El huevo es un elemento de nuestra alimentación habitual en muchas recetas y que se usa en cualquier parte del menú diario. Como aperitivo (canapés), primer plato (huevos rellenos), segundo plato (filete empanado), postre (flan), picoteo (tortilla), etcétera. Se utilizan huevos procedentes no solo de gallinas, sino de otras aves como codornices o avestruces, aunque son menos frecuentes.

Contienen un 7 % de la proteína diaria recomendada, vitaminas (A, B8, B12, D, ácido fólico), hierro, fósforo, selenio, yodo y zinc en diferentes proporciones. También han aparecido en el mercado huevos con ciertos componentes de interés nutricional como, por ejemplo, los ricos en omega 3.

Cuando los compre, debe observar que se encuentren intactos y limpios, es decir, su cáscara no puede tener ni una ligera fractura o grieta. Deseche los que presenten moho en la cáscara, tengan un olor extraño o un sabor raro, aunque la fecha de caducidad aún no haya pasado.

No supone ningún problema la presencia de alguna pequeña mancha de sangre en su interior (que puede retirarse con un cuchillo limpio) o la presencia de nubes en la clara (suele deberse a la frescura del huevo). Si no está seguro de lo que observa, es mejor que lo tire y no lo coma.

Al llegar a casa, guárdelos en la nevera (entre 1 y 10º C) y con una humedad no superior al 80 % para evitar el crecimiento de hongos y microorganismos que lo deterioren. En el momento de consumirlos sí debe lavarlos bajo el chorro de agua fría y cascarlos en un recipiente diferente a aquél en el que lo va a batir o que contenga otros alimentos.

El principal riesgo alimentario por el consumo de huevos o derivados es la toxiinfección por Salmonella (conocida como salmonelosis). El mayor problema se plantea al consumir el alimento en crudo, por ejemplo, en una mahonesa, pues los especialistas inciden en que los microorganismos patógenos se destruyen cuando los sometemos a un proceso de calentamiento superior a los 70º C. Debe ser muy cuidadoso y mantenerlos continuamente en la nevera evitando los cambios bruscos de temperatura.