La fractura de la izquierda a nivel estatal podría pasar factura a los partidos zurdos gallegos para las elecciones autonómicas. El matemático belga D'Hondt es inflexible. A mayor número de candidaturas en cada provincia compitiendo por el mismo espacio político, mayor dificultad para conseguir escaños. Hay politólogos para todo y los hay que creen que la suma de fuerzas por la izquierda puede convertirse en un frente de movilización que arrastre a Rueda a la irrelevancia que supondría obtener 37 escaños en vez de 38 diputados. Ya saben que, en Galicia, 38 lo es todo. Y 37, nada. Esa visión de una movilización histórica de la izquierda me parece muy optimista o, cuando menos, de parte. Hay un precedente, el de AGE, que capitaneó Beiras. La historia es conocida. Beiras se va del BNG y reúne a gran parte de la izquierda, que no era PSdeG o BNG, a su calor. En esa jugada estaban Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, como ideólogo. El resultado es espectacular para Alternativa Galega de Esquerdas, que así se llamaba. Pasan de cero diputados a nueve actas en el Parlamento de O Hórreo. Pero también logran que Feijoo suba tres escaños, hasta los 41. Y que Pachi Vázquez, entonces líder del PSdeG, baje siete, quedándose en 18. Y que el BNG, con Jorquera de cartel, pierda dos, de 7 a 5. Corría el año 2012 y eran otros tiempos.

Ahora, la amenaza de ruptura es todavía mayor. Anova anunció ayer que Martiño Noriega no se unirá a Sumar. Veremos qué hacen Martiño Noriega y los suyos. ¿Pedirá el voto por el BNG? Además, no descarten a Podemos en el mapa gallego para los comicios. Irene Montero tiene a su mano derecha, Ángeles Rodríguez, lista para que encabece un cartel de Podemos por Galicia. Ya estamos en cuatro fuerzas para disputarse el mismo caladero, algo que podría facilitar que Rueda estrene su primera mayoría absoluta, incluso con una caída de diputados. Votar a Podemos en las provincias de Pontevedra y A Coruña, donde Yolanda Díaz y Marta Lois aspiran a conseguir dos o tres diputados, podría provocar que la división del voto Podemos/Sumar les dejase a ambos en cero. Primera venganza para Irene Montero en territorio gallego, antes de ese duelo de las europeas, donde, con circunscripción única, Pablo Iglesias e Irene Montero le intentarán echar un pulso en toda regla a Yolanda y Sumar.

La izquierda, a estas alturas no se sabe si está de vuelta para las autonómicas gallegas o está revuelta. El tiempo irá clarificando las cosas, cuando Rueda decida convocar. Besteiro quiere volver a ser primera fuerza por la izquierda, pero Ana Pontón le lleva años de trabajo, casi casa a casa. Un duelo que ya era complicado sin que apareciesen Yolanda e Irene a dificultarlo más. ¿Significa que Rueda tiene el partido ganado? Nada más lejos de la realidad. Fraga, y luego Feijoo, enseñaron el único camino por el que se gana en Galicia: es peleando cada voto, mirando a los ojos al mayor número de gallegos posible. La izquierda tiene un dilema al estilo del camarote de los hermanos Marx. Rueda tiene otro: ofrecer estabilidad con la política más enrarecida que nunca.