nacimientos repunten en Asturias y no nos veamos en el triste trance de verlas cerrarse como llevamos viendo cerrarse escuelas en los pueblos y unidades en colegios e institutos a ritmo imparable. Aunque cueste trabajo podemos poner un poco de optimismo.