Tenemos que cambiar el chip. Debemos dejar atrás el tópico de la Galicia negra, de la longa noite de pedra. Estamos en otros tiempos y necesitamos impulso y no lamentos. No es el momento de aquellos versos de Carlos Oroza, «Galicia, tierra gris al norte». Tampoco somos un lugar de grises. Nuestra tierra es verde y azul. Somos agro y somos mar y somos futuro. Son los datos del Instituto Nacional de Estadística los que demuestran que estamos en lo cierto.

Lean. Según la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia del 2022, «Galicia experimentó un saldo migratorio positivo récord de 27.251 personas, la cifra más alta registrada hasta la fecha en la serie histórica». Galicia ya es tierra de acogida. No somos esa periferia sumida en una paralizante nostalgia. Pero detallemos más los datos que dan la razón a los optimistas moderados y se la quitan a los pesimistas radicales. No es solo por la llegada de inmigrantes. El saldo positivo que ha convertido a nuestra comunidad en un lugar de llegada y de expectativas se sustenta en tres hitos. «Este saldo favorable incluye tanto el movimiento migratorio con países extranjeros, que sumó 25.867 personas, como con el resto de las comunidades autónomas de España, con 1.384 personas», según se desprende de los números del INE. Además de la llegada de inmigrantes, atraemos a españoles de otras autonomías. ¿Será que algo tenemos?

La tercera pata de esta mesa que invita al optimismo es que se cae otra de las leyendas negras. Siguiendo las mismas estadísticas, se destaca que el «2022 marcó un hito importante para la comunidad gallega, ya que, por segundo año consecutivo, se alcanzó una cifra histórica de retorno. Un total de 7.957 gallegos y gallegas decidieron volver a Galicia desde sus países de residencia actual, eligiendo su tierra para asentarse de nuevo». Optan por nuestras ciudades, villas y pueblos inmigrantes, españoles de otras autonomías y gallegos que en su día se tuvieron que marchar. Nadie hace las maletas por gusto.

Queda mucho trabajo por delante. Pero, como titulamos con los números en la mano en las páginas de La Voz: Galicia logra su mejor saldo migratorio en quince años. La realidad es tozuda para los que se empeñan en minar las posibilidades de los gallegos.

Así es que las diócesis están saturadas con las peticiones de información que hacen los inmigrantes para lograr los papeles de la doble nacionalidad. Tenemos que potenciar nuestro territorio como puerto de abrigo para las familias que encuentran en nuestros concellos la solución a sus problemas en otros países. Desde la tristeza, la pena, la acusación, el señalamiento y el desánimo no se construye nada. Hemos sufrido décadas de autocastigarnos con lo mal que nos iba. Esas teorías negativas no se sustentan en datos. España es un pueblo que se quiere muy poco, que enseguida se pone a parir. En Galicia, además, le sumábamos un fatalismo histórico sobre nuestro destino. Nada de eso es real. Galicia crece. Cada vez más personas se apuntan al mítico anuncio de Vivamos como galegos.

QOSHE - Vivamos como galegos - César Casal
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Vivamos como galegos

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28.01.2024

Tenemos que cambiar el chip. Debemos dejar atrás el tópico de la Galicia negra, de la longa noite de pedra. Estamos en otros tiempos y necesitamos impulso y no lamentos. No es el momento de aquellos versos de Carlos Oroza, «Galicia, tierra gris al norte». Tampoco somos un lugar de grises. Nuestra tierra es verde y azul. Somos agro y somos mar y somos futuro. Son los datos del Instituto Nacional de Estadística los que demuestran que estamos en lo cierto.

Lean. Según la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia del 2022, «Galicia experimentó un saldo migratorio positivo récord de 27.251 personas, la cifra más alta registrada hasta la fecha en la serie histórica». Galicia ya es tierra de acogida. No somos esa periferia sumida en una........

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